lunes, 30 de noviembre de 2009

JOSE EMILIO PACHECO, PREMIO CERVANTES 2009

Aqui tenéis un fragmento precioso del autor, que he visto en el Pais.com


ELOGIO DEL JABÓN



El objeto más bello y más limpio de este mundo es el jabón oval que sólo huele a sí mismo. Trozo de nieve tibia o marfil inocente, el jabón resulta lo servicial por excelencia. Dan ganas de conservarlo ileso, halago para la vista, ofrenda para el tacto y el olfato. Duele que su destino sea mezclarse con toda la sordidez del planeta.

En un instante celebrará sus nupcias con el agua, esencia de todo. Sin ella el jabón no sería nada, no justificaría su indispensable existencia. La nobleza de su vínculo no impide que sea destructivo para los dos.

Inocencia y pureza van a sacrificarse en el altar de la inmundicia. Al tocar la suciedad del planeta ambos, para absolvernos, dejarán su condición de lirio y origen para ser habitantes de las alcantarillas y lodo de la cloaca.

También el jabón por servir se acaba y se acaba sirviendo. Cumplido su deber será laja viscosa, plasta informe contraria a la perfección que ahora tengo en la mano.

Medios lustrales para borrar la pesadumbre de ser y las corrupciones de estar vivos, agua y jabón al redimirnos de la noche nos bautizan de nuevo cada mañana. Sin su alianza sagrada, no tardaríamos en descender a nuestro infierno de bestias repugnantes. Lo sabemos, preferimos ignorarlo y no darle las gracias.

Nacemos sucios, terminaremos como trozos de abyecta podredumbre. El jabón mantiene a raya las señales de nuestra asquerosidad primigenia, desvanece la barbarie del cuerpo, nos permite salir una y otra vez de las tinieblas y el pantano.

Parte indispensable de la vida, el jabón no puede estar exento de la sordidez común a lo que vive. Tampoco le fue dado el no ser cómplice del crimen universal que nos ha permitido estar un día más sobre la Tierra.

Mientras me afeito y escucho un concierto de cámara, me niego a recordar que tanta belleza sobrenatural, la música vuelta espuma del aire, no sería posible sin los árboles destruidos (los instrumentos musicales), el marfil de los elefantes (el teclado del piano), las tripas de los gatos (las cuerdas).

Del mismo modo, no importan las esencias vegetales, las sustancias químicas ni los perfumes añadidos: la materia prima del jabón impoluto es la grasa de los mataderos. Lo más bello y lo más pulcro no existirían si no estuvieran basados en lo más sucio y en lo más horrible. Así es y será siempre por desgracia.

Jabón también el olvido que limpia del vivir y su exceso. Jabón la memoria que depura cuanto inventa como recuerdo. Jabón la palabra escrita. Poesía impía, prosa sarnosa. Lo más radiante encuentra su origen en lo más oscuro. Jabón la lengua española que lava en el poema las heridas del ser, las manchas del desamparo y el fracaso.

Contra el crimen universal no puedo hacer nada. Aspiro el aroma a nuevo del jabón. El agua permitirá que se deslice sobre la piel y nos devuelva una inocencia imaginaria.


sábado, 28 de noviembre de 2009

Información sobre "La lluvia antes de caer" y entrevista con su autor

Os paso unas direcciones con críticas de nuestro próximo libro. Espero que os sirvan.


http://elmonorojo.blogspot.com/2009/10/proposito-de-la-lluvia-antes-de-caer.html

http://www.revistadeletras.net/imagenes-vitales-para-ver-mas-claro-la-lluvia-antes-de-caer/

http://ciberculturalia.blogspot.com/2009/06/existira-la-lluvia-antes-de-caer.html

Además si en Google poneis "pagina 2" y seleccionais "entrevistas" encontrareis una entrevista al autor J. Coe con fecha 4/10/2009.( Los entrevistados están colocados por orden alfabético!!!)

lunes, 23 de noviembre de 2009

FELIZ CUMPLEAÑOS ROSALÍA

Ayer fué el cumpleaños de Rosalía, te queremos felicitar desde aquí, esperamos que te guste.

Club de lectura en el programa "A vivir que son dos días"

Supongo que sabéis que todos los sábados de 11 a 11.30 en el programa de la SER, "A vivir que son dos días", hay un espacio que se llama el Club de lectura; el sábado 12 de diciembre hablarán de Truman Capote y de su libro "A sangre fría", os mando el enlace del programa, porque hay muchas recomendaciones de libros, además si por alguna causa no podéis oir el programa en directo, a través de la dirección lo escucharéis en diferido.
http://www.cadenaser.com/a-vivir-que-son-dos-dias/seccion/club-de-lectura/244/1

viernes, 20 de noviembre de 2009

Un poquito de información. Biografía de Jonathan Coe

Chicas, os mando un poco de información sobre el autor de nuestro próximo libro.



El novelista Jonathan Coe nació en Birmingham en 1961. Se educó en el Trinity College de Cambridge, y completó un doctorado sobre el Tom Jones de Henry Fielding en la Universidad de Warwick. Enseñó Poesía inglesa en Warwick, posteriormente trabajó como músico profesional, escribiendo música para jazz y cabaret. También trabajó como corrector de pruebas legales antes de convertirse en escritor y periodista independiente.



Además del libro que nos ocupa, Coe es autor de varias novelas como Los Enanos de la Muerte (1990), una historia de asesinato de culto en 1999, la aclamada What a Carve Up! (1994), una sátira mordaz de la vida británica en la década de los ochenta y ganadora del Mail on Sunday / John Llewellyn Rhys Prize y el Prix du Meilleur Livre Étranger (Francia), y la casa del sueño (1997), que ganó el Writers 'Guild Award (Mejor libro de ficción) y el Premio Médicis Étranger (Francia) y narra las aventuras de un grupo de ex estudiantes universitarios, reunidos en el misterioso acantilado de la casa donde solían vivir. El Rotters Club (2001), se centra en Birmingham en 1970, y cuenta la historia de un grupo de amigos trabajando en la revista de la escuela. Fue adaptada para la televisión por la BBC en 2005.





miércoles, 18 de noviembre de 2009

Flores para los Clutter


Hace 50 años que Holcomb fue testigo del crimen que inspiró al escritor Truman Capote para su obra maestra, 'A sangre fría'. El pueblo, enclavado en el corazón de EE UU, mantiene intacto el recuerdo de esa noche de 1959, en que cuatro disparos acabaron con seis vidas
A Robert Rupp le tiembla un poco la voz cuando habla de Nancy Clutter. "Era una chica muy especial... muy bonita, ¿sabe?", recuerda. Fueron novios cuando él tenía 17 años, y ella, 16. "Estábamos juntos todo el tiempo", relata por teléfono desde su hogar en Holcomb, Kansas (Estados Unidos). Hoy tiene 68 años, y aún transmite la ilusión juvenil que le unió a ella. La que rompieron dos convictos en libertad condicional la noche de noviembre de 1959 en que cuatro disparos acabaron con seis vidas. Perry Smith y Richard Hickock la mataron a ella, a sus padres, Herbert y Bonnie, y a su hermano menor, Kenyon. Robert fue el último que los vio con vida. Los asesinatos inspiraron a Truman Capote para escribir su obra maestra, A sangre fría. Pero Robert -Bobby para Capote- no ha leído el libro. No le interesa, comenta. "Pasaron años en que sólo pensaba en ellos, todo el tiempo, todos los días", recuerda. Sus cadáveres fueron hallados la mañana del 15 de noviembre de 1959. Hoy hace 50 años. También era un domingo.
Desde su publicación en 1965, A sangre fría se convirtió en un éxito. La novela ha sido traducida a decenas de idiomas y es considerada como una pionera en el género de no ficción. El escenario de la tragedia descrita por Capote no podía ser más emblemático del american way of life. Los campos dorados de Kansas son uno de sus estereotipos, y no es exagerado decir que es "el corazón de Estados Unidos", como dice su lema. El hogar de Dorothy, la heroína de El mago de Oz, se enclava justo en el centro del país norteamericano. Unos 2.600 kilómetros le separan tanto del océano Atlántico como del Pacífico.
Hasta 1959, Holcomb era un pueblo anónimo. Pese a la posterior fama derivada de la novela de Capote, los crímenes apenas se asomaron en los titulares en su momento. El relato ocupó una anodina columna en la página 39 de The New York Times del día siguiente. "Asesinados un granjero adinerado y tres miembros de su familia", reza el titular. "Fueron muertos a tiros de escopeta". "Las líneas de teléfono estaban cortadas". "Los cuerpos fueron hallados por dos amigas de la hija". 283 palabras que describen, escuetas, la tragedia que cambió al pueblo para siempre.
"Esas cosas no pasaban aquí, no en Holcomb", recuerda Dolores Hope, que trabajaba en el periódico de la comunidad, The Garden City Telegram, en el momento de los asesinatos. "Nunca ha ocurrido algo similar, ni antes ni después", comenta por teléfono. "Herbert era un líder en nuestra comunidad, su muerte y la de su familia causaron una herida muy profunda". El presidente Dwight Eisenhower había nombrado al jefe de la familia Clutter miembro del Fondo Federal de Créditos Agrícolas (Federal Farm Credit Board), aunque nunca vivió en Washington. "Era un señor respetable... era una muy buena familia", comenta Dolores. Ella y su esposo, Clifford, fueron anfitriones de varias cenas con Capote y su compañera de viaje, Harper Lee, durante la investigación de lo que inicialmente era una serie de reportajes para la revista New Yorker. "Eran amigos de la infancia y formaban una pareja rara... muy rara, pero muy simpática", relata. Los Hope, según cuenta Dolores, guardan un recuerdo entrañable de Capote: "Era un excelente conversador, muy gracioso". Eso sí, Hope destaca que fue Harper Lee la que ayudó a romper el hielo. Dos intelectuales neoyorquinos no eran precisamente los invitados habituales de las familias conservadoras de la rural Kansas. Dolores se deshace en elogios para Lee. "Es encantadora, se hizo amiga de todas las esposas del pueblo". Lee y Capote fueron invitados a la cena de Navidad del matrimonio Hope. Y algo de aquella amistad ha subsistido hasta el día de hoy. Dolores afirma que aún mantiene contacto con la autora de Matar a un ruiseñor.
Aun así, en Holcomb se miraba con recelo al excéntrico escritor y con todavía menos simpatía a su investigación. "Algunas personas estaban en contra de que escribiera sobre los crímenes, les parecía que faltaba al respeto de los muertos", comenta. Tampoco ayudó el hecho de que el relato se concentrara en los asesinos y no en la familia Clutter. "Muchos en Holcomb pensaron que se había aprovechado de su dolor", explica. Capote, según un artículo de The New York Times fechado en 1965, cobró unos dos millones de dólares por la publicación.
La tragedia dejó un profundo rastro de dolor en el pequeño pueblo. Tan honda era la herida que durante décadas no existió un solo recuerdo dedicado a la familia, pese a que mantenía una notable participación en su comunidad y en actividades benéficas. No hace ni dos meses que fue inaugurada una placa en su memoria en el parque del pueblo. La idea vino de Robert; su esposa, Colleen, y otros amigos de la familia. "No tiene nada que ver con el libro", subraya Rupp. Las dos hermanas supervivientes, Beverly y Eveanna, ahora rozan los 70 años y evitan a los medios de comunicación. Se sabe muy poco de ellas. Eveanna, que ya estaba casada en el momento de los asesinatos, vive en Illinois. Beverly, entonces una estudiante en la Universidad de Kansas, se casó con Vere English apenas unas semanas después del funeral de su familia y actualmente vive en Newton, a unos 340 kilómetros de Holcomb. "Ellas piensan que Capote no hizo justicia a su familia", explica Jerry Roth, miembro del comité que organizó el homenaje a la familia Clutter y amigo de Nancy y Kenyon. "Ojalá nunca lo hubiera escrito", declaró a Associated Press la nuera de uno de los hermanos de Herbert Clutter, Shirley, uno de los contados miembros de la familia que ha accedido a conversar con la prensa.
Incluso algunos no entienden el interés mundial por los crímenes y la novela. "Es sólo un libro sobre un asesinato en un pueblo pequeño", recuerda el abogado Duane West, el fiscal del juicio contra los dos asesinos, que terminó por condenarles a muerte. El hotel Wheat Land, en la cercana localidad de Garden City (a 10 kilómetros de Holcomb), apenas dedica una mención a que fue ahí donde Capote se hospedó durante su investigación. Un editorial publicado en The Garden City Telegram en 1960, al inicio del proceso contra Smith y Hickock, alega: "Desde el asesinato de la familia Clutter han ocurrido muchos crímenes similares en todo el país. Este juicio no es más que uno de tantos que la gente lee y se olvida". Muchos en Holcomb aún comparten esa idea. Llama más la atención recibir una llamada tan lejana que el relato de las muertes en sí. "Ah... sobre los Clutter... a la gente no le gusta hablar mucho del tema", explica Robin, una secretaria de la oficina del Ayuntamiento. El alcalde, Greg Cox, añade que "hay muchas personas que conocían a los Clutter personalmente. Para ellos no es una novela, es una tragedia que marcó sus vidas". La pequeña biblioteca de Holcomb guarda ocho copias de A sangre fría, pero son pocos los que en el pueblo han leído el libro. Durante muchos años, la novela era señalada como la culpable de que no cerraran las heridas y la causa de la no siempre bienvenida visita de turistas, explica Cox. No obstante, hay quienes defienden el trabajo del autor. "Un escritor decide qué es lo que necesita su relato", comenta Clifford Hope, esposo de Dolores y abogado de la familia asesinada. "Creo que él [Capote] hizo un retrato justo de los Clutter". Su esposa coincide: "Es un libro estupendo". Aun así, Capote no es un personaje popular en el pueblo. El autor nunca se libró de las acusaciones de que simpatizaba con los asesinos y que incluso mantuvo una relación personal con uno de ellos, Perry Smith.
El diario Wichita Eagle realizó un sondeo en todo el Estado para medir el impacto de los crímenes. "Fue un momento crucial para la gente de Kansas. Fue a partir de ahí cuando se comenzó a echar la cerradura y a sospechar de cualquier extraño", describe la periodista Beccy Tanner. Holcomb no es el mismo pueblo que Capote conoció, añade su alcalde. Apenas sumaba unos 260 habitantes en 1960 y ahora roza los 2.000. Además, Kansas es considerado uno de los Estados con mayor diversidad étnica. Una cuarta parte de su población es de origen latinoamericano. Y el escenario del crimen, la finca de los Clutter, es el hogar de Leonard y Donna Malder. Los Malder compraron la propiedad en 1990 para contar con un sitio grande en el que recibir a sus seis hijos y sus cerca de 20 nietos.
Pero el recuerdo de esa noche aciaga no se apaga. Los protagonistas de la historia descansan entre el paisaje rural que Capote describió con tanta meticulosidad y que hacía parecer tan extraño que un crimen tan horrendo hubiese ocurrido ahí. Los Clutter fueron enterrados en el cementerio Valley View, en Garden City. Robert Rupp cuenta que acude cada año para llevar un ramo de flores. "Lo haré hasta que muera", relata. Su tono es dulce cuando recuerda a Nancy y su familia, y rehúsa dedicar una sola palabra a los asesinos. "Nunca quise tener nada que ver con eso", afirma. Unos 700 kilómetros separan la tumba de los Clutter de las de sus verdugos. Después de morir ejecutados en la horca en abril de 1965, Perry Smith y Richard Hickock fueron enterrados en el cementerio Mount Muncie, en Lansing (Kansas). Las autoridades penitenciarias afirman que entre 10 y 15 personas visitan sus tumbas cada día. Y que también ha habido días en que alguien les ha llevado alguna flor.

martes, 17 de noviembre de 2009

Cipallo, yuca, tomateeeeeeee Otro relato de Pilar Alamillo


Cipallo, yuca, tomateeeeeeee,
Sandía, Mamón, ceboooolla,
Mandioca, melón, lechuuuuga
Cada mañana me despierta una voz grave, distorsionada y suave que proviene de un carrito del que tiran dos caballos bajitos, porque aquí los caballos son de una talla reducida para lo que estamos acostumbrados nosotros. En este carro van un hombre y un chavalín de unos diez años. El hombre lleva las riendas y un micrófono. A su lado lleva un altavoz que me recuerda los tocadiscos antiguos, aquellos que figuraban en aquellos discos que se llamaban “la voz de su amo”. Aunque como casi todos sois más jóvenes que yo, posiblemente no los recordéis. Inmediatamente detrás se sienta el chavalín que va siempre atento a las casas por si alguien aparece a comprar la fruta que venden y que con tanto esmero vocea su padre (si es que es su padre)
Todavía dormida, ese sonido me traslada a otros tiempos y otros espacios. Parece más la llamada a la oración del almuecín que las voces de un vendedor ambulante. No sé si vuelvo a Marruecos o mi infancia, cuando, en los veranos de pueblo, también pregonaban mercancías por las calles. A medida que avanzan, las palabras van adquiriendo nitidez y yo también. Normalmente salto de la cama a la ventana para ver si lo veo, ¡me hace tanta gracia!
Resulta tan extraño, en unos tiempos en que ya todos compramos en los grandes supermercados, el que aún se pueda comprar de esta manera. Me pregunto ¿en qué momento hicimos este cambio gigantesco? Las costumbres van cambiando y, quizá, somos nosotros mismos los que las hacemos cambiar, pero no sé si nos damos cuenta de cómo se suceden estos cambios y de cómo nos vamos adaptando dejando atrás otros modos sin apenas notarlo.
Una de las cosas que me gustan de esta colaboración en Paraguay es notar como la ciudad y sus usos se van apoderando de mí. La primera impresión de esta ciudad de contraste va cambiando a medida que pasan los días. La sorpresa se va diluyendo y voy viendo con naturalidad las cosas que antes me llamaron la atención. Pienso que si esto me pasa a mí, que solo llevo un mes, para los que desde siempre han vivido en este lugar y con estas formas debe resultar muy difícil propiciar cambios. Y ¿hasta que punto es mejor el modelo que ofrecemos?
Vale, ya sé. Por muchas razones, pero hoy tengo un día tonto, será por el catarro que me embota la nariz y los ojos.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Jorge Luís Borges: el libro

No se si conoceis a Juan Camisón, Profesor de Lengua y Literatura Francesas de la Facultad de Formáción del Profesorado de la Unex. Con varios premios de poesía y autor de varios libros. La semana pasada igual que Pilar Bacas compartió una horita con nuestros alumnos y entre otras cosas mencionó unas palabras de Jorge Luís Borges que me gustaron y quiero compartirlas con vosotras.

"... De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono, de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: es una extensión de la memoria y de la imaginación...."
Me parece una definición muy acertada y espero que esteis de acuerdo.

La lluvia antes de caer - J. Coe - Crítica aparecida en El Pais - 11/07/2009


CRÍTICA: EL LIBRO DE LA SEMANA
La vida verbal de la fotografía
FRANCISCO SOLANO 11/07/2009

Jonathan Coe abandona la sátira y emprende una nueva exploración narrativa. La escucha del contenido de unas cintas trama una extensa historia familiar apta para leer en voz alta. "Quizás el caos y el azar son el orden natural de las cosas", escribe el autor

Con La lluvia antes de caer Jonathan Coe (Birmingham, 1961) abandona el registro satírico de sus novelas anteriores (El club de los canallas, El círculo cerrado), lo que ha supuesto una sorpresa para sus lectores, sorpresa que el propio escritor ha atenuado aclarando que tenía la historia desde hacía más de veinte años, pero sólo ahora se veía capaz de escribirla. Desde este punto de vista podría decirse que han sido las otras novelas, por tanto, las que le han llevado a un registro distinto al que inicialmente pretendía. Sea como sea, Coe ha salido más que airoso de esta nueva exploración narrativa.

La lluvia antes de caer
Jonathan Coe
Traducción de Javier Lacruz
Anagrama. Barcelona, 2009

256 páginas. 18 euros

No se sabe qué admirar más en esta novela, si la sutil eminencia del estilo evocativo, esa intimidad susurrada que parece que llega de otro mundo, o la tácita defensa de la palabra frente a la imagen. La narración es la escucha del contenido de unas cintas. En ellas una voz ya muerta describe veinte fotografías (que incluye alguna postal), para transmitir así la historia de su familia, cabe decir su experiencia de la vida, a una muchacha ciega, pariente lejana, casi una desconocida. La grabación acoge la inserción de pausas, la emoción del instante, la fluctuación de la memoria, y acaso el vacilante punto de vista, con sus equívocos y parcialidad. La mujer, Rosamond, ha vivido al margen de las convenciones, aunque sin estridencia, y de igual modo ha decidido morir, después de ordenar su legado. Imogen, la chica ciega, viene a representar la zona oculta de la trama familiar, la fatalidad de la que nadie es culpable, aunque todos sean hipotéticos responsables. Al elegir ese medio se diría que la mujer logra así expresar una forma posible de contacto a través de la voz viva. La historia de la familia es la historia de las mujeres, madres e hijas que se traspasan sus debilidades y frustraciones, a la vez que se ocultan sus querencias. Rosamond, sin embargo, no ha tenido descendencia, y la destinataria natural de las cintas, la ciega Imogen, no sabrá que fueron grabadas para ella.

El procedimiento es mucho más que la elección de una eficaz estructura. Cada fotografía concentra una época, un episodio significativo, una estimulación de los recuerdos. Aparecen a modo de capítulos, donde el blanco que los separa sugiere el tránsito de la reflexión de una fotografía a otra. En su testamento, Rosamond dispone que, si no se localiza a la ciega Imogen, entonces sus sobrinos nietos Gill y David pueden escuchar las cintas. Gill y sus hijas serán los oyentes de ese testimonio dirigido a un fantasma en vida al que ellos sustituyen, y, como el lector, se entremeten en una historia ajena de la que, no obstante, participan para dar así sentido a la evocación de la anciana.

La lluvia antes de caer explora, más con serenidad que con melancolía, la zona no atendida de los afectos, el hartazgo que impone la presión familiar, la importancia del temperamento, los escrúpulos cuando son una forma de cobardía. Resulta conmovedor y extraordinario dejarse llevar por esa radiante voz que vivifica las fotografías, que extrae un mundo de cada imagen, capaz de restaurar la distinta luz y la atmósfera moral -además de los objetos, la indumentaria, la arquitectura- del largo periodo que comienza en los años cuarenta y termina en la actualidad. Pero aún es más admirable, si cabe, la aparente ingravidez con que aborda los temas familiares más espinosos (el maltrato que a los tres años dejó ciega a Imogen) y la conciencia de la dificultad de transmitir correctamente un mundo ya desaparecido: "Qué difícil es contarte todo esto en el orden adecuado. Como siempre, se supone que te estoy describiendo una foto, y en cambio te lo he contado todo sin orden ni concierto. Pero, a lo mejor, es que no hay un orden exacto. Quizás el caos y el azar son el orden natural de las cosas". La valoración aquí de la expresión literaria, enfrentada a la imagen, adquiere en la novela una sugerencia ejemplar, especialmente ahora que la tiranía de la imagen desplaza, restringe o anula la potencialidad de la palabra. De ahí la sagacidad del pretexto narrativo (describir fotografías a una ciega, que serán escuchadas por videntes), un recurso apenas enfatizado que establece (sin olvidar al lector, que también es un oyente) una relación fuertemente discordante entre la imagen y su interpretación. "Una foto", se dice al principio, "sólo puede captar un momento entre millones de momentos de la vida de una persona"; la palabra, en cambio, despliega la historia que conserva la memoria, suscitada por la contemplación de una casa, de un grupo familiar o una roulotte. Por lo demás, la voz de la anciana Rosamond posee por momentos un tono de elegía clásico, esa remembranza envolvente poco habitual en la actual novelística. Seguramente la mejor manera de disfrutar La lluvia antes de caer sea leerla en voz alta.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

El Tereré. Desde Paraguay, por Pilar Alamillo

Una de las cosas que, desde el punto de vista de una extranjera, más identifican a los paraguayos es el uso del Tereré. De algún modo creo que les da una seña de identidad con respecto al resto del mundo, quiero decir que, si en un momento dado, se tomase un habitante, o varios, de cada país de la tierra y se les permitiese llevar algo a cada uno, estoy segura de que lo que los paraguayos llevarían sería el Tereré. Si delante de este montón de gente te preguntasen ¿quién puede ser de Paraguay? Los elegirías sin equivocarte.
A estas alturas, estoy segura de que ya os estáis preguntando ¿Qué coño será el Tereré? Seguramente pensaréis que se trata de una prenda de vestir o de un tipo de sombrero, o algo parecido, pero no. El Tereré es algo muy gracioso (o mí me lo parece). Se trata de un cacharro; de un termo grande con asa y una cobertura maravillosamente hortera con dibujos o mensajes al estilo de esos regalitos que dicen “para la mejor abuela” que allí vemos en algún bazar y sobre los que preguntamos si habrá alguien que los compre.
Esta funda está preparada para alojar un termo de dos o tres litros y un vaso que es de distintos materiales, seguramente según el poder adquisitivo de quién lo lleva y una especie de pajita para sorber el líquido. El equipo completo. del Tereré, en total, debe de pesar aproximadamente entre los tres o cuatro quilos y lo lleva todo el mundo en la mano: Obreros, taxistas, señoras que van a la compra, ejecutivos y los niños en cuanto alcanzan el tamaño o la fuerza necesaria para cargar con él. También se llevan a cualquier parte: reuniones ministeriales, por la calle, en el autobús, trabajo, al hacer la compra, cuando hacen deporte. Da lo mismo. El tereré es como un ángel de la guarda, siempre acompaña
En el termo llevan agua fría en la que ponen unas plantas y/o raíces de plantas a las que llaman Yuyos o remedios y que venden a lo largo de la calle o en la puerta de los lugares por las que tiene que pasar mucha gente. Por ejemplo, a la puerta del ministerio de Trabajo, en el que, además de los funcionarios del ministerio, se alojan los sindicatos y está siempre como el metro en hora punta. Estos remedios valen para casi todo y la gente se las pide al vendedor para lo que necesite, que puede ser para el hígado, al artrosis o, incluso para adelgazar. El vendedor, si lo considera oportuno (y con unas manos negras como si acabara de escarbar la tierra) machaca las plantas en un mortero grande o las deja enteras.
Pues bien, como digo, estas plantas se ponen dentro del agua y en el vaso, que creo que se llama pipa, se coloca mate. La historia está en que cada poco, echan agua del termo al mate y van chupando con una pajita metálica, que también según el nivel adquisitivo puede ser desde plata a hojalata. Esto lo llevan a todas partes y se invitan a chupar unos a otros con la misma pajita. Ya se van acostumbrando, pero al principio nos miraban como a extraterrestres cuando, en las reuniones de trabajo, nos excusábamos para no chupar del tereré que nos ofrecían. ¡Menudo asco!
Os cuento esto porque me parece muy llamativo. Realmente, visto desde fuera, parece que llevar tanto peso a cualquier hora es una costumbre rara y muy incómoda, pero por otro lado, si se tiene en cuenta el calor tan fuerte que suele hacer, debe ser un modo bastante efectivo de permanecer hidratados.
La primera vez que entré en el baño del sitio donde trabajo me quedé muy sorprendida porque tienen un cartel en el que dice que para mejor mantenimiento de los servicios “se ruega que no tiren Papeles, Yerba ni Remedios” y que se tire de la cadena. Lo primero que me pregunté fue que qué clase de yerba llevarían al trabajo (ya me habían parecido un poco fumados). Ahora ya sé a que se referían
Y para terminar, como anécdota, os cuento que una de las principales tareas que realiza la secretaria del Director del Servicio de Empleo es cuidar de que a éste no le falte nunca el agua del tereré.

sábado, 7 de noviembre de 2009

CENA DEL LIBRO HOTEL AH AGORA.- 29-10-09

Saludos, besos, ¿quién falta?, Maite M. y M José. Pasamos a la mesa, que está como a nosotras nos gusta, redonda, amplia. Sonrisas, la noche promete, sobre todo porque nos vemos todas, podemos hablar…Entre aperitivos, cápsulas de piña, langostinos…enseguida se anima la conversación.
Llega Rosalía, y les contamos a las que no pudieron asistir al café de su casa, la experiencia de Ana en la R. C. Africana, a todas nos había impresionado sobre todo la experiencia que había vivido, su fuerza y entusiasmo en el trabajo que había realizado a lo largo de estos dos últimos años. Les contamos las fotografías que habíamos visto, los paisajes, la forma de vida de las gentes, y terminamos no sé porque rara asociación recordando (las cacereñas), como cuando éramos pequeñas, en Pascua nos regalaban un borreguito al que todas poníamos unos madroños o un lazo y lo paseábamos por el rodeo, hasta que el día antes del Domingo de Resurrección nos despedíamos de él convencidas que volvía a su rebaño, porque también nosotras teníamos que volver al Colegio, ajenas a que justamente ese Domingo en todas nuestras mesas se comía un delicioso cordero tierno y jugoso. Y así entre recuerdos, nos adentramos en la trágica historia de un lejano pueblo de Kansas, Holcomb, que Truman Capote nos describe con suspense y gran realismo en “A sangre Fría”. A casi todas, menos a Julia y Bea, nos había enganchado desde el principio la novela. Pilar dice “es impecable”, a lo que Rosa añade que las descripciones del narrador le parecen sensacionales, “no importa saber lo que va a ocurrir, logra siempre que el interés se mantenga”. Verónica no está muy de acuerdo con esta opinión, a ella si le hizo perder un poquito el interés al principio.
Coincidimos en la impresión que nos causa saber que es una historia real, es una novela innovadora producto del periodismo de investigación, donde Capote consigue que el brutal asesinato, sin sentido, nos asuste, Rosa dice que ya nunca deja las puertas del campo abiertas, y Pilar confiesa, que no ha podido leer la novela en la soledad de su casa. Pilar nos hace reflexionar sobre dos cuestiones: en la estructura narrativa omnisciente, donde el narrador nunca aparece, está en todas partes sin ser visible en ninguna escena, y en el manejo que hace el autor de los tiempos verbales pasando continuamente del pasado al presente.
Ante la pregunta de Maite F., respecto a cuál de los dos asesinos consideramos que es más responsable, iniciamos un debate sobre el perfil psicológico de DicK Hickock y Perry Smith. Todas estamos de acuerdo que se nota como Capote se identifica de alguna manera con Perry, posiblemente porque a ambos les unían experiencias infantiles similares, por esto a veces sobre todo al final, cuando ambos están en prisión, es más benévolo en su descripción del personaje, en cuanto a sus emociones ( su vinculación a la ardilla, sus últimas lágrimas…).
Leo la biografía de T. Capote, y todas añaden algún dato más. Discutimos sobre el móvil del asesinato, el robo absurdo, la locura, y alguien comenta si creemos que los asesinos sintieron algo, Marga defiende que sí, que a pesar de todo, tienen sus emociones que de alguna forma manifiestan en el relato. Emi y Maite F. están convencidas de lo contrario, creen que no manifiestan ninguna emoción ni siquiera conciencia de lo que han hecho.
Y así continuamos analizando algún personaje más, como la señora de correos, la de la cárcel…. Y todas estamos de acuerdo con la lectura final de Maite F. “Capote logra una novela que muestra la radiografía de una sociedad completa, juntos víctimas y asesinos son como el microcosmos de América: luz y oscuridad; el bien y el mal”. Y en esta animada charla de vez en cuando se oyen las protestas de Enma, “nadie me escucha esta noche” (ni siquiera cuando pide la infusión), menos mal que como siempre su protesta está acompañada de una gran sonrisa, a la vez que comenta “esta noche no puedo, ni hablar, ni respirar”, pero ya creo que habló y respiró, y por supuesto disfrutó.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Libros propuestos en la cena de octubre


El informe de Brodeck - Philippe Claudel
Galardonada con el prestigioso premio Goncourt des Lycéens 2007 e instalada en las listas de libros más vendidos desde su publicación, esta última novela de Philippe Claudel continúa la senda iniciada en Almas grises: la investigación de los claroscuros del alma humana.
Apenas ha transcurrido un año desde el final de la guerra cuando una muerte rompe la tranquilidad de un pequeño pueblo perdido en las montañas. El único extranjero del lugar, a quien llaman Der Anderer —el Otro, en alemán—, ha sido asesinado y todos los hombres de la localidad se confiesan autores del crimen. Todos menos Brodeck, quien recibe el encargo de redactar un informe sobre lo sucedido «para que quienes lo lean puedan comprender y perdonar». Considerado actualmente uno de los mejores novelistas franceses de su generación, Philippe Claudel renueva su exploración de los recodos más sombríos del ser humano y sus complejos mecanismos. Los escasos detalles sobre el lugar y el tiempo de la acción, el pausado relato del narrador y su peculiar voz, al límite de la ingenuidad, otorgan a la novela la dimensión de una parábola de enorme eficacia e intensidad, a la vez sombría y llena de esperanza.

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La lluvia antes de caer - Jonathan Coe
Rosamond ha muerto. Tras el entierro, el testamento. Su herencia deberá repartirse a partes iguales entre tres herederos: dos tercios para Gill y David, los hijos de su hermana, el otro para Imogen, una desconocida. O casi desconocida, porque Gill recuerda que la vio una vez, hace más de veinte años, en una reunión familiar. Era una niña rubia y ciega de siete años, extraña y encantadora, que sedujo a todos los invitados. Pero cuando Gill va a casa de la muerta, encuentra otro legado: varias cintas de casete que Rosamond ha grabado antes de morir y una nota donde le dice a Gill que las cintas son para Imogen y, si no la encuentra, que las escuche ella. Meses más tarde, tras buscar sin éxito a la elusiva joven, Gill y sus dos hijas vuelven a oír la voz de Rosamond en esa grabación destinada a una ciega en la que, apoyándose en la minuciosa descripción de veinte fotografías ordenadas como un puzle fantasmal, cuenta una historia de madres e hijas que va desde los años cuarenta hasta el presente, tres generaciones de mujeres ligadas por el deseo, la culpa, la crueldad, la ambivalencia de sus afectos...

El tiempo entre costuras - María Dueñas
Una novela de amor y espionaje en el exotismo colonial de África.
La joven modista Sira Quiroga abandona Madrid en los meses convulsos previos al alzamiento arrastrada por el amor des­bocado hacia un hombre a quien apenas conoce. Juntos se instalan en Tánger, una ciudad mundana, exótica y vibrante en la que todo lo impensable puede hacerse realidad. Incluso la traición y el abandono de la persona en quien ha depositado toda su confianza. El tiempo entre costuras es una aventu­ ra apasionante en la que los talleres de alta costura, el glamur de los grandes hoteles, las conspiraciones políticas y las oscuras misiones de los servicios secre­ tos se funden con la lealtad hacia aque­ llos a quienes queremos y con el poder irrefrenable del amor.
Una novela femenina que tiene todos los ingredientes del género: el creci­ miento personal de una mujer, una historia de amor que recuerda a Casablanca… Nos acerca a la época colonial espa­ ñola. Varios críticos literarios han destacado el hecho de que mientras en Francia o en Gran Bretaña existía una gran tradición de literatura colo­ nial (Malraux, Foster, Kippling...), en España apenas se ha sacado prove­ cho de la aventura africana. Un home­ naje a los hombres y mujeres que vivieron allí. Además la autora nos aproxima a un personaje real desconocido para el gran público: Juan Luis Beigbeder, el primer ministro de Exteriores del gobierno de Franco.


Lo que el día debe a la noche - Yasmina Khadra:
Yasmina Khadra relata una historia torrencial, apasionada y conmovedora que se despliega desde 1930 hasta el presente y que constituye una valerosa defensa de la doble cultura franco-argelina, entre occidente y el Islam.
Una promesa hecha en secreto,un amor imposible, una historia torrencial y apasionante en Argelia desde la segunda guerra mundial a nuestros días.
Younes no tiene más que nueve años cuando su padre, arruinado por un especulador pierde todas sus tierras. Totalmente agobiado, resuelve confi ar el niño a su hermano, un farmacéutico integrado en la comunidad occidental de Orán. Los ojos azules de Younes y su aspecto angelical ayudan al chico a ser aceptado por la clase acomodada de la población. Su nombre ahora es Jonas y crece entre jóvenes colonos de los que se hace amigo inseparable. Descubrirá con ellos las alegrías de una existencia privilegiada que ni la segunda guerra mundial ni las convulsiones de un nacionalismo árabe en plena expansión pueden perturbar. Hasta el día en que llega a la ciudad Émilie, una joven fascinante que se convertirá en el objeto de deseo de todos los amigos. Nacerá así una gran historia de amor que pondrá a prueba la complicidad fraternal entre los cuatro amigos, divididos entre la lealtad, el egoísmo y el rencor que la guerra de la Independencia agrava.Una novela torrencial y emocionante, un libro entrañable sobre la identidad, la dignidad, la amistad y el amor bajo la voz narradora que se va transformando y que es de una belleza literaria notabilísima . Una defensa de la integración entre culturas


Matar a un ruiseñor - Harper Lee
La novela es un alegato por la igualdad, la justicia y contra el racismo; y narra la vida en el pueblo de la escritora durante los años de la Gran Depresión y, en concreto, un episodio ocurrido en el cual Atticus Finch, un respetado hombre en su comunidad y modelo de rectitud, defiende a un hombre afroamericano (es decir de raza negra) acusado falsamente de la violación de una mujer blanca, en el marco de un racista Sur profundo, donde los prejuicios por el color de la piel le supone prácticamente la condena. La defensa de este hombre va a acarrear a Atticus muchas dificultades con sus racistas vecinos. Paralelamente hay otras tramas, como las travesuras de sus dos hijos huérfanos de madre y otra sobre un retrasado mental que vive encerrado y del que no se sabe nada desde hace años. En la novela se plantean diferentes conflictos que pueden surgir en la convivencia de las gentes de una ciudad sureña, concretamente Maycomb, y que se manifiestan en el enfrentamiento entre ricos y pobres, blancos y negros..., y como contrapunto a todos los conflictos se alza la integridad de un hombre, el abogado Atticus Finch, que defiende lo que cree justo, y cuya rectitud es puesta a prueba. Aparte de estos temas tan trascendentales, se dan otros de fondo que tienen como protagonistas a los niños, sus juegos infantiles, sus miedos sus conflictos y su visión de la vida, que a veces se enfrenta a la de los adultos.

La novela tiene rasgos autobiográficos; el personaje de Scout estaría inspirado en la propia Harper Lee y el de Atticus Finch en su padre. Finch, por cierto, es el apellido de soltera de la madre de Lee. El tercer niño, un visitante, está inspirado en las historias que Truman Capote le contaba a Lee sobre sí mismo en su infancia.



Un mundo para Julius - Alfredo Bryce Echenique
La novela trata acerca de la vida de Julius, un niño sensible, solitario, curiosamente intuitivo y solidario, perteneciente a una adinerada familia de Lima, centrándose en su niñez (entre su casa-palacio, el colegio inglés adonde va, sus largas vaciones en fastuoso hotel Country CLub de Lima y la relación con familiares y amigos)y principios de su adolescencia (donde despertará para conocer dolorosamente el mundo "cruel" de los adultos al que nunca pudo entender.

La vida de Julius transcurre entre la servidumbre de la casa-palacio dondo vive y la superficialidad de su entorno. Incluso su madre, Susan "linda" (así es mencionado por el narrador), quien lo quiere sinceramente y acostumbra llamarlo "darling", no escapa a esta superficialidad. El padre de Julius, Santiago, representante de la vieja aristocracia, murió (a comienzos de la novela) tempranamente, de cáncer, cuando éste tenía apenas 2 años de edad. Su madre, una mujer elegante y "delicadamente frívola" se volvió a casar con Juan Lucas, hombre de negocios y representante de la nueva oligarquía, quien cambia radicalmente el estilo de vida de la familia y choca con Julius, al que encuentra infantil y completamente opuesto a él, sobre todo por su excesiva ingenuidad. Esto hace que Juan Lucas se refiera constantemente al niño como un afeminado y un "gilipollas". Así, Julius crecerá entre el amor y la comprensión de mayordomos, nanás, cocineras y jardineros y el mundo fastuoso, lleno de frivolidad y, a veces de hipocresía, de su familia.

Antes de eso, sin embargo, Julius sufriría la pérdida de Cinthia, su hermana, quien era la única persona de la familia que le demostraba verdadero afecto y Vilma, niñera de Julius, que tuvo que ser despedida por haber sido víctima de los deseos del hermano mayor de Julius, Santiago. Así Julius crece entre desconcierto y verdadera soledad

Anécdota-adivinanza profesional


Hola de nuevo. He intentado que esto fuera un comentario a la entrada de Verónica de Anécdotas profesionales, pero no he sido capaz de insertar una imagen que os quería enseñar (si alguien sabe cómo hacerlo, que me lo diga, "porfa"). Tengo un cliente que, cada vez que viene a la farmacia, suele traer un cartoncito (la solapa del envase de algún medicamento) en el que escribe lo que quiere comprar, por si se le olvida. Éste que os muestro es uno de esos cartoncitos; a la que primera que adivine lo que pone en la segunda línea le daré un premio en la próxima cena. No vale adivinar la primera porque, a pesar de la falta de ortografía, está muy claro lo que pone, ¿vale?. Bueno, pues...¡manos a la obra!

lunes, 2 de noviembre de 2009

ANÉCDOTAS PROFESIONALES

No se si habéis leido el comentario de Julia en la entrada de Herta Müller. Sería otra forma como digo en mi comentario de dinamizar el blog. Esperamos comentarios.
Besos y buen puente