Aunque todas conocemos un poco la forma en que se fraguó el libro, me ha parecido interesante poner aquí un enlace a un artículo que he encontrado buscando algo de información, y que me ha parecido muy completo y coincidente en muchos puntos que se comentaron en la cena.
Para empezar, Isamari lanza una pregunta:
- ¿Quién era más malo de los dos?
Y se desata la tormenta. Hay quien opina que, de encontrarnos en la misma situación que Martin (el alemán), nos adaptaríamos al medio y actuaríamos igual, porque él mismo va cambiando de actitud con el paso del tiempo según avanza el libro; pero también es verdad que él no sólo se adapta, sino que se involucra en el movimiento.
Maite F. hace una comparación con lo que está pasando en estos momentos en Francia con Sarkozy y los gitanos: está empezando el nazismo, son ciudadanos europeos a los que se quiere expulsar del país por su raza. Aquí se genera un debate controvertido, porque Beatriz señala la hipocresía generalizada de los que declaran no ser racistas pero luego no aceptarían que los gitanos vivieran a las puertas de su casa.
Beatriz nos habla de unos conocidos de su familia que son alemanes, y sostienen que la gente de la calle no se enteraba de lo que pasaba. Esto es muy discutido, porque probablemente no sabían la magnitud del horror, pero sí que lo que se estaba cometiendo era una barbaridad; en este sentido, Isamari opina que actuar como si no pasara nada es un mecanismo de defensa. Rosalía comparte la opinión de Beatriz porque también tiene una experiencia personal en este mismo sentido. El pueblo alemán estaba pasando por una situación de penuria, de la que echaban mucha culpa a los judíos, por lo cual se justificaba el hecho de echarlos, era el instinto de supervivencia.
Maite F. habla también de la hipocresía de los americanos, que podrían haber bombardeado las vías de los trenes que llevaban a los campos de concentración si hubiesen querido, pero también miraron hacia otro lado. Les llegaba mucha información por la gente que llegaba del continente, sabían que algo pasaba y no hicieron nada. Piensa que el libro es una crítica al “primer mundo”.El pueblo alemán sabía que estaba desapareciendo gente, pero callaban. Maite opina que cualquiera haría lo mismo en la misma situación, es la capacidad de adaptación.
Rosa se ha leído varias veces algunas de las cartas; llega a la conclusión de que los judíos estaban acostumbrados a que “les dieran”, por eso se veía como algo normal lo que les estaba pasando.
Pilar dice que es impactante, y que le ha recordado, en cierto sentido, a El niño con el pijama de rayas, porque llega un momento en el que sabes que algo malo va a pasar. Comenta cómo la escritora construyó el relato a partir de dos hechos reales que le suceden y los convierte en una historia con una trascendencia que ni ella misma calculó nunca que tuviera. Además, tiene el valor de haber relatado una historia antes de que sucediera.
A Maite M. no le gusta el final, no cree sea necesario porque, en el fondo, estamos justificando la venganza. Y es cierto que, en general, no nos ha parecido mal que Max se vengue de su amigo, “se lo merecía”.
La historia de Hitler es increíble, pero en todas partes donde hay dictaduras, éstas se han generado por la situación que padecía la población. Incluso hoy en día hay países, como Suecia, que parece repetir conductas...
Verónica comenta que ha sido un libro de lectura obligada en la asignatura de Sociales, en 3º de la ESO de su Instituto; a los chavales les gustó.
En este momento le pregunto a Emma, que no ha abierto la boca en toda la noche:
-¿Te ha gustado el libro?
Y lo único que consigo que diga es:
- Sí, me ha gustado.
Después de la “verborrea incontenida” de Emma, volvemos al debate de los culpables en esta historia. A mí me parece que, desde el momento en que Isamari planteó su pregunta, todas teníamos claro quién nos parecía el malo, tenemos un juicio ya formado sobre quienes son los culpables en esta historia. Rosalía repite que la gente de la calle luchaba por subsistir, por lo que no se les puede culpabilizar de la misma forma que a los que tenían el poder. Rosa se acuerda de una frase de Candelaria en El tiempo entre costuras: “yo estoy con quien gana a muerte”. Rosalía habla de su visita al campo de concentración de Dachau, y de una frase que había allí que decía “el trabajo os hará libres”; la idea general que tenían los alemanes era que los judíos eran los que tenían y movían el dinero pero no trabajaban, por eso se tenían que realizar a través del trabajo.
Se habla también de lo que sería el pecado de omisión, no hay nada que nos mueva a actuar, la gente no se plantea nada más que sobrevivir. Mª José no está muy de acuerdo y nos recuerda que también hubo gente de la calle que escondió y ayudó a los judíos. En este punto, Emi plantea que resulta extraño que se puedan disculpar determinadas actitudes; pero Maite F. dice que no se disculpan, sino que se comprenden, o sea, que no es lo mismo justificar que comprender. Rosalía sigue insistiendo en que la gente de la calle no encubría la situación, sino que no la conocía, porque la facilidad y rapidez de difusión de la información que tenemos ahora no tiene nada que ver con la de entonces. Y Maite F. también reitera que si hubiese sido alemana, seguramente sería antijudía, porque lo normal es empatizar con el entorno.
Como a estas alturas ya nos hemos tomado el cava y el café, como además los argumentos ya se van repitiendo, y todavía quedan algunas cosas por hacer (¡las rifas!), decidimos dar por zanjado el debate. Ha quedado claro que es un libro que mueve pasiones, a pesar de ser tan corto (he tenido que tocar la campana varias veces porque se formaban corrillos de "cotorreo") y, como bien dice Marga, se puede recomendar sin miedo; de hecho, se lo han leído todas las personas de su entorno. En la votación se le otorga un 8,25 (¿redondeamos al 8,5?).
Pasamos a los libros propuestos, que son los siguientes:
-Grandes superficies, de Pilar Galán.
-El lenguaje perdido de las grúas, de David Leavitt.
-Burlando a la parca, de Josh Bazell.
-Lo que el día debe a la noche, de Yasmina Khadra.
-El museo de la inocencia, de Orhan Pamuk.
-Todo cuanto amé, de Siri Hustvedt.
-La sal de la vida, de Anna Gavalda.
-Ave del paraíso, de Joyce Carol Oates.
-Brooklyn, de Colm Toibin.
La organizadora de la próxima cena será Pilar Bacas, y la fecha queda fijada para el día 28 de octubre.
Marga nos comunica oficialmente que se va a trabajar durante dos meses a Guatemala, el próximo 16 de octubre. Entre risas, nos planteamos la posibilidad de organizar allí la próxima cena (no estaría mal cruzar el charco)…pero va a ser un “pelín” difícil…
Pasamos a la tradicional rifa del lote que trae Maite F. Para que quede constancia escrita, las únicas a las que nunca les ha tocado son Emi, Maite M., Beatriz, Pilar y Rosalía. Se rifa, pues, y le toca a…¡Rosalía!
Después, Beatriz rifa tres libretitas que nos tocan a Emi, Mª José y a mí misma…¡qué suerte!
Ahora es Pilar la que nos sorprende: ha hecho unos libritos con el relato de Olegario ya retocado y perfeccionado; lo único que le queda por saber es la identidad de la molinera y de la encina, para poder ponerlo en el libro. Como Rosa ya lo tiene, no entra en la rifa; ahora le tocan a Marga, Bea, Isamari, y otra vez a Mª José y a mí (¿por qué no habré comprado hoy los ciegos?). Rosalía nos revela un secreto: la molinera es ella misma. Ya sólo queda por conocer quién es la encina…¡manifiéstate, encina!
Bueno, pues ya hay poco más que contar después de esto. Espero no haberos aburrido demasiado. Nos vemos el próximo 28 de octubre con los deberes hechos.
Hasta entonces, muchos besos.
16 comentarios:
He tenido que leer esta segunda entrega volando, en medio del trabajo. Y, jadeante, no doy crédito a la profusión de detalles !!!, pare imposible anotarlo todo, cenar y hablar al mismo tiempo. Cuando me toque a mi, estoy pensando en llevar una grabadora para las notas ......
La verdad es que no perdiste detalle, genial, así logras que no nos olvidemos de nada. Pones el listón muy alto
Desde luego Julia, genial. Como Maite, estoy leyéndolo en el trabajo y he acabado agotada porque no le podía dedicar mucho tiempo y tenía muchas ganas de leerlo. Completísimo el resúmen y hace que volvamos a él cuando tengamos necesidad. La fecha por ejemplo del siguiente encuentro?, la organizadora? En fin, todo, todo.
Felicitaciones a la organizadora.
En dos palabras "im presionante"
lo que digo, ó te ofreces , ó te obligamos, tu decides.... pero sería una pena que no hicieras tu siempre
A mi me gustaría saber el nombre de la persona que opina. Pensé que solo era Marga pero ahora creo que hay más gente que se oculta. ¿qué os parece?
Pues sí, parece que son dos, pero eso le da más intriga al asunto.
curiosonas, curiosonas.... a qué estais intrigadas???
¡vaya dia! me voy a descansar con tanto piquete, una no da a basto....
Muy completo Julia, no sé si será posible mejorar. Yo me apunto a la grabadora o a un "negro" que vaya tomando notas, redactando.. y yo mientras cenando, opinando, observando, dando recetas.. en una cena da tiempo para todo....ya sabeis.. la sal de la vida!!
Más intriga no saber el nombre, da más juego y es creativo, curioso!!!
Oye piquete, el "qué" no tiene acento, vale??
Cuando el "qué" tiene valor interrogativo se acentúa, ok?
¿será que Emi se fue una vez con paradero desconocido a Chesil beach? ¿lo habéis investigado? desde luego ¡vaya secretaria que os habéis buscado!
Por cierto, declino amablemente la sútil invitación que me hacéis para ser secretaria "in eternum" (no sé si se dice así, soy de ciencias). No os imagináis el tiempo que me ha llevado darle forma coherente a las notas inconexas que había en mi cuaderno. Creo que con una vez al año, más o menos, que me toque...es suficiente.
Estoy impresionada y apabullada con las actas de la última cena. Lástima que no sea la última porque ya estoy empezando a temblar con la que se me viene encima... En la vida sería capaz de reflejar una reunión de cotorras con semejante lujo de detalles. ¡Enhorabuena, Julia!
¿¿alguien se siente "cotorra"??
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