Cuando sea vieja, vestiré de morado,
con un sombrero rojo que ni haga juego,
ni me quede bien,
y me gastaré el dinero de mi jubilación
en coñac y guantes de verano,
y sandalias de raso.
Y diré que no hay dinero para mantequilla.
Me sentaré en el pavimento
cuando esté cansada
y devoraré muestras de las tiendas
y oprimiré los botones de alarma
y rasparé con mi bastón los barandales de las calles.
Y compensaré la austeridad de mi lejana juventud.
Saldré a caminar bajo la lluvia en zapatillas,
y arrancaré flores de jardines ajenos
y aprenderé a escupir…
Pero, tal vez debiera practicar un poco todo eso desde ahora.
Así la gente que me conoce no se asombrará,
ni se escandalizará al ver que, de pronto,
soy vieja y me empiezo a vestir de morado.Jenny Joseph ( Birmingham, Inglaterra, 1932). Periodista y poeta.
viernes, 19 de junio de 2009
Cena con Ana Karenina - Gloria Goldreich
Trish, Cynthia, Jen, Elizabeth, Donna y Rina son seis mujeres entre los treinta y los cuarenta años, de diferentes niveles socioeconómicos, con situaciones de vida muy diversas, que tienen en común una gran pasión por la literatura. Periódicamente se reúnen para cenar y hablar de un libro que han elegido.
¿Os suena? Ni del todo amigas ni del todo extrañas, a todas les une su gran amor por la literatura.
"Y lo peor de todo es que no puedo abandonarlo: están los niños, y tengo obligaciones. Sin embargo, no puedo vivir con él..." Estas palabras pronunciadas por Ana Karenina enseguida cobran sentido para las mujeres que se han congregado en torno a una buena cena y un buen vino para celebrar la primera reunión del año de su club de lectura.
Cynthia es la admirada directora de marketing de unos elegantes grandes almacenes, esposa de un director de cine y madre de gemelas cuya vida es, aparentemente, perfecta. Todos se sorprenden cuando en la reunión mantenida en su casa para hablar acerca de Anna Karenina, anuncia que va a divorciarse y les pide que no le hagan preguntas. A partir de ese momento las mujeres se lanzan a hacer todo tipo de conjeturas, a la vez que reflexionan sobre su propia vida y sus relaciones.
Las otras mujeres del grupo son Trish, una psiquiatra de éxito especializada en trastornos alimentarios, Donna, una atractiva nutricionista soltera que tiene dos amantes y que parece gozar de la vida a tope; Rina es una madre soltera que se siente muy sola desde que sus padres fallecieron en un accidente de tráfico; finalmente completan el grupo Jen y Elizabeth, dos hermanas totalmente distintas. La primera es diseñadora gráfica y la segunda madre de un niño autista, una mujer amargada, que aporta duros comentarios realistas en los debates sobre los libros leídos.
En algún sitio he leído que es un libro playero, así que nadie deje de leerlo!!!!
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7 comentarios:
Tiene muy buena pinta, aprovechando que estoy de boda en Salamanca voy ahora a Cervantes a comprar los dos libros veraniegos.
Besos a todas.
Ya lo tengo en mi mesilla. Un libro ideal para tardes de piscina.
Ya me lo leído, es entretenido, y se sacan idean (jejejeje), además me ha llevado a otro que me pienso comprar, de temática parecida: "Leer Lolita en Teherán" un club como el nuestro pero ¡con Burkha!!!!
Estupendo Cristina, ya tenemos otra "Speed Gónzalez", o cual es tu apellido?
Me compraré el libro que dices, tiene que ser original; con burkha!!!
Yo me acabo de terminar "El abanico de seda", de Lisa See; ha sido fántastico!!! que tristeza de vida, que unión, que amor....
Y estoy leyendo "En el café de la juventud perdida" de Patrick Modiano (autor francés que escribe maravillosamente), os lo recomiendo.
Pérez, mi apellido es Pérez, como el otro ratón, el de los dientes
Vale Cristina "Speed Pérez". Una curiosidad ¿Cómo puedes leer tanto? ¿De dónde sacas el tiempo? ¿Lo robas o lo reciclas? Dímelo, lo necesito!!!
Prioridad, cuestión de prioridad, todas tenemos el mismo tiempo y cada una lo emplea en las cosas que le gustan. Ahora, no me preguntes por programas de televisión, que no tengo ni idea, ni de el último novio de..., ni de cuántas cosas me he comprado en las rebajas. Priorizo, hija mía. Ayer estaba en la piscina y llegó una amiga de mis hijas. Me vió, como casi siempre, leyendo, y me dijo muy seria: "tú eres lectora casiiii profesional ¿no?". Pues eso.
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