domingo, 11 de mayo de 2008

I Encuentro Sevilla-Cáceres

Acabo de levantarme, y aún con esa pereza de domingo sin obligaciones en el cuerpo, me siento en el ordenador, para escribir y describir en magnífico día de ayer, antes de que las pocas neuronas funcionantes de mi cerebro se declaren en huelga y no recuerde la mitad de las cosas (nuestro grupo, a pesar del ejemplo de las de “Hoy libro”, sigue sin tomar ni una sola nota).
El fin semana empezó el viernes por la noche y hay planeada una visita al Museo Guayasamin para el domingo. Como no he podido ir (obligaciones familiares que tiene una), espero que alguna asistente de las afincadas en Cáceres complete esta entrada.
He colocado alguna foto puntual en este comentario, pero el grueso esta colgado debajo de las fotos de la cena con Dulce (vamos sumando acontecimientos). Añadiré las que me manden Rosa, que estrenaba cámara, y vaya usted a saber, y Julia que hizo un montón, con primeros planos de todas y de la que me fío bastante más. La fotógrafa del grupo de Sevilla fue destituida del cargo. Les prestaremos nuestro reportaje gráfico


A las diez menos cinco de la mañana estamos Bea, Marga y yo en el arco de la estrella, para empezar la visita guiada a la ciudad monumental. Poco a poco van llegando las familias sevillanas (parejas e hijos incluidos), con bastante puntualidad, dadas las circunstancias (la multitud de niños que traían sobre todo). Los niños más pequeños aparecen enfundados en las camisetas de “Caceres capital cultural 2016” que ha conseguido Bea. Tocan besos y presentaciones. Sus nombres me bailan, a pesar de repetirlos cientos de veces, otro dato que corrobora mi decadencia neuronal, así que espero no equivocarme de aquí en adelante.

Con ojos somnolientos se presenta nuestra magnífica guía, Milagros, amiga de Emma y Bea, que nos acompaña por la parte antigua con comentarios ágiles, amenos y salpicados de gracia. Hay que decir que contó con una ayuda inestimable, que ningún otro grupo había aportado hasta el momento: un masajista profesional que periódicamente aliviaba la tensión de su espalda, así qué, relajada, nos paseó por los palacios, las calles y el aljibe.




Aquí tenéis al subgrupo femenino adulto. Las tres adolescentes caminaban apartadas, y probablemente avergonzadas de sus mayores, los niños a su aire (excepto uno que aparece en la imagen y no controlo de quién es hijo) y los hombres se retiraron gentilmente, e hicieron las fotos, dando protagonismo a las mujeres presentes en aquel momento, que por orden, de izquierda a derecha somos: Pilar (Pililebe), Milagros, Bea, Cristina, Emma, Marga (Cáceres), Ángela, Maite (yo), Elena, Isabel, Pepa y Marga (Sevilla).

Poco después se unen al grupo Pilar Bacas, encantada, y con un pelo perfecto recién horneado en la peluquería, y Ángeles que ha madrugado y a las 12 de la mañana está en Cáceres, a tiempo para que su familia se vaya con el grupo de padres y niños a Los Barruecos, para un bucólico paseo en burro por los canchales. Como estamos un poco cansadas y hace un poco de frío (yo me había puesto una chaqueta de primavera-verano, monísima pero heladora) nos vamos a tomar una cerveza al antiguo Hotel Meliá (todavía no me he aprendido el nombre nuevo)- Algunas (las sevillanas y Emma, que no puede resistirse a esas cosas) hacen una parada previa en la tienda de enfrente, y aparecen adornadas con collares, pendientes y broches multicolores.

Ya son cerca de las 2 (hora de la comida) y se unen al grupo las tres sevillanas que faltan: Rocío (también llamada Julia Carlota, pero eso es otra historia y debe ser contada en otra ocasión), María (Sur) y Maria del Mar. Para que podáis poner las cara a los nombres he numerado en la foto a las que no aparecen en la anterior: Rocio (1), Angeles(2), Maria (sur) (3) y Mª del Mar (4)
Cruzamos la calle y llegamos al restaurante “El Figón”, el de siempre de Cáceres de toda la vida. Aparecen las tres cacereñas que faltan: Isamari, y Julia a su hora y Rosa, corriendo como siempre, porque ella pensaba que el restaurante era otro, enfrente de su casa, y se le echó el tiempo encima. Bea y Emma habían conseguido, trabajándose al camarero , una mesa “cuasi cuadrada” (es decir, rectangular), en un reservado, y la verdad, para ser diecinueve, más o menos (con algunas protestas de las más cercanas a la puerta, que no oían del todo bien), nos pudimos entender y todo discurrió con un cierto orden.




Lo primero primero : cantamos otra vez nuestros nombres en alto; firmamos en el libro de actas de “Hoy libro”, un coqueto cuaderno entelado en rosa fucsia, con el logo en la portada e intercambiamos marcapáginas.
Lo segundo, dirigido suavemente por Marga-Sevilla: el comentario del cuento: Seguro que en el blog de “Hoy libro” aparece pormenorizado. Yo haré sólo un repaso general. Bartleby, el Escribiente de Herman Melville. Como un clásico que es, algunas (yo entre ellas) pensamos que en el lenguaje se nota la época y los años, y eso lo hace denso. Cristina apunta que el ser un relato publicado por entregas en un periódico explica el carácter a veces reiterativo. La mayoría ve la historia como una fábula, aunque Rosa discrepa, porque según ella, en la administración, se ha encontrado con tipos superponibles (claro que nadie creyó que llegaran al punto de vivir en la oficina) Los personajes están fantásticamente descritos y “explicados”, salvo el escribiente, que aparece como un fantasma. Y con un protagonista fundamental, el abogado. Julia cree que sus reacciones a lo largo de la historia nos enfrentan con nuestras propias respuestas ante personas similares (no tan extremas, por supuesto). El cuento ha sido catalogado como unos de los primeros relatos existencialistas, y para Rocio y Pilar Bacas, lo mejor es el párrafo final, ese hombre trabajando en el departamento de Cartas Muertas, y dejandose luego morir encarcelado.
Se fija la segunda reunión Sevilla-Cáceres para el fin de Semana del 3-4-5 de Octubre. Hay tiempo, por favor, haced un hueco en vuestras agendas, va a resultar divertido y enriquecedor, se van a volcar con nosotras (su entusiasmo es apabullante), ellas ha venido ONCE, así que, fuera pereza, fuera compromisos (excepto los ineludibles), y vámonos todas. La lectura para ese día ha sido propuesta por Pilar Bacas (como escritora presente en el encuentro) El libro se titula “Una letra femenina azul pálido” de Franz Werfel .Os transcribo una sinopsis que he encontrado:

“Viena, 1936. Un alto funcionario del ministerio, casado con una bella y rica dama vienesa, abre una carta. Reconoce la letra azul pálido del sobre y esa caligrafía se hunde en su rutilante vida como un cuchillo y la disloca de inmediato. Es la letra de una mujer, un amor imposible del pasado, tal vez el único verdadero de toda su vida, y la carta habla de un chico, acaso un hijo ignorado. Esta magistral novela, escrita en 1941 y rescatada ahora con extraordinario éxito en varios países europeos, es un agudo retrato psicológico de un hombre con el «corazón destrozado», de una víctima de su propia cobardía, y un amargo y contundente análisis de la sociedad que ha ahogado su pasión.”

En el apartado final, ruegos y preguntas, Pilar Bacas nos pide el título de algún libro que nos hubiera gustado especialmente a lo largo de nuestra vida. Ha salido una lista que espero que algún día cuelgue en el blog. Luego, relato extenso de quienes somos, cómo nos conocimos, cómo nos organizamos, como elegimos el libro…Lo nuestro nos lo sabemos. Os hago un resumen de su historia. Parten de un “kit básico”, de seis amigas-vecinas-lectoras, y cada una de ellas, ha ido llamando a otras, hasta formar un grupo de quince, que nunca coinciden al completo (una de ellas por ejemplo, hermana de Marga, acude cuando puede expresamente a las cenas desde La Coruña, en avión, con vuelos baratos), cada una de ellas lleva un libro para recomendar, que de ahora en adelante deberán haber leído previamente, para garantizar mínimamente la calidad (han tenido algún tropezón, como nosotras). En la cena comentan el libro al principio, como hemos podido comprobar en esta comida, es una buena idea, te pilla fresca y los comentarios son más extensos y jugosos, propongo que nosotras lo incorporemos también como norma (que podremos romper siempre que queramos, no faltaba más).
A las 5 de la tarde, los camareros no echan amablemente, y nos vamos a La Fontana a tomar una copa (con o sin alcohol, de todo hubo), mas cotilleos en grupos pequeños, y para terminar un colofón inigualable: Pilar Bacas, nos invita a subir a casa de su madre (92 años muy bien llevados), para escuchar una pequeño concierto de piano, Allí nos sentamos las diecinueve, aplaudiendo encantadas, mientras ella tocaba el piano, sin audífono y sin gafas. Todo un reto. En esas estamos cuando llaman a la puerta. Es una amiga de la madre de Pilar, más joven, sólo tiene 74. Nos cuenta su vida como estudiante, trabajadora y concejala, en una época en la que a las mujeres de esta ciudad provinciana sólo se les permitía soñar con el matrimonio y los hijos. Las dos participaron muy activamente en la asociación de viudas de Cáceres. (presidenta y secretaría si no recuerdo mal). “Viajamos muchísimo” dice, entre risas, la madre de Pilar. Y nos vamos.
¿Alguien da más?

13 comentarios:

Beatriz dijo...

Mejor imposible!! Así de pronto no podría añadirte ningún detalle, ha sido como volver a vivirlo otra vez, qué gustazo, después de la tarde que he tenido...... La visita al museo ha sido estupenda. Reconozco que hacía años que no visitaba el museo y me sorprendido. Emma y yo hemos quedado en volver dentro de poco, alguien se apunta??? El sitio es precioso y tiene un jardín impactante. La obra de Guayasamín llama la atención por su colorido y realmente la ubicación es de lo más adecuado. En el museo había dos compatriotas del pintor haciendo video y entrevistando a los funcionarios del museo. Ha sido curioso. Ya a la salida, los niños de nuestras compis, se han vuelto a presentar uno por uno, pues Emma y yo no teníamos muy claro quien era hijo de quien. Tras un pequeño show con la canción del "chiqui-chiqui" nos hemos despedido con mucha pena pero con ilusión del próximo encuentro. Ah!! Cristina ya anda dandole vueltas al logo de nuestro grupo. Seguro que acierta. un beso

Cristina dijo...

¡Maite, me rindo! No se puede dar más, así que me niego a levantar acta de la comida en nuestro blog, porque no creo que hayas dejado "puntá sin hilo". Desviaré la atención poniendo un enlace al tuyo. Consultaré de todas formas nuestro libro de actas, no se vaya a enfadar nuestra secre Marga, después de tanto apuntar, pero si hay algo lo pongo aquí como comentario. Genial, sencillamente genial. Gracias.

Pilar dijo...

Amén, Maite. ¿Sois siempre así o la multitud sevillana os ha apabullado? (Comentario provocativo, por si sirve de algo)
Quiero decir únicamente: Gracias por todo a las que os habéis esforzado por hacernos todo tan fácil, un beso a Mila de nuevo por su estupenda visita guiada (por cierto, si alguien encuentra la piedra de mi pendiente llorando de soledad entre adoquin y adoquin que me la devuelva, por favor), mis saludos a las camas de Ikea que llevó al hotel Bea gracias a las cuales la dueña del susodicho se ha ganado un dinerillo extra (siempre son bienvenidas experiencias nuevas que dan gusanillo a la vida rutinaria que llevamos) y, sobre todo,y sin que sirva de precedente, mi aplauso a todas las sevillanas que cargaron consigo mismas, maridos e hijos; hijos sin marido, marido sin hijos (Perdón, este subgrupo no se dio)... y a Cáceres por ese misterio permanente que esconde intramuros. Pililebe

Maria-Norte dijo...

Muchísimas gracias por la crónica prmenorizada, que has hecho, soy María-Norte y a pesar de intentarlo me fué imposible ir. Ha sido muy gratificante ver y leer todo lo que hicisteis porqué rebaja un poco el disgusto de no poder haber asistido. Desde hoy me apunto para Octubre.
Un beso para todas

Anónimo dijo...

Ha sido genial haber podido participar un poco de esta experiencia de "hermanamiento lector". Me encantó compartir las sensaciones que nos habían provocado Bartleby y compañía, y también disfruté un montón con la copita y el inesperado concierto de piano. Gracias por vuestra invitación y acogida. Espero que Maite pueda colgar mis fotos. Besos a todas.

Marga dijo...

Maite: fantastico!!!que dominio, que claridad, que exactitud, que fotos!!!!da gusto pertenecer a un grupo de gente tan valiosa.
No pude asistir a la visita del museo, también tenía obligaciones familiares, no veía a mi hija desde el desayuno del viernes y creo que nos necesitábamos mutuamente. Soy Marga la de Cáceres, pero preferiría llamarme Marga la Rubia, ya que que soy rubia, muy rubia, y mi tocaya de Sevilla es morena, muy morena.
Saludos a todas y en especial a las compis de Sevilla que han traido belleza, frescura y mucho cariño.

rosalia dijo...

Yo no pude ir a esa comida y bien que lo siento ,pero con esa descripción detallada que nos ha hecho Maite, me he imaginado el dia y casi como si hubira estado, además acompañada de imagenes que nos ayudan a situar las caras de esos nombres que vemos en el blog. Algunas de las compis sevillanas, las conocí el Viernes de forma rápida fué una pena no compartir más tiempo con el grupo, nos veremos en Octubre y nosotras este jueves

isabel dijo...

Muchisimas gracias por todo, me lo pase genial,ha salido todo tan bien...sois muy majas besazos para todas.

Maite F dijo...

Ya están colgadas también las fotos que hizo Julia (están todas juntas, las suyas y las mías), visitadlas, hay unos primeros planos estupendos de todas. Espero comentarios. Me encanta se mueva tanto el blog. Haber si dura.

Cristina dijo...

Son estupendas las fotos, qué envidia, tener fotógrafas así en el grupo (no como otras...), si aparecéis por mi entrada del Sábado sabadete, veréis que os he pirateado unas cuantas (espero que no me cobréis derechos de autor). Lo dicho: ¡envidia cochina!

Isamari dijo...

Genial Maite, has contado todo de maravilla y sobre todo has logrado expresar lo que sentimos. Fué un día bastante agradable, es cierto que las sevillanas nos disteis un empujoncito de frescura, me encantó compartir esos momentos con vosotras y sobre todo conoceros
Un besazo para todas

Marga dijo...

Aquí Marga "la morena y muy morena". Lo malo de haberme retrasado tanto para entrar en el blog es que ya está casi todo dicho.... menos que llevo dos días con un peazo sonrisa bobalicona recordando todos los momentos que hemos compartido. Ha sido un encuentro precioso, me ha encantado contactar con vosotras, me he sentido muy muy cómoda y estoy deseando que llegue octubre. Fantástica la organización, la visita guiada, el lugar de encuentro, el menú, el concierto improvisado...¡ojalá lo podamos igualar cuando nos toque jugar en casa!

Anónimo dijo...

Hola a todas (más vale tarde que nunca): ¿qué puedo añadir a los que habéis dicho? no tengo el don de palabra que tenéis muchas de vosotras, pero no puedo dejar de agradeceros a las de Cáceres todas vuestras atenciones (que no han sido pocas). Muchísimas gracias, me pareció un día maravilloso y lo más importante fue que nos hicisteís sentir cómoda, como en familia. Mil y un aplausos a la madre de Pilar por ese concierto exclusivo que nos ofreció y a su hija por facilitarnos esa oportunidad. Besos a todas.