martes, 16 de noviembre de 2010

RESUMEN CENA DEL 28 DE OCTUBRE

Hola a todas.

Perdonad la tardanza, pero entre otras cosas necesitaba la aprobación de Pilar Bacas para mandar este pequeño resumen por razones que creo os resultaran obvias cuando lo leáis.

Es posible que se me haya olvidado anotar algo importante o algún detalle significativo. Si fuera así, por favor adjuntar vuestra contribución. También es posible que el preámbulo os sobre, pero yo necesitaba comentarlo, je,je.

Besos y de nuevo disculpas.

Teresa

Principios de octubre 2010

Mientras hacemos recados y paseamos plácidamente por la ciudad, mi amiga Pilar Bacas me comenta que le toca a ella organizar la cena del libro del mes y que si a mí se me ocurre algún sitio agradable para hacer la reunión.

Voy a sugerirle alguno de los sitios que conozco cuando me aclara, antes de que me dé tiempo de hacerme ningún plan, que yo no voy a ser su invitada porque en lugar de invitarme a mí van a invitar a C.M.

-¡Ah! -le digo yo un poco contrariada pero, por eso del amor propio, disimulando bastante mi decepción.

-Es que la invitada en esta ocasión probablemente sea la que redacte el acta, y yo ya sabes que igual no puedo estar durante toda la cena ¿sabes? -Me dice Pilar a la vez que me mira como si todo estuviese clarísimo.

-¡Ah! -vuelvo a repetir yo sin entender gran cosa-

-Vamos a ver; es que yo he dicho, que la Corco mejor que no, porque habla mucho, y claro no está tan atenta a lo que pasa como para tomar notas -Me aclara Pilar- y dicho esto, mi amiga(?) se queda tan oronda.

Mediados de Octubre 2010

De regreso de Palencia mi amiga(?) Pilar Bacas me dice que C.M les ha dicho que muchas gracias pero que no irá a la cena porque lamentablemente está muy atareada y no puede.

Yo me hago un poco la loca y entonces mi amiga(?) Pilar Bacas me dice que si quiero ir yo...

Tendría que haberme hecho de rogar un poco, ¿no creéis? Si hubiera tenido un pelín más de dignidad tendría que haber dicho que no, que yo no soy una segunda opción y que lo sentía pero que no que no iba a ir. Sí, quizás eso fuera lo que tendría que haberle dicho pero justo dije todo lo contrario, hice con que me lo pensaba un segundo y dije:

-En principio creo que sí que podré ir pero espero no tener que ser yo la que tome notas de la reunión más que nada por tener que redactarlas después.

Pilar ni se inmuta. No me responde ni sí, ni no, ni nada que se le parezca.

Creo que volví a cometer un gran error. Hubiera tenido que haberle dicho algo al respecto, pero de nuevo me perdió mi orgullo e ignoré aparentemente su silencio.

Así que, aquí estoy; redactando estas notas tres semanas casi después de la cena y pidiendo con este preámbulo disculpas, ya que yo no estaba preparada para esta redacción.

Pero allá va y espero poder reflejar al menos parte de lo que pasó en la agradable cena que compartí con vosotras.

28 de octubre:

Camino del Corregidor, el aire es húmedo y hace una temperatura agradable.

Al llegar veo la cafetería llena de conocidos. “Es increíble la cantidad de gente que sale los jueves”, me digo. Al principio de la barra; un grupo de médicos amigos, un poco más allá, un grupo heterogéneo de músicos, pintores y maestros, también conocidos y hacia el medio, perdidas entre las voces que llegan del fondo de la barra están Pilar Bacas y Pilar Galán.

Después de saludos y presentaciones, pedimos unas cañas y comentamos lo raro que nos parecía que no estuvierais las demás. Al cabo de un buen rato charlando, el camarero que luego resultó el chef, nos pidió disculpas diciéndonos “¡Ay!, lo siento. Se me ha olvidado que les tenía que avisar que las demás están ya arriba desde hace tiempo”....

Con nuestras cervezas en la mano subimos al comedor. Rosalía, Maite, Beatriz, Emma, Isa Mari y quizás alguna más, no recuerdo muy bien quiénes. Nos echáis una pequeña bronca.

-Pero, ¿dónde estabais? -nos preguntáis.

Aclaramos que abajo, que si patatín, que si patatán, y empieza la reunión con algarabía, cañas, risas, besos, saludos a las rezagadas, y ganas de fumar, porque más de una y de dos de las que normalmente no lo hacemos nos lanzamos como posesas al paquete de tabaco que alguna ha llevado para todas las fumadoras reprimidas. (Que conste que yo también había llevado un paquete de emergencia, pero que estaba para tirarlo por antiguo y reseco). Rosa ante esa avalancha de fumadoras protesta un poco, pero no se le hace mucho caso aunque abrimos una ventana.

En medio de todo esto, Pilar Bacas con su proverbial y envidiable actividad, nos empieza a encomendar tareas a diestro y siniestro ya que tiene que irse casi inmediatamente sin cenar. Su madre, centenaria y admirable, está ingresada en el hospital y ella va a pasar la noche a su lado.

A Maite F. le da una bolsa de plástico con los libritos que ha encuadernado y “editado” de nuestro relato encadenado, así como otros dos paquetitos sorpresa, que no son otra cosa que dos ejemplares del Peluquero de Dios de Antonio Crespo. Y a mí me dice que si tengo una libreta y algo para escribir porque “ya sabes, te toca a ti hacer el resumen” Emma, que ve mi cara de perplejidad, me dice que no me apure que ella me ayudará, y en vista de que tampoco Emma tiene dónde escribir Isa Mari y Verónica nos dan unas hojitas de unas libretitas que tienen y yo hago con que me quedo más tranquila...¡Ay Señor!

Como Pilar B. se tiene que marchar, nos hacemos la foto del grupo antes de cenar. En esta ocasión Maite F. no ha traído su cámara porque al día siguiente se va a Berlín y quería dejarla junto con el equipaje. Menos mal que Rosalía tiene la cámara del móvil a mano. (Hay que aclarar que tiene la cámara tan preparada en el momento oportuno porque nos tiene que enseñar la foto de su nieta que es una preciosidad y que en la foto mira a su abuela con mucha atención.)

Una vez hecho el trámite de la foto grupal nos sentamos a la mesa y el chef nos dice que nos va a detallar el menú, no sin antes contarnos que hacia unos días que otro grupo había cenado allí y que también había leído La sal de la vida, de Anna Gavalda que es uno de los libros que nosotras llevamos en esta ocasión. También nos comenta que están pensado poner en el restaurante una biblioteca con los libros que leamos los diferentes grupos de lectura que nos reunamos allí.

Y ya sí, ya pasa a detallarnos el menú, relatándolo con minuciosidad y profusión de diminutivos y adjetivos, que yo soy incapaz de repetir fidedignamente, pero que intentaré resumir.

De entrada; mousse o paté de patatera, con salsa de mostaza. De primero; “verduritas”(!!!) a la plancha y una témpura de no sé qué. De segundo, pescados, a elegir entre lubina o dorada preparada de varias maneras, aunque la mayoría elegimos a la manera donostiarra, faltaría más. Y carnes, a elegir entre chuletillas de cabrito o carrilleras de ibérico. Para terminar, un postre que no recuerdo en qué consistió, aunque si sé que iba en una copita de cristal, era cremoso y me gustó.

Mientras unas y otras decidimos qué vamos a tomar, las conversaciones siguen siendo dispersas.

Alguien habla del blog de la cena del libro y de que algunas no entran con frecuencia.

Bea recuerda el link de los cortos, puesto por Maite F, y pregunta si hemos votado.

Rosa comenta que ha traído miel para darnos, pero que no ha traído para todas porque no tenía botes suficientes.

Todas hablamos entre nosotras de una y mil cosas, hasta que después de todos estos preámbulos decidimos que ya es hora de hablar de los libros, y empezamos.

El primero del que hablamos es La sal de la vida.

Pilar G inicia la charla y dice que no le ha gustado. Que empezó leyéndolo con mucho interés por la temática del mismo ya que a ella la relación que parecía que podía darse entre los hermanos le interesaba mucho, pero que le ha decepcionado, porque no le ha parecido creíble. Los personajes le parecían que se movían en un escenario y que la que hablaba era la escritora más que la “protagonista” del libro.

Algunas piensan lo mismo y creen que el único personaje que merece la pena es la cuñada. Para ellas el papel de esta es el más creíble.

Otras opinan que sí que les ha gustado, y a otras nos ha gustado pero con algunas restricciones.

Las de este, llamemos “grupo de opinión favorable” comentamos que nos ha gustado porque alguna de las situaciones que parece que ha vivido la protagonista, nosotras las compartimos. Ponemos ejemplos de situaciones incomodas en una boda, o en una comida, o en reuniones con nuestras familias políticas, así como complicidades y códigos compartidos con nuestros hermanos o nuestra familia.

También se comenta que la novela tiene dos partes, para mí, claramente diferenciadas, una que va desde el principio hasta la boda y otra después de la misma. La primera parte resulta bastante creíble y próxima a situaciones vividas, no así la segunda.

En general, al hablar de esta novela comentamos más las situaciones que describe la novela que el estilo de la misma, aunque sí se habla algo del lenguaje utilizado. En este apartado, aprovecho para transmitir la opinión de Pilar B, a la que tampoco le ha gustado la novela, y que cree que el lenguaje utilizado por la autora es efímero y muy coyuntural. Pilar G. dice que eso a ella no le importa tanto en una novela, como que el lenguaje no permita que te olvides de quién lo está escribiendo. Dice que en muchas otras novelas te olvidas de quién está escribiendo y realmente escuchas a los personajes y pone como ejemplo Un día perfecto para el pez plátano de J. D. Salinger, pero sin embargo en esta novela se ve continuamente a la autora, y eso resta credibilidad a los mismos.

Seguimos haciendo diferentes comentarios y reflexiones que nos ha sugerido la lectura del libro, tales como si los críticos ven las obras de manera virgen o no, también hablamos de las figura del padre de la protagonista y de la madre, de si sus personajes están desdibujados o no… y finalmente pasamos a puntuar la novela.

Las puntuaciones fueron:

Seis personas - 8

Dos personas - 7

Dos personas - 6

Dos personas - 5

Antes de hacer la valoración media nos damos cuenta de que no hemos llamado a Pilar Bacas como habíamos quedado con ella y entonces lo hacemos. La llamamos. para que nos dé su puntuación, pero como no contesta no insistimos. Es tarde y está en el hospital, así que nos parece oportuno no seguir insistiendo ya que podríamos molestar a alguien.

Por lo que la valoración final es de 7

Una vez hecha esta puntuación media, decidimos que el Libro de Pilar Galán no lo vamos a votar porque alguna se puede sentir incómoda. Pilar aclara que a ella no le importa y que cualquier crítica positiva o negativa la recibirá con agrado.

Esto nos lleva a entretenernos un rato hablando sobre lo que en lenguaje coloquial denominamos falsa modestia, o cómo nuestra educación nos lleva a no saber aceptar las alabanzas o los comentarios positivos con la misma naturalidad que los negativos. Creemos que esta actitud la extendemos incluso a cuando nos hablan de nuestros hijos que a veces nos sentimos incómodas si los tenemos que valorar delante de la gente. Con respecto este tema todas terminamos diciendo que es algo que deberíamos aprender a cambiar y pasamos a hablar de “Grandes Superficies”.

Isa Mari, dice que el libro le ha parecido muy triste y pesimista. Creo recordar que a Rosa y a Emi también se lo ha parecido, sin embargo a Rosalía y Maite F, no les ha dado esa impresión. Les parece un libro real e incluso optimista. Las opiniones de Carmina, Maite, Vero, Bea y Emma las mezclo un poco y no recuerdo con precisión lo que dijisteis cada una aunque sí recuerdo que había opiniones diversas al respecto. (Perdonad, mi despiste.)

Lo que sí puedo decir es que a algunas el libro nos ha parecido muy humano y divertido. A otras, triste y depresivo. Algunas nos lo hemos leído de un tirón, y otras han tenido incluso que dejarlo en ocasiones porque les producía mucha amargura. A alguna el lenguaje le ha parecido excesivamente simbólico (?) y a otras nos has parecido sin embargo cercano y gracioso en muchas ocasiones

Pilar G. dice que ella con esta novela quería contar una historia alegre y no cree que la cajera sea prepotente como ha sugerido alguna de nosotras sino que es la que está fuera de lugar y es la que observa a los clientes en sus compras porque los artículos que compran definen en gran medida, no sólo su situación económica si no también sus gustos o su situación anímica y personal.

Dice que escribe porque no sabe contar oralmente con la misma fluidez las cosas que ocurren a su alrededor y que muchas de las situaciones que cuenta de la protagonista con su padre las ha sacado de cosas que realmente le han pasado a ella durante la enfermedad del suyo. Situaciones estrambóticas, chocantes y en ocasiones hilarantes si no fuera porque Pilar dice que las vivía desde el dramatismo de la enfermedad y el dolor.

Se habla también y por lo tanto de la necesidad de distanciarse en ocasiones de la enfermedad para ver lo que rodea al enfermo y a los que le cuidan. La vida sigue su curso…

Se vuelve a retomar la novela y algunas siguen opinando que el libro les resulta un poco desmoralizante porque incluso da un aspecto pesimista de la relaciones de pareja ya que la protagonista refleja un cierto hastío o cansancio en su relación.

Tomamos este “apasionante” tema del cansancio en las relaciones y vemos que de alguna manera es algo bastante cotidiano, aunque sin dramatismo

Comentamos también que muchas de las cosas que ocurren en la novela son de la actualidad más rabiosa. Por ejemplo trabajar en algo muy diferente de aquello para lo que la gente joven se ha preparado en sus estudios . Ponemos ejemplos de cómo muchas de nuestras alumnas, después de haber estudiado magisterio, educación social u otras carreras, acaban de cajeras o dependientas de Carrefour, Erosky, Zara o cualquier otro cadena comercial y de la frustración que esto debe producir, así como del desclasamiento, no como prepotencia sino como desubicación, caso de la cajera de grandes superficies.

En general, a la conclusión a la que llegamos es que desde luego todas vemos ahora las cajeras de los supermercados de otra manera, o al menos nos fijamos en ellas de manera diferente.

En fin y para acabar, llega el momento de los sorteos y regalos.

El lote de cremas de Maite F en esta ocasión creo que fue a parar a Beatriz. Eso sí Maite repartió como siempre muestras y botecitos a todas las demás.

Rosa dejó encima de la mesa sus botes con miel, que por cierto tengo que decir que está bien buena. Lo sé porque yo fui de las que cogí uno inmediatamente Los libritos de nuestro relato encadenado, encuadernados por Pilar, se repartieron entre aquellas que aún no lo tenían y de los dos ejemplares del “Peluquero de Dios” le correspondieron uno a Isa Mari y a otro a Emi

Como la cena ya va tocando a su fin se fija la fecha de la próxima que será el día 2 de diciembre.

Se proponen varios libros para su lectura y creo recordar que Pilar G. habla de

La cena de Herman Koch y El asesino ciego de Margaret Atwood.

Emi, vuelve a recordar a los clásicos y propone que definitivamente se lea Matar a un ruiseñor de Harper Lee

Finalmente Rosalía propone Cena de gatos-Madrid 1936 de Eduardo Mendoza.

Y en votación (creo recordar) se decide que sea este último el que se lea. Aclarando que para la siguiente cena se le dará gusto a Emi y se leerá Matar a un ruiseñor *

*(He visto en los comentarios que tenéis en el blog, que parece que con este tema hay ciertas dudas al respecto, pero esto que he escrito más arriba es lo que yo tengo en mis anotaciones, igual equivocadamente, no sé.)

11 comentarios:

Beatriz dijo...

No te falta detalle. Ahora sí que me llevo la grabadora que dijo Mayte o una amiga como tú que me haga el resumen.
besos

Cristina (Sevilla) dijo...

¡bien! me encanta esa crónica de los preliminares de la "encerrona a la invitada". Genial. Puedo imaginar la algarabía de estas cacereñas, y el reparto de botes, libritos y cremitas. Me gusta mucho el acta. Enhorabuena, no sé cómo sería la primera opción, pero la segunda me encanta.

Beatriz dijo...

Cristina pues según lo imaginas así es. Bueno quizá un poco más de revoltijo todavía. ¿Por qué crees que compré la campanita? Es que 14 se notan.....Empezamos con la foto y seguimos y seguimos.... muy divertido!!

Julia Campos dijo...

Me encanta el resúmen, parece que me estoy viendo allí, cenando con vosotras. Estuve hablando con Isamari esa misma tarde acerca del libro La sal de la vida, no sé si ella os comentó mi opinión: esperaba mucho más del tema, lo encontré simple e irreal. En cuanto a Grandes superficies, lo leí hace tiempo y me pareció que estaba escrito de una forma muy inteligente, con mucha ironía; me gustó, la verdad.

Verónica R. dijo...

Muy buena crónica de la cena Teresa. Da gusto tener a una persona que tome tan buena nota de todos los detalles y sobre todo que sepa reflejarlos tan bien en la escritura.
Buena semana y besitos para todas.

Maite F dijo...

El resumen impecable, y... lo que me he reído con el preámbulo !!! Veía mentalmente las muecas y caras de Teresa. No me extraña la tardanza, has escrito mogollón (con una letra chiquitita no parece tan largo)
Definitivamente, yo me llevo una grabadora

emma dijo...

Fenomenal Teresa, parece mentira que en las cuatro hojinas que tenias (porque eran muy pequeñas) pudiera haber tanto detalle. Además según vas leyendo parece que te estoy viendo, oyendo.
Cuando me toque a mí te llevaré de invitada seguro

Pilar Bacas dijo...

¡El listón va subiendo!
Espero que, la próxima vez que me toque, pueda contar con tamaña secretaria.
A La sal de la vida o, mejor dicho, La sosura de la vida, le doy un cuatro por no desentonar mucho.
No podré ir a la cena del día 2.
Que disfrutéis mucho ese día (y todos)

Teresa dijo...

Amigas... sois estupendas.
Besos

Isamari dijo...

Bravo teresa no te has olvidado de nada, la verdad es que lo pasamos genial contigo, además eres la secretaria perfecta. siento no haber dado señales de vida antes pero he estado un poquito liada.
Un besazo

rosalia dijo...

Aunque tarde, me ha encantado tu acta, pero si es que te da tiempo a todo: hablar (como dice Pilar) resumir, memorizar y luego lo mas dificil redactar todo lo vivido y despues de tanto tiempo. Estupendo¡¡