Cuando sea vieja, vestiré de morado,
con un sombrero rojo que ni haga juego,
ni me quede bien,
y me gastaré el dinero de mi jubilación
en coñac y guantes de verano,
y sandalias de raso.
Y diré que no hay dinero para mantequilla.
Me sentaré en el pavimento
cuando esté cansada
y devoraré muestras de las tiendas
y oprimiré los botones de alarma
y rasparé con mi bastón los barandales de las calles.
Y compensaré la austeridad de mi lejana juventud.
Saldré a caminar bajo la lluvia en zapatillas,
y arrancaré flores de jardines ajenos
y aprenderé a escupir…
Pero, tal vez debiera practicar un poco todo eso desde ahora.
Así la gente que me conoce no se asombrará,
ni se escandalizará al ver que, de pronto,
soy vieja y me empiezo a vestir de morado.Jenny Joseph ( Birmingham, Inglaterra, 1932). Periodista y poeta.
miércoles, 25 de enero de 2017
CENA DE NAVIDAD EN EL RESTAURANTE TÁPARA: 12 DE ENERO DE 2017
Con muchas ausencias, y una vez resuelta la controversia generada
en el grupo ante las propuestas para cambiar la fecha que se había acordado, el
jueves 12 de Enero tuvo lugar la cena del libro correspondiente a la Navidad
2016. Al final asistimos más de las previstas (Maite, Mª José, Marga, Pilar,
Rosa, Rosalía, Verónica y yo misma), aunque se notó mucho la ausencia de las
que no pudieron acompañarnos en esta ocasión (Beatriz, Carmina, Emi, Emma,
Isamari y Mayte Macías).
Como suele suceder siempre (y en esta ocasión con más motivo aún,
teniendo las fiestas de Navidad tan recientes y habiendo transcurrido tanto
tiempo desde la última reunión), dedicamos un buen rato a charlar un poco “de
lo divino y de lo humano”, mientras nos iban sirviendo las bebidas y los
primeros aperitivos. Hay que decir que en el restaurante habían cumplido y nos habían colocado las mesas a
modo de cuadrado, como nos gusta estar.
Mientras nos lanzábamos a comer unos bastoncitos de pollo con
salsa de soja, mostaza y miel, empezamos a comentar el primer libro propuesto
(Las chicas, de Emma Cline). Sólo Marga y Rosalía lo habían terminado de leer,
aunque Maite y Verónica también lo llevaban leído a medias; otras, como yo, ni
siquiera lo habíamos empezado (entono el “mea culpa”…), por lo que poco pudimos
aportar al debate.
La opinión entre las que lo habían leído, entero o a medias, fue
que les había resultado algo sórdido, aunque les terminó enganchando, por lo
menos a ratos. El libro hace una descripción veraz de la América profunda, puesto
que para escribirlo la autora se ha documentado sobre el terreno de la forma
más real posible. No estaba interesada en contar la historia de Manson, conocida
por todos, sino la de las chicas que estuvieron con él y los motivos que las
llevaron a formar parte de aquel grupo. Manson era un hombre que sabía captar
la atención de la gente, acercándose sobre todo a personas marginales o
problemáticas para atraerlas con su personalidad, de manera que terminaran
perdiendo la suya propia. De esa manera, estas chicas adolescentes cayeron
fácilmente en sus redes. Aunque el relato describa el maltrato que recibieron,
resulta un poco “light” porque no termina de reflejar del todo lo que realmente
pasó. Según parece ha tenido buenas críticas y ha sido traducido a muchos idiomas, aunque por otra parte ha contado también con mucho apoyo de marketing.
A todo esto Pilar ya se había incorporado a la cena y, como siempre,
nos ofreció una visión más profesional: cuando empezó a leer se encontró con muchas
frases que le dieron la sensación de estar mal traducidas, por lo que le
resultó poco creíble y decidió dejar de leerlo. Sin embargo, todas las que lo
habían leído coincidieron en admitir que, a pesar de no ser un libro cómodo de
leer ni de disfrutar, merecía la pena leerlo. También fue unánime la opinión de
que se trata de una historia muy apropiada como guión de una película.
Y entre charlas y viandas (bolitas kataifi rellenas de bechamel de
jamón ibérico y mermelada de pimiento, hojaldre de setas y langostinos con
bechamel de puerro y bacon, setas a la plancha con queso de oveja fundido y
lascas de jamón ibérico, bacalao dorado con langostinos…¡y menos mal que
anulamos la pluma ibérica con pimientos de Padrón!), nos pusimos a hablar del
otro tema que nos traíamos entre manos, que surgió a colación de la serie de
televisión “Lo que escondían sus ojos”, y que no era otro que los amoríos entre
el cuñado/ministro de Franco, Serrano Súñer, y Sonsoles de Icaza, marquesa de
Llanzol, y la hija que tuvieron fruto de esa relación, Carmen Díez de Rivera. Charlamos
un poco de esta historia y de lo mal que nos había parecido el papelón que les
había tocado jugar a su tía, Carmen de Icaza, y al sacerdote de la familia cuando
le tuvieron que contar la verdad a Carmen. Y nos hicimos esta pregunta: ¿se lo
habríamos dicho nosotras? Resulta difícil ponerse en la piel de una persona tan
condicionada por las apariencias, a quien le ha tocado vivir un momento social
y político tan diferente al actual; pero en general todas opinamos que Sonsoles
de Icaza debió de ser una mujer distante y fría. También se apuntó que en la
serie se había pasado muy de puntillas por la historia política del momento,
sin presentar a Serrano Súñer como lo que en realidad era: una persona cruel y
sin escrúpulos (me ahorro los calificativos que le dedicó Pilar en este
punto…). Aunque mi opinión fue que lo que trataba de contar la serie era una
historia de amor, es cierto que se le podía haber dado una visión más realista
del momento histórico en el que se estaba produciendo.
Algunas habíamos leído algún que otro libro sobre Carmen Díez de
Rivera y su papel en la transición española, y comentamos varios aspectos de su
vida que habíamos leído. Alguien apuntó que era una mujer que se arrimaba a
todo aquel que tuviera valía política, “beneficiándose” de paso a unos cuantos de ellos, y que militó
en varios partidos diferentes después de dejar a Suárez. Parece ser que,
estando a punto de morir, estuvo viviendo en Candelada.
Y como colofón de la cena pasamos a tomar un sorbete riquísimo de
mango, naranja y piña, después de lo cual procedimos a hacer el reparto
habitual de regalos de Navidad. Una a una, fuimos cogiendo nuestros papelitos
de la suerte y abriendo los regalos que nos habían tocado, tratando a la vez de
adivinar quién había comprado el obsequio en cuestión.
Y después de muchas risas y alegría, además de otro de los sorteos
que acostumbra a hacer Pilar (que creo que le tocó a Maite),
dimos por terminada la cena de Navidad.
El libro propuesto para la próxima cena es “Patria”, de Fernando
Aramburu. La fecha fijada es el próximo 9 de marzo, y la organizadora será Mª
José.
Y aquí acaba mi intervención, ya no os canso más…
Sólo permitidme enviar, en nombre de todas, mucho cariño,
oraciones, energía y pensamientos positivos a dos de nuestras amigas en este
momento delicado. Sabéis que estamos a vuestro lado y os queremos.
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6 comentarios:
Estupendo resumen, Julia. Parece sacado del texto de un libro. Muy buena la cena y muy acogedora. Un beso y espero que nos reunamos todas en la próxima cena que la organizo yo.
Estupendo resumen, Julia. Parece sacado del texto de un libro. Muy buena la cena y muy acogedora. Un beso y espero que nos reunamos todas en la próxima cena que la organizo yo.
Gracias Julia. Espero veros pronto
Julia,magnífico relato de nuestra cena de Navidad. Gracias por este trabajo. Un beso y abrazo de corazón a todas y especialmente a Emma e Isamari.
Estupenda él acta y la cena. Lo pasamos muy bien, espero que en la próxima nos podamos juntar todas, tengo ganas de veros sobre todo a Emma e Isa Mari.
Buen Acta Julia gracias por tus palabras pronto estaremos todas😜😜😜
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