Cuando sea vieja, vestiré de morado,
con un sombrero rojo que ni haga juego,
ni me quede bien,
y me gastaré el dinero de mi jubilación
en coñac y guantes de verano,
y sandalias de raso.
Y diré que no hay dinero para mantequilla.
Me sentaré en el pavimento
cuando esté cansada
y devoraré muestras de las tiendas
y oprimiré los botones de alarma
y rasparé con mi bastón los barandales de las calles.
Y compensaré la austeridad de mi lejana juventud.
Saldré a caminar bajo la lluvia en zapatillas,
y arrancaré flores de jardines ajenos
y aprenderé a escupir…
Pero, tal vez debiera practicar un poco todo eso desde ahora.
Así la gente que me conoce no se asombrará,
ni se escandalizará al ver que, de pronto,
soy vieja y me empiezo a vestir de morado.Jenny Joseph ( Birmingham, Inglaterra, 1932). Periodista y poeta.
lunes, 12 de enero de 2015
ACTA de la Cena del Libro del 8 de enero de 2014
A las 9,30 de la noche nos reunimos Marga, Maite Fernández, Emma, Julia,
Rosa, Rosalía (que ha decidido a última hora incorporarse), Isa Mari, Carmina,
Bea y Pilar. Además de Teresa Corcobado,
como invitada. Todas somos bastante puntuales. Faltan Maite Macías, Emi, María
José y Verónica (que ha confundido la fecha, con gran desilusión).
Acudimos a la cena con la mala conciencia de haber terminado las fiestas
navideñas y continuar comiendo. Por ese emotivo el menú elegido es relativamente suave: Ensalada
de perdiz escabechada, Berenjenas a la andaluza con miel, Bacalao con salmorejo
y Surtido de frutas
La primera cuestión que se propone es que no comencemos las intervenciones
con aseveraciones del tipo “me ha gustado” o “no me ha gustado”, ya que eso hace
que, a veces, las defensoras de una u otra opción parece que pasan (pasamos) el
resto de la reunión defendiendo a ultranza la postura manifestada. Esta
propuesta conlleva un debate acerca de si procede o no esta limitación.
Finalmente se decide que cada una obre como quiera, pero curiosamente se
respeta la idea hasta el final.
El título del libro no parece en general muy adecuado ni sugerente.
De hecho se comenta que nunca hubiera atraído un título así. Hay opiniones
diversas.
Sobre el tema central o temas centrales de la obra hay muchas ideas
y opiniones: la modernidad, la desesperanza, el amor a la literatura, la
añoranza, la soledad, la soledad como pérdida, el desamor, la guerra, la
muerte, el paso del tiempo. Y también la
mediocridad, en opinión de una de las comensales, que se hace patente en el
personaje de Suzanne.
A lo largo de todo el texto se trata el tema de la muerte con naturalidad y
total ausencia de dramatismo. Se va anticipando, como un presagio pero hasta
los capítulos finales no se conocen en su totalidad las razones del desasosiego
Para algunas, la incomunicación es una constante en la novela, para otras
existe comunicación entre los personajes, pero de una manera no siempre
directa. En ese contexto se debate, por ejemplo, el momento en que el
protagonista descubre que su mujer ha estado en el río… y recitamos el texto
unas bulerías: La noche del aguacero/dime dónde te metiste/que
no te mojaste el pelo (aunque en este caso es el pelo mojado lo que
la delata…)
Hay dos personas para las que el tema central es la línea Maginot (que
comentaré después). La línea está presente desde el primer capítulo (aunque aún
no se mencione hasta más adelante) y pesa mucho en la historia que se cuenta.
Tanto que es definitiva para entender la obra. En toda la novela se siente el
peso de la historia de esta línea.
A lo largo de la narración el paso del tiempo es una constante (el
pasado y el futuro), como he dicho antes, y se muestra continuamente la
dicotomía entre tradición y modernidad. En Albert y su mujer, Suzanne,
se manifiestan las dos actitudes llevadas al extremo: el rechazo total y la
integración a costa de lo que sea. La novela refleja bien la época en
que se desarrolla, aunque algunas opinan
que se centra mucho en la familia y no en el ambiente exterior.
También es una constante la guerra. Tres generaciones de la familia
han sido combatientes (La Primera Guerra Mundial, la Segunda y la de Argelia)
Para casi todas ha resultado muy original la estructura del libro,
cuyos capítulos llevan el nombre de las horas de un solo día: El amanecer,
La mañana, La tarde, El crepúsculo, La
noche y La mañana del día siguiente (todo referente al día 9 de
julio de 1961) y un discurso sobre la línea Maginot, pronunciado por Gilles en
2011
Estamos de acuerdo en que el protagonista principal es Albert y que
los personajes secundarios son también protagonistas: su hijo pequeño (Gilles),
su mujer (Suzanne) su hermana (Liliane) y su madre (Madeleine). Destaca la
fuerza de otros personajes, como la señora Morvandieux y el cartero (Paul).
Sobre los personajes, una virtud del autor es su empatía con todos ellos
(aunque el efecto en nosotras no ha sido el mismo). El personaje de Suzanne (y
su tratamiento) ha provocado emociones encontradas. Desdibujado para algunas,
mediocre para algunas otras.
Ha gustado mucho cómo se trata la relación de admiración del hijo hacia el
padre y la impotencia del padre para ayudar a su hijo.
Hay algunos pasajes que nos han llamado especialmente la atención:
Un momento de comunicación especial es la escena en que el protagonista
lava a su madre anciana, momento sublime para unas e inquietante o extraño para
otras. Ahí hablamos del papel de la mujer en la familia.
Y siguiendo con momentos o escenas dignas de mención, parece unánime
destacar la conversación que tiene lugar en el cerezo, con la madre.
Pero si hay algún pasaje que ha gustado especialmente, por el clima, el
ambiente, la emoción que transmite, el desarrollo, etc. es el paseo de Suzanne
por el río y su encuentro con Paul
En general, y como visión global de la obra, opinamos que es un
libro fácil de leer, que hace
reflexionar y que es conveniente leerlo con tranquilidad
A algunas les ha interesado en especial el último capítulo (denso y
aburrido para otras) en el que toma protagonismo la línea Maginot con el
homenaje que rinde Gilles a su padre, mucho tiempo después, por esos cinco años
de cautiverio, de los que jamás habló tras su regreso, que dejaron un bala
imaginaria alojada muy cerca de su corazón.
Es tal la fascinación que hemos sentido por la línea Maginot que incluso se
habla en la cena de organizar un viaje para visitarla. Esto es una broma, pero
lo que sí es cierto es que nos hemos sorprendido con ese ingenio que bien
merece conocerse, de modo que recomendamos que os informéis sobre él quienes no
hayáis podido asistir a la cena o no
hayáis leído el libro.
Finalmente, y como colofón, decimos abiertamente si nos ha gustado o no el
libro en su conjunto. Es el momento en el que el nivel de solapamiento de
conversaciones y aumento de los decibelios impide detectar las opiniones. En
general ha gustado, aunque en diferentes grados, de modo que algunas lo
recomendarían y otras no, aunque les haya gustado, hay otras a quine les ha
gustado mucho. Hay una persona a quien el libro, claramente, no le ha gustado y
otra que no lo ha leído.
La cena termina encendiendo unas bengalas y brindando a la salud de
ausentes y presentes, y con la voz, a través del teléfono, de Verónica.
Hay novelas que quedan en la memoria, por algún detalle, aunque sea
insignificante. Espero que esta sea una de ellas.
La próxima cena estará organizada por Marga, salvo imprevistos en parte
previsibles, en cuyo caso la organización recaería en la siguiente: Carmina.
El libro que ha propuesto la organizadora de dicha cena, siguiendo la
costumbre hace poco instaurada, es “A la caza del amor”, de Nancy Mitford. La
fecha del encuentro será el 5 de marzo. Ese día comentaremos también qué tal
nos han sentado las “Trufas con Nata”, el último plato que hemos elaborado
conjuntamente.
¡Felicidad para todas! Gilles descubrió que la felicidad no era ese
estado de beatitud que se había imaginado, la felicidad era un presagio, el
presagio del bien, como la infelicidad era el presagio del mal. Era exactamente
una promesa. ¡Buenos presagios para todas!
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6 comentarios:
Impresionante el acta, Pilar. Perfectamente recogidos todos los puntos sobre los que debatimos en la cena. Sólo te ha faltado reflejar el "momento regalo", que también fue muy divertido, como las bengalas (¡qué punto!).
El libro se prestaba mucho al debate, la verdad.
¡Hasta la próxima!
Perdón por no mencionar los regalos y por olvidar que estamos en 2015.
¡Qué bien escrita está el acta, Pilar! Me da envidia no saber escribir con esa claridad y concisión. Hubiera preferido ir a la cena a decir ahora que con el acta es como si hubiera estado allí. Ya tengo apuntada la fecha próxima y bien. No me lo puedo perdonar aunque ya se me va pasando el disgusto.
Un besito a todas y gracias por el "brindis".
Genial el resumen, Pilar. La verdad es que surgió un debate muy interesante.
Ya te puedes relajar, no te toca hasta dentro de año y pico !!!
Tu acta fantástica Pilar.
Me gustaría ser como tú.
Muy interesante el acta no se te ha escapado nada con todo lo que hablamos
Un abrazo
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