jueves, 23 de septiembre de 2010

Resúmen de la cena del libro del 21 de septiembre

PRIMERA PARTE: EL CAMINO (MIGUEL DELIBES)

Tras un primer intento un tanto accidentado, por fin llega el momento de mi estreno en la organización de la cena. Me paso el día mirando hacia el cielo…parece que no ha salido mal día, a ver si esta vez tenemos más suerte…Llego al restaurante muy pronto y me dedico a retocar un poco la mesa; está todo tal como habíamos acordado, no faltan nada más que las comensales. Poco a poco, vamos llegando todas…bla bla bla, ¿qué tal las vacaciones?...¡qué morena estás!...bla bla bla... ¡qué susto el otro día!... Entre parloteo y parloteo, nos sentamos en la mesa. Solo va a faltar Carmina, que no puede venir de Badajoz (te echamos de menos, Carmina) y parece que Rosa llega tarde.


Hay un primer “momento regalo”, todo el mundo abre el paquetito que ha encontrado delante de su plato...¡cremas hidratantes!

-¡Mmm, qué bien huele!

-¡La mía es de rosa mosqueta!

-¡A mí me ha tocado de aloe vera!

Una vez abiertos todos (Rosa también abre el suyo, aunque con un pequeño retardo), nos ponemos manos a la obra con la cena. Como primer plato, una arriesgada apuesta: gazpacho de sandía, que no parece que complazca a todas por igual. Verónica comenta que a ella le queda mejor, y nos ponemos todas a hablar de cocina y a ofrecer nuestras versiones de algunos platos como el lomo a la naranja (nos echamos unas risas, porque Beatriz nos cuenta la anécdota ocurrida con su receta, que ha resultado incluso premiada en un concurso), las carrilleras al vino (Rosalía), rollo de secreto ibérico con queso y espárrago verde, etc. Parece que estemos asistiendo a una tertulia culinaria, en vez de literaria. Pensaba poner aquí las recetas que se comentaron, pero creo que sería mejor abrir un apartado en el blog dedicado a la cocina; lo que me parece interesante es decir que, al hilo de esta conversación tan suculenta, nos enteramos de que algunas de las presentes tienen un blog que se llama “la cata de Cáceres”, del que os pongo aquí un acceso directo (si a ellas no les parece mal).

A todo esto, nos estamos comiendo un timbal de verduras con salsa de queso del casar y lluvia de sal (o algo así). Rosa nos instruye también con otro tipo de mejunje que se hace para “cazar” a los escarabajos que se están comiendo sus encinas, para lo cual pide nuestra colaboración porque necesita vino estropeado (litros y litros…).

-¿No vamos a hablar del libro?

¡Pues sí! Empezamos hablando de El camino, de Miguel Delibes. Rosa abre el debate diciendo que ella se ha leído antes La guerra de nuestros antepasados, también de Delibes, que le ha gustado mucho (es un canto a la lealtad, al hombre de pueblo). Luego ha leído El Camino, y le ha gustado; comenta que le parece un poco lento (esto es coreado por muchas), aunque no cuesta trabajo leerlo. Maite F. cree que no lo había leído antes, porque no se acordaba de nada. Se comenta que se refleja bien la realidad de los cotilleos de pueblo, los motes…A Emi le ha hecho gracia la expresión que utiliza el autor cuando “las Guindillas se separaron con las narices en alto…”, y le da la razón a Isamari al comentar que las descripciones son muy buenas, parece que se pueden ver los escenarios del libro. A Rosalía le ha aburrido.

Mientras atacamos un Risotto de gambas, Verónica hace una reflexión interesante: no entiende por qué se empeñan en los centros educativos en poner este libro como lectura obligada para los niños, porque se disfruta mucho más de mayor, aunque Emi no está muy de acuerdo porque dice que a su hija le encantó cuando lo leyó. Maite Macías se ha metido en el personaje de Daniel, lo ha vivido. Pilar, como siempre, nos sorprende con su opinión: le parece ñoño (más de una piensa lo mismo), y se abre un debate para justificar esta “ñoñez”: es el tercer libro de Delibes, escrito en los años 50, que no ha resistido el paso del tiempo, por lo que Maite F. dice que no es ñoño, sino antiguo, y Rosa comenta que tiene un vocabulario que está ya en desuso. Para Emi no es el mejor libro de Delibes, pero Isamari opina que no tiene libros mejores o peores, sino con temas más cercanos o impactantes, como Los Santos Inocentes.

Para mí ha sido fácil de leer aunque me parece que, debido a algunos recursos literarios que utiliza el autor (como nombrar constantemente los motes de los personajes, entre comas), resulta un poco repetitivo. Me ha hecho cuestionarme la visión que tienen los niños, tan diferente a los adultos, respecto a lo que es conveniente para ellos. Marga apostilla: ¿es ése el progreso? El niño no entiende el camino que le dictan los mayores, cree que es el camino confundido, pero no tiene edad suficiente para tomar decisiones. Se abre entonces un debate interesante sobre las decisiones que toman los adultos en lo concerniente a sus hijos, sin saber nunca si en ellas estará la felicidad y el progreso para ellos. Se comenta que Delibes no juzga en el libro, sólo plantea los sentimientos de un niño de 11 años que tiene que dejar que otros decidan cuál es su camino. Es normal que tenga miedo a lo desconocido, y que pase esa última noche en vela, es algo que también le sucede a cualquier adulto ante un cambio.

Mientras nos tomamos de postre un tocinillo de cielo con tartar de frutas, Rosa cuenta la experiencia de muchos niños (por ejemplo, Ángel, su marido), a quienes sus padres mandaban internos con 6 años a un colegio jesuita en Villafranca de los Barros.

Terminamos admitiendo todas que tiene golpes muy buenos en algunos capítulos, como el noviazgo del maestro con la hermana de Roque, el Moñigo. Marga nos cuenta entonces una anécdota que le sucedió a su amiga Pilar Alamillo y sus hermanas, que nos permite hacernos una idea de la humanidad del autor.

Para dar por concluido el tema, votamos y El camino obtiene una puntuación de 7,38 (lo redondearemos a 7,5). Rosalía opina, llegado este punto, que lo valoraríamos de forma diferente si no supiéramos quién es su autor, aunque Mª José opina lo contrario porque, si conoces el autor, esperas más de él y te puede llegar a decepcionar.

Empezamos a comentar entonces el segundo libro: Paradero desconocido, de Kressmann Taylor...Pero esa es otra historia.

CONTINUARÁ....

7 comentarios:

Verónica R. dijo...

Julia, la cantidad de información que conseguiste reflejar en tu cuaderno. Magnífica esta primera parte no se te ha escapado detalle y encima añades detalles como las fotos. Impaciente también espero la segunda parte.
Buen fin de semana.

Beatriz dijo...

¡Perfecto el 1/2 resumen!

¡¡Feliz fin de semana otoñal!!

Maite F dijo...

Bueno, bueno ese resumen . SUbire las fotos en breve

emma dijo...

Un resumen perfecto y con todo detalle.¿Apuntastes todo esto? ¡que máquina!
Maite estamos deseando ver tu reportaje, pero esperaremos que se te pase el resacón del cumple.

Maite F dijo...

Ya estén mis fotos, escasas, pero muy nítidas. Si me haceis llegar las otras, las junto todas. Espero la otra mitad del resumen con impaciencia

Julia Campos dijo...

Ya le he enviado mis fotos a Maite para que las cuelgue. El resto del resúmen estará mañana, no me ha dado tiempo de hacer nada el fin de semana. Besitos.

Pilar Bacas dijo...

Siempre admiraré la capacidad que tenéis de sintetizar ese guirigay. Y no sólo de sintetizar, sino de informar, porque yo me entero de lo que se ha dicho cuando leo las actas. ¿Será el vino? Gracias, Julia
¡ALGUIEN TIENE EL TELÉFONO DE PILAR GALÁN? ¡¡POR FAVOR!! LO QUIERO YAAAAA