jueves, 10 de marzo de 2016

ACTA CENA 18 DE FEBRERO 2016 "EL HEREJE" MIGUEL DELIBES



18 de febrero de 2016, puntuales la mayoría, menos las que habían ido a ver un corto al Ateneo que estaban disculpadas, nos juntamos una vez más en Eulogio Blanco, sonrientes y besuconas, alegres de reencontrarnos y echando de menos a M José, Maite Macías y Marga que por motivos dispares no habían podido asistir.
Entre plato y plato, ensalada de perdiz, berenjenas, tacos de solomillo, fruta y dulces y después de habernos puesto al día, del nuevo niño y de la alegría de la abuela de estar con él, y el recuerdo de las que faltaban, fuimos comentando y desgranando “El Hereje” de Miguel Delibes.
Una vez más, y gracias a la riqueza del grupo surgió la polémica, es genial porque no tenemos punto medio, a algunas les encantó, a otras les fue enganchando y a otras entre las que me encuentro fue la obra de Delibes que menos nos había gustado de las que conocíamos. Si coincidíamos todas, que el inicio era un poquito caótico. A las que les había parecido interesante defendían lo bien que describía a los personajes y lo bien documentado que estaba, sin embargo Pilar comentó que le había llamado la atención que en una conferencia que había estado, el ponente al cual no menciono, lo había calificado de anacrónico y justificaba su afirmación diciendo que en esa época no existían los gremios, bueno opiniones con la que otros historiadores no parecen coincidir.
Se destacó lo bien que describe el Valladolid del siglo XVI y la vida de la ciudad que vive un momento de expansión, en un contexto histórico relacionado con las corrientes protestantes, la censura y la Inquisición. Logra igualmente llevar a la reflexión sobre la intolerancia y la violencia que proviene de ella-
Yo leí una crítica encontrada en un Blog “La Ficción Gramatical” con la que me identificaba totalmente, ya que afirmaba lo que yo pienso “Vaya por delante que Delibes me parece un narrador excepcional, un escritor extraordinario de una solidez y solvencia indiscutible, pero no por ello resulta menos llamativo que el inicio de su carrera y tristemente su final, se produzcan con sendas obras en falso….”,  tal vez, porque me faltaban las palabras para expresar mis opiniones sobre la obra o porque como era la organizadora de la cena consideré que debía aportar otros comentarios o reflexiones, que enriquecieran al grupo, como habíamos hecho otras veces, pero no fue muy acertado por mi parte, porque originó polémica y desencuentros que lamento.
Quiero terminar con una frase del libro, que el autor pone en boca de Pedro el párroco de Pedrosa “….LA VERDAD Y LA CULTURA, PARA SER TALES, DEBEN MARCHAR UNIDAS”.