miércoles, 25 de enero de 2017

CENA DE NAVIDAD EN EL RESTAURANTE TÁPARA: 12 DE ENERO DE 2017



Con muchas ausencias, y una vez resuelta la controversia generada en el grupo ante las propuestas para cambiar la fecha que se había acordado, el jueves 12 de Enero tuvo lugar la cena del libro correspondiente a la Navidad 2016. Al final asistimos más de las previstas (Maite, Mª José, Marga, Pilar, Rosa, Rosalía, Verónica y yo misma), aunque se notó mucho la ausencia de las que no pudieron acompañarnos en esta ocasión (Beatriz, Carmina, Emi, Emma, Isamari y Mayte Macías).

Como suele suceder siempre (y en esta ocasión con más motivo aún, teniendo las fiestas de Navidad tan recientes y habiendo transcurrido tanto tiempo desde la última reunión), dedicamos un buen rato a charlar un poco “de lo divino y de lo humano”, mientras nos iban sirviendo las bebidas y los primeros aperitivos. Hay que decir que en el restaurante habían  cumplido y nos habían colocado las mesas a modo de cuadrado, como nos gusta estar.

Mientras nos lanzábamos a comer unos bastoncitos de pollo con salsa de soja, mostaza y miel, empezamos a comentar el primer libro propuesto (Las chicas, de Emma Cline). Sólo Marga y Rosalía lo habían terminado de leer, aunque Maite y Verónica también lo llevaban leído a medias; otras, como yo, ni siquiera lo habíamos empezado (entono el “mea culpa”…), por lo que poco pudimos aportar al debate.
La opinión entre las que lo habían leído, entero o a medias, fue que les había resultado algo sórdido, aunque les terminó enganchando, por lo menos a ratos. El libro hace una descripción veraz de la América profunda, puesto que para escribirlo la autora se ha documentado sobre el terreno de la forma más real posible. No estaba interesada en contar la historia de Manson, conocida por todos, sino la de las chicas que estuvieron con él y los motivos que las llevaron a formar parte de aquel grupo. Manson era un hombre que sabía captar la atención de la gente, acercándose sobre todo a personas marginales o problemáticas para atraerlas con su personalidad, de manera que terminaran perdiendo la suya propia. De esa manera, estas chicas adolescentes cayeron fácilmente en sus redes. Aunque el relato describa el maltrato que recibieron, resulta un poco “light” porque no termina de reflejar del todo lo que realmente pasó. Según parece ha tenido buenas críticas y ha sido traducido a muchos idiomas, aunque por otra parte ha contado también con mucho apoyo de marketing.

A todo esto Pilar ya se había incorporado a la cena y, como siempre, nos ofreció una visión más  profesional: cuando empezó a leer se encontró con muchas frases que le dieron la sensación de estar mal traducidas, por lo que le resultó poco creíble y decidió dejar de leerlo. Sin embargo, todas las que lo habían leído coincidieron en admitir que, a pesar de no ser un libro cómodo de leer ni de disfrutar, merecía la pena leerlo. También fue unánime la opinión de que se trata de una historia muy apropiada como guión de una película.

Y entre charlas y viandas (bolitas kataifi rellenas de bechamel de jamón ibérico y mermelada de pimiento, hojaldre de setas y langostinos con bechamel de puerro y bacon, setas a la plancha con queso de oveja fundido y lascas de jamón ibérico, bacalao dorado con langostinos…¡y menos mal que anulamos la pluma ibérica con pimientos de Padrón!), nos pusimos a hablar del otro tema que nos traíamos entre manos, que surgió a colación de la serie de televisión “Lo que escondían sus ojos”, y que no era otro que los amoríos entre el cuñado/ministro de Franco, Serrano Súñer, y Sonsoles de Icaza, marquesa de Llanzol, y la hija que tuvieron fruto de esa relación, Carmen Díez de Rivera. Charlamos un poco de esta historia y de lo mal que nos había parecido el papelón que les había tocado jugar a su tía, Carmen de Icaza, y al sacerdote de la familia cuando le tuvieron que contar la verdad a Carmen. Y nos hicimos esta pregunta: ¿se lo habríamos dicho nosotras? Resulta difícil ponerse en la piel de una persona tan condicionada por las apariencias, a quien le ha tocado vivir un momento social y político tan diferente al actual; pero en general todas opinamos que Sonsoles de Icaza debió de ser una mujer distante y fría. También se apuntó que en la serie se había pasado muy de puntillas por la historia política del momento, sin presentar a Serrano Súñer como lo que en realidad era: una persona cruel y sin escrúpulos (me ahorro los calificativos que le dedicó Pilar en este punto…). Aunque mi opinión fue que lo que trataba de contar la serie era una historia de amor, es cierto que se le podía haber dado una visión más realista del momento histórico en el que se estaba produciendo.
Algunas habíamos leído algún que otro libro sobre Carmen Díez de Rivera y su papel en la transición española, y comentamos varios aspectos de su vida que habíamos leído. Alguien apuntó que era una mujer que se arrimaba a todo aquel que tuviera valía política, “beneficiándose”  de paso a unos cuantos de ellos, y que militó en varios partidos diferentes después de dejar a Suárez. Parece ser que, estando a punto de morir, estuvo viviendo en Candelada.

Y como colofón de la cena pasamos a tomar un sorbete riquísimo de mango, naranja y piña, después de lo cual procedimos a hacer el reparto habitual de regalos de Navidad. Una a una, fuimos cogiendo nuestros papelitos de la suerte y abriendo los regalos que nos habían tocado, tratando a la vez de adivinar quién había comprado el obsequio en cuestión.
Y después de muchas risas y alegría, además de otro de los sorteos que acostumbra a hacer Pilar (que creo que le tocó a Maite), dimos por terminada la cena de Navidad.
El libro propuesto para la próxima cena es “Patria”, de Fernando Aramburu. La fecha fijada es el próximo 9 de marzo, y la organizadora será Mª José.
Y aquí acaba mi intervención, ya no os canso más…

Sólo permitidme enviar, en nombre de todas, mucho cariño, oraciones, energía y pensamientos positivos a dos de nuestras amigas en este momento delicado. Sabéis que estamos a vuestro lado y os queremos.