viernes, 1 de octubre de 2010

Abre la exposición ´Redescubriendo Guayasamín"



En 1995 la Diputación Provincial de Cáceres y la Fundación Guayasamín abrieron en el viejo chalet de los Pedrilla, situado junto al Puente de San Francisco, una casa-museo dedicada a la obra del pintor Oswaldo Guayasamín (Quito, Ecuador, 1919-1999) con 50 piezas de arte precolombino y una treintena contemporáneas.
Ahora, 15 años después, la obra de Guayasamín crece en el interior de aquel antiguo molino que quedó convertido en una sala de exposiciones con taller-estudio incluido. La Fundación, que ahora dirige el nieto del artista, ha traído hasta Cáceres 11 piezas nuevas. La muestra, titulada 'Redescubriendo Guayasamín', se inauguró ayer en los jardines que el museo comparte con la Casa Pedrilla. Fue a las ocho y media de la tarde, tres horas después de que los cacereños se llevaran la gran decepción de la jornada: Cáceres no está entre las seis ciudades candidatas que aspiran a ser capital europea de la cultura en el 2016.
Las 11 piezas que ha acercado la Fundación hasta Cáceres corresponden a las dos primeras grandes series pictóricas del autor iberoamericano. Hay tres cuadros que pertenecen a 'Huacayñan', que en quichua quiere decir 'El camino del llanto'. Y los ocho lienzos restantes forman parte de la etapa denominada 'La Edad de la Ira'. «Las obras de su primera etapa muestran el llanto de los indios, los negros y los mestizos de nuestra América. Y 'La Edad de la Ira' refleja toda la violencia desatada por el ser humano, que produjo las dos guerras mundiales, la Guerra Civil española y las dictaduras crueles de Iberoamérica». Así habla el ex presidente de Ecuador Rodrigo Borja Ceballos de la obra del que fuera su amigo personal. Ayer no se quiso perderse el acto y también estuvo en los jardines Pedrilla-Guayasamín.
La exposición que atesora el museo cacereño es única en Europa. Está concebida, de hecho, como puente de unión entre España y América Latina. En ninguna otra ciudad del continente existe una muestra tan vasta como la que hay aquí. «Es nuestra extensión hacia Europa», reconoce Pablo Guayasamín, el nieto del artista. Sí hay, en cambio, colecciones similares en Chile, Cuba, Puerto Rico y República Dominicana.
Las nuevas piezas de Guayasamín permanecerán en Cáceres durante, al menos, cinco años. Se suman a las que llegaron en el año 1995 con el objetivo de ofrecer al visitante una visión completa de la trayectoria del autor. «Van a permitir hacer una lectura transversal», señala Pablo Guayasamín. Además de 'Huacayñan' y 'La Edad de la Ira', existe una tercera etapa en la vida del autor. Se la conoce como 'La Edad de la Ternura' e integra las piezas que Guayasamín dedica a su madre y las madres del mundo. La Fundación no ha incorporado nuevas obras de esta etapa al considerar que los fondos cacereños ya eran suficientes.
La obra de Guayasamín dará en breve otro estirón en la ciudad. Según anunció ayer el presidente de la Diputación, Juan Andrés Tovar, la institución provincial y la Fundación Guayasamín han firmado un convenio que posibilitará la llegada de otros 60 cuadros del autor iberoamericano, que viajarán por diferentes puntos de la región. Además, el convenio permitirá que artistas de la provincia de Cáceres puedan mostrar sus creaciones en Ecuador.
¡OS ANIMO A IR!.

7 comentarios:

Julia Campos dijo...

Habrá que ir, por supuesto. Además, no conozco el Museo Pedrilla, no he entrado nunca. Es una de mis muchas asignaturas pendientes.

Rosa Mosqueta dijo...

Está precioso, muy cuidado, las salas son pequeñas y es muy interesante.

Cristina dijo...

¡maravilloso Guayasamín! yo fui cuando tuvimos nuestro inolvidable primer encuentro, pero habrá que volver a Cáceres para ver esos cuadros nuevos. Un motivo más... ¡como si tuviera pocos!

Rosa Mosqueta dijo...

Un hombre que le importaba tanto la paz y ayer en su propio país un intento de golpe de estado, ¡que horror!

Maite F dijo...

Iremos,, iremos...

Isamari dijo...

La verdad que merecela pena ir, y el Museo es muy agradable. Ahora estoy impresionada con la autora de la noticia en el blog, desde luego la Diputación debería seriamente plantearse tenerla en plantilla.
Un beso

Rosa Mosqueta dijo...

Gracias Isa Mari.