viernes, 5 de abril de 2019

ACTA DE LA CENA 4 de abril 2019

Anoche tuvimos nuestra querida cena.
Me arriesgué a cambiar de sitio, ya llevábamos varias en el mismo restaurante y cada vez que nos reuníamos comentábamos que era un local muy ruidoso, sobre todo si había más mesas ocupadas.
Nos reunimos en la “Tapería la Majá”, en los soportales de la Plaza Mayor. Es un local pequeño, pero tiene una parte de comedor en el que podíamos tener una mesa amplia y además, estar solas.
A pesar de la noche desapacible, con frío y llovizna, estuvimos puntuales todas las que habíamos confirmado la asistencia, nada menos que 10, para comentar el libro que se llamaba “Diez mujeres” de Marcela Serrano. Muy curiosa la coincidencia.
Cenamos a base de ensalada con varias raciones, rejos, churrasco de pollo y carrilleras de ibérico. Nos faltó la sopa, como decían algunas, pero el frío no estaba previsto.
Enseguida empezamos a comentar el libro. Todas habíamos leído más de una historia, las que había indicado Pilar entre ellas. Menos mal que Maite Fer tenía un resumen, porque a la mayoría nos ha resultado imposible asociar nombre e historia de cada una a la primera.
Maite iba diciendo el nombre de la mujer y comentábamos: la alcohólica, la violada, la actriz, calla negra... nos iba leyendo el resumen de cada una y pasábamos a comentar algunos detalles. En general, algunas historias nos han parecido flojas y otras impactantes.
El lenguaje que emplea y cómo describe las cosas, aunque fueran trágicas, nos ha gustado. Para algunas, la reunión de las historias era un poco forzada, sin embargo Isa Mari decía que todas tenían en común la soledad, el sentimiento de estar solas en el silencio de sus propias historias. El hecho de reunirlas como terapia de apoyo entre ellas.
Comentamos la diferencia con el otro libro de Marcela Serrano que habíamos leído en el grupo, y que tanto juego dio, El albergue de las mujeres tristes; recordábamos dónde fue la cena y el tango que llevó Marga grabado. Para Rosalía éste otro libro era mejor que el que hemos leído ahora, otras no recordábamos con exactitud la historia del Albergue.
Mientras hablábamos, nos fuimos comiendo todos los platos, incluido el postre. Faltaba concretar fecha y libro próximos.
La fecha en mayo, barajamos en principio el 16, pero no podían dos y pasamos al 23, tampoco podían otras y al final, un poco liadas, decidimos que era buena fecha el 9.
En cuanto al libro, nos costó decidir qué hacer. Por una parte, no estaba presente la encargada de la siguiente cena, María José y no sabíamos si ella podría organizarla. La organizadora de ésta, una servidora, no había llevado ninguna propuesta, y tampoco ninguna de las presentes tenía un empeño especial en un libro concreto.
Rosalía proponía que leyéramos alguno de Stefan Zweig, pero no nos atraía ninguno y además, ya habíamos leído varios.
Al final, entre comentarios muy graciosos y con carcajadas de todas, decidimos “La cocinera de Castamar” de Fernando J. Muñez (leída por dos personas del grupo). Una novela de época, con sus intrigas y que nos permitiría, además, cultivar la historia de la España de 1720, así no sería una lectura tan frívola como podría parecer a simple vista. Isa Mari comentó que había comprobado que los libros de cocina de aquella época a los que se hace referencia en el libro, están disponibles en internet.
Con estas decisiones tan sabias, y un rato muy agradable de risas y calor humano entre nosotras, nos fuimos hacia el parking donde habíamos dejado los coches, cerquita del restaurante porque la noche no invitaba al paseo.
Será por la edad o por las risas del final, pero no recuerdo si tenemos que ir vestidas de goyescas o no…
Muchas gracias a todas por una velada tan agradable, fue una noche importante para nuestra propia terapia colectiva, como lo fue para las 10 mujeres del libro.