domingo, 18 de febrero de 2018

Cena del día 18 de enero de 2018




Empezaré pidiendo perdón por la tardanza en publicar el acta. he tenido muchas cosas en la cabeza, y se me ido el santo al cielo.

En este momento voy en coche, camino de Madrid para comer con mis hijos, escuchando en la cadena Ser una entrevista con Leonardo Padura, escritor cubano, de novela policiaca con trasfondo social (o social con trasfondo policiaco ), que tenemos que poner en la lista de “próximas lecturas”. Si no lo cuento ahora, luego se me olvida.

Y tras este inciso, empiezo con el resumen de la cena del día 18 de enero, la primera cena del año 2018, que se publicará en este blog moribundo para que lo lean las que no pudieron asistir y para que a todas nos sirva como custodia de la memoria.

Nos reunimos en el restaurante Albalat, que ya se esta convirtiendo en un clásico de nuestras cenas, porque a muchas, a mí por ejemplo, nos queda a mano, porque se aparca bien, la comida es rica y el precio apañado. Era la cena de Navidad, que últimamente celebramos a mediados de enero , cuando ya estamos saturadas de comilonas. Pero nos sigue haciendo ilusión la pequeña fiesta con regalillo del “amigo invisible”, así que solo faltaron Pilar, que estaba de viaje, Rosalía, con fiebre y a la que también se le frustró un viaje, y Verónica, que acompaño ese día a su padre, ejemplo casi milagroso de fortaleza. El resto, casi todas desde Cáceres, Carmina desde Badajoz y Marga desde Madrid, nos sentamos alrededor de una mesa cuadrada y comenzamos a parlotear, como siempre, de todo y de nada. De pájaros y flores, decía mi madre. Entre otras cosas recordamos la “restauración” en 2012 del Ecce Homo de la localidad zaragozana de Borja, objeto de escarnio en las redes sociales y la prensa, y que ahora se ha convertido en una visita turística popular. He tenido la curiosidad de buscar la página web de Borja, para ver si habían incluido el cuadro, pero no han llegado a eso.

Cuando finalmente entramos en materia, quedo claro que libro (La uruguaya de Pedro Mairal) nos había gustado a la mayoría. Es una novela breve escrita en un lenguaje sencillo y complejo, que se lee de un tirón, y que cuenta, en primera persona (un monologo dirigida a su mujer) una historia que transcurre en un día. Es la historia de una infidelidad, y de un matrimonio, con dos mujeres protagonistas, Guerra y Catalina, contada con ironía, en español no se si montevideano o bonaerense, un lenguaje y una terminología que al principio nos chocó, pero que enseguida y fácilmente, seguimos con naturalidad de manera que apenas se aprecia, y para nada incomoda. En el libro se habla de muchas cosas, del terremoto que puede suponer la paternidad, de la repercusión que la llegada de un hijo tiene en las parejas, del afán por la aventura, del deseo prohibido. el libro tiene un ritmo muy cinematográfico. Seguro que pronto veremos la historia en el cine.

Aquí estoy de nuevo, una semana después, intentando acabar y publicar de una vez este acta (¿o esta acta?). El libro me llevó a consultar en el mapa ubicación de Buenos Aires y Montevideo, y nos resultó interesante como el menos de 150 páginas, ademas de contar una historia, es capaz de reflejar también la idiosincrasia de dos países tan cercanos y tan diferentes. En resumen, una novela redonda.

El escritor protagonista comparte muchos datos biográficos con el autor, hasta el punto de que Mairal, después de publicar el libro, tuvo que celebrar un “asado” familiar, para asegurar a su gente que no se había separado de su mujer.

La cena acabó con el sorteo de regalos, todos muy apañados, prácticos y bonitos. Y con una foto de grupo en la puerta del restaurante,

La próxima reunión será el 22 de marzo. Leeremos “ Lo que queda del día” de Kazuo Ishiguro, que también se ha llevado al cine. Hace unos días volví a ver la película y merece la pena

Saludos y besos a todas, a las que lean esto y a las que no.



4 comentarios:

Verónica R. dijo...

Gracias Maite, me has puesto al día e informado en detalle.
Besitos

Maite F dijo...

Acabo de cambiar COMER A MIS HIJOS por COMER CON MIS HIJOS!!! Gracias por hacérmelo notar, Verónica. Me he acordado del cuadro de Goya "Saturno devorando a su hijo"

Pilar Bacas dijo...

Muchas gracias, Maite. Me ha gustado mucho el análisis y los comentarios que haces sobre el libro.
A ver si nos podemos juntar, después de la cena de marzo, a ver la película "Lo que queda del día", como hicimos con "las viudas de los jueves".
Un abrazo a todas

Julia Campos dijo...

Aunque un poco a destiempo, leo por fin el acta de la cena. Escribes fenomenal, Maite, muy bien expresado; me ha encantado.

Nos vemos en la próxima!!!

Un beso a todas.