Cuando sea vieja, vestiré de morado,
con un sombrero rojo que ni haga juego,
ni me quede bien,
y me gastaré el dinero de mi jubilación
en coñac y guantes de verano,
y sandalias de raso.
Y diré que no hay dinero para mantequilla.
Me sentaré en el pavimento
cuando esté cansada
y devoraré muestras de las tiendas
y oprimiré los botones de alarma
y rasparé con mi bastón los barandales de las calles.
Y compensaré la austeridad de mi lejana juventud.
Saldré a caminar bajo la lluvia en zapatillas,
y arrancaré flores de jardines ajenos
y aprenderé a escupir…
Pero, tal vez debiera practicar un poco todo eso desde ahora.
Así la gente que me conoce no se asombrará,
ni se escandalizará al ver que, de pronto,
soy vieja y me empiezo a vestir de morado.Jenny Joseph ( Birmingham, Inglaterra, 1932). Periodista y poeta.
domingo, 20 de noviembre de 2016
Acta de “La cena del libro” del 17 de noviembre de 2016
Nos reunimos, a la hora convenida, en el
restaurante que hay en el Adarve de la Estrella. Echamos de menos a Julia,
Rosalía, Maite Macías, Emma y Marga.
Hablamos del libro “No tengo miedo”, publicada
por primera vez en 2001, del escritor italiano Niccolô Ammaniti, nacido en
1966. Su título original es “Io non ho paura”
Comenzamos hablando de cuál es a nuestro
juicio el tema central de la novela. Se van diciendo distintas ideas: la
infancia, la lealtad, la pérdida de la inocencia, la imaginación, la soledad,
etc. Temas que subyacen a lo largo de la historia.
Parece adecuado el título, sobre todo el
final, aunque realmente el chico protagonista, a pesar de su edad es muy
valiente pero sí que pasa miedo.
Está magníficamente descrito el ambiente de
un caserío perdido entre los campos resecos del sur de Italia, donde se
desarrolla la historia, a lo largo de un
verano tórrido en el que al fin estalla la tormenta. Todas estamos de acuerdo.
Es un ambiente claustrofóbico. A algunas nos ha recordado en algunos pasajes a la
novela Intemperie. Hace sentir el calor y la atmósfera, física y moralmente, irrespirable.
Refleja la Italia profunda de los años setenta, con la mafia como telón de
fondo. Se huele el polvo, la miseria, el frío, el calor, el olor, el sudor…
El punto de vista elegido por el autor nos
parece muy adecuado. Muy bien conseguida la visión de un niño, escrita por él
mismo, en primera persona, veinte años después. Desde la óptica del niño se
contempla la familia y los acontecimientos terribles que suceden. La violencia
entre los adultos., y también entre los niños, que contrasta con la ternura que
la novela rezuma en ocasiones. Expresa muy bien la niñez, Se mete en la
mentalidad de los niños. Te sumerge, con la lectura, en la visión de un niño,
lo acompañas, lo comprendes. Entre el grupo de los únicos seis niños que viven
en el pueblo es más normal ser malo que bueno (“las cosas son de quien las ve
primero”), pero el protagonista sí tiene buenos sentimientos. En un mundo
agresivo, él no lo es. En la relación con su madre se percibe un vínculo
afectivo especial. Su admiración hacia el padre va evolucionando a lo largo de
la obra.
Los personajes tienen mucha fuerza. Las
descripciones de su aspecto y
características físicas son muy plásticas (el padre, la madre, el viejo, las
señoras…). Algunos de los niños no están descritos, casi no habla de
ellos, pero no hace falta, ya que ellos
mismos demuestran cómo son, no es necesario que el autor los muestre.
La estructura nos ha parecido también muy
interesante. Cómo cada cierto tiempo, el escritor ha introducido un dato, un
detalle, una observación que mantiene el interés, anuncia o hace prever que
algo diferente y especial va a pasar en medio de ese mundo de desidia y tardes
eternas en que los mayores duermen la siesta mientras los niños deambulan por
los campos y por la única calle del pueblo. Esos momentos de intriga o
premonitorios, esos presagios que en ciertas ocasiones ha introducido el autor hace
que el resultado sea redondo.
El lenguaje empleado es sencillo, fluido,
sin florituras. Contextualiza las escenas hablando de detalles, a veces casi
insignificantes, que ilustran el momento. Todas opinamos que se lee muy bien.
Resulta fácil de leer.
Algunas afirman que les gusta más el libro
ahora, después de haberlo compartido.
Nadie ha encontrado cosas negativas. Aparte
de las opiniones anteriores, se añade
que no decae el interés.
El final de la novela no ha satisfecho a
todas. En opinión de varias, este final se precipita de manera demasiado
rápida. Algunas opinan que el autor debería haberlo explicado más. En opinión
de otras, el final hubiera resultado un poco blando, de haberse alargado. Es el
único punto en que se vierten opiniones diversas, aunque no enfrentadas.
Todas lo hemos leído. No ha pasado como en
algunas otras ocasiones, en las que alguna ha (o he) abandonado la lectura por
falta de interés. Lo recomendaríamos, pero no a todo el mundo
La novela ha fue llevada al cine en 2003.
La película, del mismo nombre, está dirigida por Gabriele Salvatores.
Quizá he repetido algunas ideas y
opiniones. Siempre me resulta muy difícil tratar de reflejar todo lo que se
dice (y eso que esta vez éramos pocas).
Ha sido sorprendente el grado de acuerdo en
las opiniones y percepciones de la novela. Hemos desgranado el libro
sosegadamente Me alegro de la suerte que he tenido con que me toque hacer un
acta de una lectura que ha interesado a todas las presentes.
Hemos acordado leer la novela “Las chicas”, de la escritora
americana Emma Cline:
http://www.elespanol.com/cultura/libros/20160912/154985318_0.html
La próxima cita será el 12 de enero. Julia
nos convocará. Cada una de nosotras llevará el regalo que los Reyes Magos hayan
dejado en su casa. Yo sugiero que sea un regalo “carpe diem” (fungible y
disfrutable), pero que cada cual pida a los magos lo que quiera, faltaría más,
siempre que sea baratito.
Feliz otoño y un fuerte abrazo. Y otro
especial para Rosalía.
Pilar
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3 comentarios:
Creo que ha sido la publicación del acta mas rápida de la historia.
Completa y concisa. Gracias, Pilar !!
Muy rápida Pilar y tan bién como siempre.
A mi también me gustó el libro, pasé un calor horrible leyéndolo, me acuerdo de cuando eramos pequeñas que el verano era así de caluroso y saliamos tan campante en la hora de la siesta, que ahora con nuestra edad, ni se nos ocurre.Y también pasé un poco de miedo con el niño, me ponía nerviosa. Lo vivía.
Me alegro que os lo pasarais bién. Espero no faltar a la próxima con mi regalito de reyes.
Un besazo. Emma
Pilar con todos estos día de ajetreo navideño, me había olvidado de que habías escrito el acta. Muy completa y muy clarita reflejando los puntos de vista en que en este caso han estado muy acordes.
Gracias, porque he rememorado la cena de nuevo.
Un beso a todas y ya Feliz Año 2017.
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