Cuando sea vieja, vestiré de morado,
con un sombrero rojo que ni haga juego,
ni me quede bien,
y me gastaré el dinero de mi jubilación
en coñac y guantes de verano,
y sandalias de raso.
Y diré que no hay dinero para mantequilla.
Me sentaré en el pavimento
cuando esté cansada
y devoraré muestras de las tiendas
y oprimiré los botones de alarma
y rasparé con mi bastón los barandales de las calles.
Y compensaré la austeridad de mi lejana juventud.
Saldré a caminar bajo la lluvia en zapatillas,
y arrancaré flores de jardines ajenos
y aprenderé a escupir…
Pero, tal vez debiera practicar un poco todo eso desde ahora.
Así la gente que me conoce no se asombrará,
ni se escandalizará al ver que, de pronto,
soy vieja y me empiezo a vestir de morado.Jenny Joseph ( Birmingham, Inglaterra, 1932). Periodista y poeta.
martes, 5 de mayo de 2009
Bajo el Magnolio - Marina Mayoral
Llevo 25 años dándole vueltas a la historia que ahora cuento de nuevo, espero que ya de forma definitiva.
La primera vez que conté la historia de Laura y Paco fue en Plantar un árbol, una novela corta que recibió el premio Gabriel Sijé . Después la amplié y la escribí en gallego en Unha árbore, un adeus , novela en la que solo hablaba la protagonista . Finalmente Paco ha reclamado su derecho a dar su versión de los hechos – los personajes también tienen sus derechos - y tuve que escribir Bajo el magnolio .
Este es mi resumen de la historia :
Una novelista publicó hace años la historia de una mujer que al cumplir los cincuenta va a su casa familiar a plantar un árbol y a hacer balance de su vida. Laura , la protagonista , se había alejado de su padre, de su tierra, del viejo pazo familiar , del amigo de infancia, para vivir lo que ella considera su vida propia, un camino nuevo, no determinado de antemano por sus circunstancias sociales. En esa novela – Un árbol , un adiós – solo se oye la voz de Laura, que contesta a sus interlocutores o que reflexiona a solas.
Bajo el magnolio comienza con la llegada al pazo de la novelista que escribió la historia de Laura. Quiere hablar con Paco, el hombre con quien todo el mundo pensaba que Laura se casaría , y que ahora es el propietario de la casa y las tierras que habían pertenecido a la familia de ella.
La novelista quiere conocer la versión de Paco sobre los hechos , quiere preguntarle cuales fueron las razones que lo llevaron a quedarse allí , sacrificando su vocación de arquitecto y adaptando su vida a los estrechos limites del mundo en el que nació y creció.
Paco la recibe con reticencia . Piensa que no es imparcial , que tenía que haberle dado antes la oportunidad de hablar y de dar su versión de lo sucedido. Cree, además , que llega con ideas preconcebidas y que solo pretende ratificarlas. No acepta que lo que escribió sea una novela, porque allí está su vida y le exige controlar lo que vaya a publicar.
Paco acaba aceptando porque se da cuenta que, al hablar y discutir con ella, empieza a ver claros sentimientos que ha vivido de forma oscura, y empieza a entender situaciones y sucesos que nunca ha entendido.
El libro que el lector tiene en sus manos se ha construido con el material que la novelista ha recogido a lo largo de los años sobre la historia de dos personas que quizá han cometido un gran error y que nunca han querido reconocerlo. Recoge las conversaciones mantenidas con Paco, lo que en el pasado le contó Laura, y lo que la novelista intuye que Paco sólo le cuenta a Laura, cuando se sienta cada día bajo el magnolio que ella plantó y que él ha cuidado durante veinticinco años : los años que el magnolio ha tardado en florecer ; los que la novelista ha tardado en escribir esta historia.
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1 comentario:
Yo he leido el libro "Un árbol, un adiós", me lo ha dejado Maite, se lee de una atacada, porque es muy fino y tiene la letra muy grande.
Si alguna lo quiere, que me lo diga y lo "libero" con el permiso de la dueña.
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