Cuando sea vieja, vestiré de morado,
con un sombrero rojo que ni haga juego,
ni me quede bien,
y me gastaré el dinero de mi jubilación
en coñac y guantes de verano,
y sandalias de raso.
Y diré que no hay dinero para mantequilla.
Me sentaré en el pavimento
cuando esté cansada
y devoraré muestras de las tiendas
y oprimiré los botones de alarma
y rasparé con mi bastón los barandales de las calles.
Y compensaré la austeridad de mi lejana juventud.
Saldré a caminar bajo la lluvia en zapatillas,
y arrancaré flores de jardines ajenos
y aprenderé a escupir…
Pero, tal vez debiera practicar un poco todo eso desde ahora.
Así la gente que me conoce no se asombrará,
ni se escandalizará al ver que, de pronto,
soy vieja y me empiezo a vestir de morado.Jenny Joseph ( Birmingham, Inglaterra, 1932). Periodista y poeta.
viernes, 21 de diciembre de 2012
Acta del 13 de diciembre de 2012
Llego un poco
tarde a la cena por causas ajenas a mi voluntad, y a mi apuro se suma la
indignación que siento al comprobar que en el restaurante no han respetado las
condiciones que habíamos apalabrado. Mis compañeras quitan importancia al
asunto y logro liberarme y
sumergirme en la buena onda que se respira en la mesa. Antes de sentarme tengo
que colocar el regalo de amiga invisible en una bolsa que Bea ha colocado para
recoger los presentes. Lo tiene
todo organizado. Cada una de nosotras escoge una pegatina con un número para
colocarla en el regalo que ha traído.
Ya van llegando
las últimas. Emma ha preparado un marcapáginas, personalizado especialmente
para cada una de nosotras, que nos entrega nada más llegar. Emi entra pletórica
y algo despistada, sin haber aterrizado todavía de su viaje.
Encima de los
platos hay un folleto informativo del Banco de Alimentos que ha traído Bea. Al
final nos hablará de ello.
Por el momento,
en lugar de sentirme anfitriona, que en cierto modo me toca serlo, me siento
invitada.
Ya estamos
todas las que esperábamos. Echaremos de menos durante toda la cena a Maite
(especialmente en esta ocasión), a
Isa Mary y a Mª José.
Con la
cervecita y el vino tinto comenzamos a desarrollar los puntos del Orden del
Día Desorden de la Noche.
Las hermanas
Campos nos cuentan recuerdos de su infancia en la calle donde está el
restaurante en que nos encontramos. En el piso bajo de su casa estaba la oficina
de un señor que vivía con su familia en el primer piso. La entrada a la casa daba
miedo, la dueña nunca encendía las luces de los zaguanes. A veces se refugiaba
algún mendigo en la penumbra de esa casa de techos altos y frío intenso en el
invierno. Solo estaba encendido el descansillo de la segunda planta, que era
donde vivían las hermanas Campos. La dueña era la mujer del señor que tenía su
oficina en la planta baja (omito la profesión, que esto es un pueblo). Mujer de
mal carácter, siempre gritando. La tercera planta del edificio estaba
deshabitada y en qué condiciones estaría el tejado para que las goteras
atravesaran la tercera planta y llegaran hasta la segunda donde recogían el
agua con cubos. El cartero subía un tramo de escalera y desde allí gritaba los
nombres de los vecinos. Las
hermanas se tapaban hasta el cuello con las faldillas de la mesa camilla para que les llegara el calor del brasero.
Rosa hacía de maestra de Julia, jugaba con ella, le daba agua a cucharadas y
Julia se dejaba hacer todo… Era tan buena…
Las tres
hermanas mayores se llevaban un año cada una. La última de las cuatro hermanas
nació siete años después. Hay una gran similitud entre el libro que hemos leído
y la familia Campos: tres hermanas mayores y una mucho menor. El libro es
“Cuatro hermanas”, de Jetta Carelton, como las cuatro hermanas Campos.
Seguimos
tomando los aperitivos y entramos en el siguiente desorden de la noche, que
consiste en responder a una pregunta sobre Sergio Sánchez. Sólo las hermanas Campos responden
bien (pero no reciben el premio
prometido porque he olvidado traer premios). Emi nos hablaré el próximo día del
nombre de la calle donde vive ella.
Antes de
empezar a tratar de forma global del libro elegido, hablamos del aviador
acrobático, un personaje de “Cuatro hermanas” cuya hipotética llegada a esta
cena hemos estado imaginando estos días (un juego más): No me importa pasear por las nubes, es más, a
veces tengo la sensación de que no he bajado de ellas (Rosa) Lo del aviador
y las nubes me sorprende un poco...¡quién sabe!(Julia). Nos restauraremos todo lo posible por si llega el aviador (Maite).
No me extrañaría que apareciera un
aviador(Emma)
Entramos
ya en el segundo plato (¿Carne o pescado?) y empezamos a desmenuzar el libro.
Hay
unanimidad en que el libro no ha gustado al principio, por diferentes razones
(aburrido, moralista, insulso, sin interés) pero, una vez superadas las
primeras páginas, todas hemos disfrutado con su lectura (salvo dos, que no lo
han leído) En relación con esta primera parte, algunas coincidimos en señalar
que es muy interesante releer el primer capítulo al terminar el libro
(Emma
se está portando fatal!.. Je je, dice que no lo ponga, pero lo pongo)
El
título del libro en castellano no gusta. El título original (“Moonflower vine”) es esa flor efímera, la dama de noche,
cuyo florecimiento admiran todos los miembros de la familia al anochecer cuando
se reúnen en verano.
Los temas
que trata el libro son diversos. Se apuntan los que siguen: familia,
fraternidad, amor, matrimonio, culpa, docencia, religión, mandamientos,
infidelidad, falsas apariencias, dilemas morales, libertad.
Algunas
se indignan con la postura del padre de las cuatro hermanas. Algunas lo
defienden, alegando que hay que situarlo en la época en que se desarrolla. La
discusión se va animando. A una de nosotras le parece que no hacía falta que la
madre también tuviera su aventura. A otras, por el contrario, aplauden y se
alegra de que ella también se permitiera una “alegría”.
En
cuanto a los personajes, están muy bien caracterizados, no son planos, cambian,
evolucionan, sorprenden. Reaccionan de formas imprevisibles.
De
nuevo volvemos al personaje del padre, que crea pasiones encontradas en las
lectoras. De muy humano a muy jeta. Se apunta la circunstancia de la diferencia
cultural entre el padre y la madre. Y volvemos a hablar de la culpa (vuelven ,
porque yo ya no sé ni qué anoto)
El
tema está bien llevado, muy contextualizado en la época. Se describe muy bien el
ambiente: la familia americana, los olores, las compotas. En estos aspectos
generales estamos todas de acuerdo. Es un libro que a ratos emociona. Al menos
tres coinciden en que hacía tiempo que no leían un libro con tanto agrado.
Sobre
la estructura del libro, se apunta que el primer capítulo está escrito en
primera persona y el punto de vista del resto es el de un narrador omnisciente
(detalle que indica una alumna aplicada, muy aplicada)
Leonie
es el personaje más triste. Es bonito cómo trata el tema de que se tiene que
casar con el marido de su hermana muerta.
Han
gustado mucho algunas escenas, como la del cementerio, cuando van a colocar la
lápida.
Se
superponen varias historias, que a veces narran los mismos hechos desde
distintas ópticas. El libro empieza cuando las hermanas ya son adultas (lo
narra la hermana pequeño) y luego retrocede en el tiempo y se centra en cada
uno de los miembros de la familia.
En
toda la narración se sienten los olores, el calor en las noches de verano
durmiendo al raso. El ambiente, y el clima en general, está muy conseguido,
como hemos dicho antes. El libro hace sentir el aroma de los dulces que elabora
la madre de las cuatro hermanas, por ejemplo.
En
cuanto al aspecto humano, la autora describe muy bien los sentimientos, toca la
fibra. Los personajes son creíbles, humanos. Tienen altibajos.
Vuelve
a salir una vez más el personaje del padre, con una frase terrible que en algún
momento pronuncia “Siento menos preocupación por mis hijas que por los
terneros” (frase que yo no recuerdo haber leído). Otras lo vemos como un
personaje tierno, como afirma la defensora.
Gran
discusión sobre la visión del personaje del padre. Nuevamente y con más fuerza.
Se afirma, por ejemplo, que era “farol en casa ajena”. Opina la defensora lo
siguiente: “Sí, pero al final, cuando ya son mayores, las hijas siempre vuelven
a casa en verano porque quieeeeeeren a sus padres. ¡Hala!” Me pide apoyo y yo
se lo brindo anotando sus palabras. Las opiniones opuestas se oyen desde el
otro lado de la mesa (a pesar de ser cuadrada), pero yo, a estas alturas, ya no
sirvo de amanuense ni de “na”. En lo que sí estamos de acuerdo es en la
habilidad de la autora para describir las comeduras de coco de los personajes,
el “reconcome”, como se ha dicho antes.
Una
de nosotras no ha leído el libro porque no soportó las primeras páginas. Una
vez recibida la recomendación de que aguante las cincuenta primeras, deseamos
que lo disfrute, ya que ha gustado mucho en general.
Y
con esto pasamos a los postres variados y a la propuesta de libros:
La
casa de la luna, de Ami McKay, El hombre del traje gris,
de David Sloan Wilson.
La
balada del ajo, Rana y “Grandes
pechos, amplias caderas”, de Mo Yan, Premio Nobel de Literatura de este
años (el último de los tres es el primero que se ha publicad en España de este
autor).
Rosa
lee los títulos que tiene anotados en su cuaderno: “Cada día, cada hora”, “La
conjura de los necios”, “Una temporada para silvar”, “León el africano”, etc.
“la casa de verano con piscina” , “La casa de la luna”, “El jardín olvidado”,
etc. Menos mal que todo está registrado en el cuaderno de Rosa. Un cuaderno
precioso, por cierto.
Rosalía
lee una reseña de “La casa de la luna”, una novela que le ha gustado y por
tanto la propone.
Después
de un breve debate se acuerda leer dos libros: “El coronel no tiene quien le
escriba” y “Las viudas de los jueves”.
Un mano a mano entre un Premio Nobel y una cincuentañera argetina
(Claudia Piñeiro).
La
próxima cita será el 31 de enero y, tanto la organización como el toque de
campanilla, le tocará a Marga.
No
hay sorteo de cremas porque estén adjudicadas a las de peor suerte…
Se
procede al reparto de regalos. De una bolsita que ha traído Bea extraemos un
número cada una de nosotras. Pendientes, cajitas, monederos, pañuelos,
collares, echarpes, pulseras… Todo concuerda menos unos moldes de silicona para
hacer magdalenas…
Estoy
escribiendo en el ordenador sobre un cojín, adaptado a tal menester, que me
tocó en suerte. Gracias, Marga.
Doña
Tecla informa sobre la buena marcha, por el momento, del relato enlazado.
Bea
informa sobre la recogida de alimentos y propone una cita. Hablamos también de la
campaña de recogida de juguetes.
Y,
como colofón (¿o como colocón?, hago que las hermanas Campos vuelvan a evocar
el miedo, los ruidos, los juegos y las risas y la oscuridad del caserón de su
infancia. Como las cuatro hermanas
de Jetta Careton. Una historia por escribir.
martes, 11 de diciembre de 2012
CENA DE DICIEMBRE
El trece y no martes, sino jueves, tenemos una cita en el Paladar de Felisa, calle Sergio Sánchez nº 10.
Si alguien tiene duda puede preguntar a las hermanas Campos Acedo. Ellas tienen muchas historias que contar de esa calle (que va de las traseras de San Juan a la calle Pizarro).
La cita será, como siempre, a las 9,30. No olvidéis el regalito de 6 euros máximo.
Paladearemos la cena en la planta baja, al fondo a la derecha.
¡Feliz niebla!
lunes, 10 de diciembre de 2012
DAMAS DE NOCHE
Moonflower (Damas de noche), flores majestuosas y bellas, de muy rápida floración pero de efímera vida.
domingo, 25 de noviembre de 2012
ACTA DE LA CENA DEL 8 DE NOVIEMBRE DE 2012
…¿Y dónde está la calle Motril…? Después de diversas
explicaciones, planos y comunicaciones multimedias varias (¡ya tenemos grupo en
whatsapp!), parece que todas nos hemos “situado” adecuadamente y llegamos sin
problemas al nuevo Santisteban. Y, además, puntuales…casi todas (Rosa, esta vez
no va por ti, ¡qué sorpresa!). Tras los besos y saludos de rigor del
reencuentro (algunas no nos vemos desde la cena anterior, otras incluso desde
antes del verano), pasamos a sentarnos a la mesa ¡cuadrada! que nos han preparado,
con sorpresita de bienvenida encima del plato. Nos acomodamos todas alrededor
de la mesa y, mientras charlamos de todo un poco, vamos dando tiempo para que
llegue alguna “rezagadilla”.
¡Ya estamos todas! Bueno, todas no, falta Isamari; y, aunque nos mantenemos en contacto con ella por whatsapp para hacerle llegar nuestro calor, nos da mucha pena que falte, así que decidimos que hay que hacer una foto de grupo y añadirla a ella con Photoshop… Hay que aprovechar para inmortalizar esta circunstancia tan singular, ¡sólo falta una a la cena! Y hablando de fotos y de inmortalizar momentos únicos, Beatriz nos cuenta la experiencia que ha vivido con Vargas Llosa y nos enseña la foto que se hizo con él (véase la entrada correspondiente un poco por debajo de ésta), lo cual genera en todas nosotras una “envidia sana” tremenda. También Pilar nos invita a asistir a ver la película Espelho Meu, en la que ha participado su sobrina, el día 27 de noviembre; para las que podamos asistir, tenemos toda la información al respecto en otra entrada anterior.
Mientras vamos cenando cositas muy ricas, que podemos ir consultando en una tarjetita amarilla de menú, empezamos a hablar del libro que nos trae hoy aquí. Hay quien manifiesta su extrañeza ante el hecho de que una profesora de
literatura nos haya recomendado este libro, no parece una lectura
corriente. Parece que el libro no nos ha
dejado indiferentes a ninguna, porque enseguida empezamos a desgranar nuestras
opiniones: a alguna le pareció rico de expresión al principio, pero terminó
considerándolo pesado; otras opinan que está bien escrito, pero que “la caga”
intentando emular el realismo mágico; para otras resulta una historia anodina,
un folletín que ni siquiera entretiene.
Hablamos de la falta de amor que se desprende de sus páginas, del exceso
de alusiones a los olores, de las cuñas sexuales que no tienen lugar (el
orgasmo de las violetas, los pezones…).
No se hace esperar la disección literaria con que nos
ilustra Doña Tecla: aparece muchas veces la palabra “conforme”, hay un exceso
de figuras retóricas (sinestesias- adjudicar un sabor a un olor-, metáforas,
personificaciones-adjudicar vida a los seres inanimados-…), abusa de las
vísceras, encuentra mucho rebuscamiento y ampulosidad, opina que los personajes
no evolucionan, es decir, que son estrambóticos pero planos al mismo tiempo, y
que es una historia sin argumento. Su conclusión es que “roza el esperpento y
el desbarre”. Además, opina que la historia debería terminar cuando Olvido y
Santiago “echan el polvo” (perdón por la expresión). Esto da lugar a una
controversia sobre si dicho polvo ocurrió o no, cuestión que queda zanjada
cuando coge el libro y nos lee el episodio en que tiene lugar el incesto: “…se
consolaban mutuamente con un rumor de besos, de chasquidos de cuerpos que no
debían encontrarse nunca; y se confundieron en un retozar de “no puedo vivir
sin ti”, de “ni yo sin ti tampoco”, de buscarse rincones en la piel y de amarse
en todos ellos…” Clarísimo, ¿no?
Alguien comenta que ha leído críticas buenas sobre el
libro, con las que no todas estamos de acuerdo porque se nos ha hecho algo
“cansino”, aunque a veces tenga pasajes de descripciones que resultan bonitos.
Tampoco entendemos muy bien qué tiene que ver la portada del libro con su
contenido, no parece muy apropiado para
reflejar la imagen que podemos tener de un pueblecito de Castilla; alguien
sugiere que parece una tropicalidad que se va por la alcantarilla. No gusta
tampoco la forma en que se refiere a los embarazos de las protagonistas.
Se compara lo que Gabriel García Márquez ha revelado en alguna
entrevista acerca de que todo lo que escribe está basado en su familia con el hecho de que la
autora de este libro no se haya inspirado en experiencias familiares propias,
sino que se ha basado en un taller de cuentos organizado por Clara Obligado, a quien agradece su ayuda.
En
general, todas estamos de acuerdo en que no recomendaríamos su lectura.
Más o menos en estos momentos empieza a haber mucho ruido
en el restaurante debido a otro grupo grande de gente que se sienta en una mesa
justo a nuestro lado, y a partir de entonces ya se nos hace prácticamente
imposible entendernos. Menos mal que ya nos había dado tiempo de comentar
bastantes cosas del libro…
Y después de esto, tras escuchar los avatares de Rosalía con un posible timo por internet y de Rosa con el robo que sufrió en un hotel de Madrid, pasamos a las propuestas de libros para la próxima cena (“Las viudas de los jueves”, “Las baladas del ajo”- su autor es el Premio Nobel de literatura este año-, “Cada día, cada hora”, ”La historia del amor”, “Cuatro hermanas”…). Una de las propuestas que se hace es leer “El cuenco de la mano”, de Basilio Peña, e invitarlo a la cena cuando lo hagamos; también se propone leer el último libro de cuentos de Pilar Galán, “Paraísos posibles”, y que asista a la cena siguiente a la de Navidad. Una vez realizada la votación entre los libros propuestos, resulta elegido “Cuatro hermanas”, de Jetta Carleton.
Pilar hace un sorteo de libretas hechas a mano por ella;
Maite nos reparte a todas unas muestras de crema y además sortea otras dos
cremas, que le tocan a Maite Macías y Mª José. Con objeto de evitar en el
futuro la posibilidad de que alguien se quede sin ser beneficiada por el sorteo
habitual de Maite F., se toma la decisión para cenas posteriores, y una vez que
se termine la ronda actual (en la que sólo quedan Marga y Rosalía sin haber
sido afortunadas ganadoras del sorteo), de que sea la organizadora de la cena
la que se lleve la crema en cuestión.
En otro orden de cosas, Doña Tecla nos vuelve a “tentar”
con la escritura de un nuevo relato encadenado, pero esta vez sujeto a otros
condicionantes que ya nos ha contado pormenorizadamente en un correo
electrónico. Esto da lugar a una pequeña controversia sobre las capacidades
literarias de cada una que se resuelve con el compromiso de participación de
todas, cada una en la medida de sus posibilidades.
Se fija la cena de Navidad para el día 13 de diciembre,
jueves, siendo Pilar Bacas la organizadora de la misma. Se acuerda llevar un
regalito de 6 euros -como máximo- para hacer el intercambio de regalos que viene
siendo habitual en esta cena.
Va siendo hora de irnos, así que toca hacerse la foto que habíamos acordado. Después de unas cuantas risas a costa de la fotógrafa voluntaria improvisada (una de las comensales de la mesa de al lado), y de hacer que el camarero repitiera la foto, por si las moscas...¡por fin! nos hacemos la foto...
...y nos despedimos hasta la próxima, tras haber disfrutado de una cena agradable, a la
par que ruidosa.
Y, como dijo Humphrey Bogart en una célebre película:
“…¡siempre nos quedará whatsapp…!”
Aquí tenéis mis fotos del evento:
viernes, 9 de noviembre de 2012
Jetta Carleton
jueves, 8 de noviembre de 2012
Breve encuentro con D. Mario Vargas LLosa
Hace dos semanas estuve en Madrid pasando el fin de semana. Mi hermana había sacado entradas para ver "Utopía" de María Pagés y allí estábamos esperando en la puerta del Teatro Español, cuando vimos llegar al escritor Marío Vargas LLosa con su mujer y unos amigos. Dio la coincidencia de que se sentó justo delante de nosotras y al terminar el espectáculo y tras varios minutos de ovaciones y "bravos" por parte del público, se me ocurrió pedirle que se hiciera una foto conmigo. Dicho y hecho, mi hermana cogió su Iphone y según salíamos hacia el pasillo me acerqué a él y le dije que sería un honor para mí hacerme una foto junto a él. En tan breve tiempo, le conté lo de nuestro grupo de lectura, que eramos 14, que solo mujeres (se sorprendió de que no hubiera hombres.....) le comenté que habíamos tenido algún escritor invitado como Eugenio Fuentes y que habíamos leído "Las Manos del Pianista" ( le conocía..) Bueno pues con todo esto me bloqueé y no recordé comentarle que habíamos leído dos obras suyas (algo excepcional!) y que me había encantado su discurso de recogida del Premio Nobel..... Al final le dije que teníamos un blog "sencillito" y le dí el nombre por si quería entrar y dejar algún comentario.....
Si por una casualidad entrara en este blog o su editorial le comentara algo, que sepa D. Mario que está invitado a nuestra cena del libro en Cáceres y que entre tanta lectora seguro que se iba a encontrar estupendamente.
Si por una casualidad entrara en este blog o su editorial le comentara algo, que sepa D. Mario que está invitado a nuestra cena del libro en Cáceres y que entre tanta lectora seguro que se iba a encontrar estupendamente.
miércoles, 7 de noviembre de 2012
¿Vamos al cine?
En la Filmoteca de Cáceres: http://filmotecaextremadura.gobex.es/
Se proyectará el día 27 la película Espelho Meu: http://espelho-meu.net/
FIRMADO: La tía de la Pantoja
Se proyectará el día 27 la película Espelho Meu: http://espelho-meu.net/
FIRMADO: La tía de la Pantoja
¿Qué es Espelho Meu? Dossier de prensa
“Espelho
Meu“ es una obra colectiva formada por piezas audiovisuales que
dialogan entre sí. Se compone de tres piezas documentales de imagen real
y una pieza de animación, realizadas por las cineastas Firouzeh
Khosrovani, Isabel Noronha, Irene Cardona y Vivian Altman, cada una
desde su contexto particular y en sus respectivos países de origen. El
hilo de unión de las cuatro obras son pequeñas piezas de animación que
crea la brasileña Vivian Altman desde su estudio en París, inspirada por
las imágenes enviadas por sus compañeras desde Irán, Mozambique y
España.
El
espejo es pretexto para provocar el encuentro de las mujeres con ellas
mismas, es también el escenario donde confluyen las expectativas y las
realidades de la imagen de nuestros cuerpos, modelados según principios
culturales, religiosos y económicos. El espejo es un lugar común en la
representación de las mujeres no sólo en el cine sino en todo el arte
occidental, un lugar común que las cuatro cineastas re-visitan,
utilizando también la cámara como un espejo lúcido que refleja,
reinterpreta y reelabora las imágenes de mujeres de cuatro continentes.
Conscientes
de cómo cada contexto cultural construye identidades, moldea el
significado del cuerpo de las mujeres y marca la relación personal con
la imagen, las cuatro artistas cuestionan los estereotipos tradicionales
de la mujer iraní, española, africana o brasileña, para terminar
construyendo un discurso en el que la identidad se establece no sólo por
la pertenencia a un determinado grupo social, religioso, o cultural,
sino también por la conciencia de compartir unos mismos valores
universales. Desde esta perspectiva, la obra se produce también con el
objetivo de establecer lazos, tejer redes de cultura y amistad, como uno
de los pocos modos posibles de vivir la
creación con honestidad en la
era de la globalización.
lunes, 5 de noviembre de 2012
BANDO BLOGUERO: PRÓXIMA CENA
(Poned vosotras el toniquete)
De parte de la "señá" Juuuulia
se hace saber a tooooodas
que está reservado el siiiiitio
de la próxima tertuuulia.
Es llamado Santisteeeban
y es por todas conociiiido.
Buenos caldos, buenas tapas,
todos los que van lo comprueeeeban.
Bromas aparte, la cena va a ser en el nuevo Santisteban, que está en la calle Motril (para las que no sepáis qué calle es ésta, os diré que es la pequeñita que une Santa Joaquina de Vedruna con Gómez Becerra, donde hace esquina el Burger King). El local donde han abierto la taparía es el antiguo Galeón, haciendo esquina con una entrada de garajes. He cerrado un menú de tostas, raciones y tapas por 20 euros, bebidas y postres incluidos; espero que os parezca bien y resulte todo estupendo.
Allí os espero a todas. Hasta el jueves.
Ah, por cierto, aquí podéis enlazar a la entrevista de Juan Raigada que está en la entrada anterior.
domingo, 4 de noviembre de 2012
lunes, 29 de octubre de 2012
Jaiver Marías rechaza el Premio Nacional de Narrativa 2012
El escritor ha explicado en rueda de prensa los motivos por los que no ha aceptado el Premio Nacional de Narrativa 2012
Javier Marías
(Madrid, 1951) ha explicado esta tarde en una rueda de prensa celebrada
en el Círculo de Bellas Artes de Madrid los motivos por los que ha
decidido rechazar el Premio Nacional de narrativa 2012, que esta mañana le concedía el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
El escritor madrileño ha asegurado que no puede aceptar el galardón, obtenido por su novela «Los enamoramientos», por su «deseo de ser consecuente» con sus propias decisiones. «Hubiera sido una cierta sinvergonzonería aceptar este premio», ha afirmado Marías ante decenas de periodistas, que aguardaban con expectación sus palabras.
No obstante, Marías ha querido agradecer «profundamente la gentileza y la generosidad» de los miembros del jurado
(integrado, entre otros, por Clara Sánchez, Soledad Gallego-Díaz,
Fernando Rodríguez Lafuente, Javier Cercas y Marcos Giralt Torrente) por
haber tenido «en tanta consideración» su novela, pero al ser «un
galardón institucional, oficial y estatal, otorgado por el Ministerio de
Cultura, no le es posible aceptarlo».
«El Estado no debe darme nada por efectuar mi tarea de escritor»
Durante su intervención, el autor de «Los enamoramientos» ha recordado que siempre ha rechazado «cualquier remuneración o premio procedente del erario público, incluidos el Instituto Cervantes y RTVE»
y, ante las posibles especulaciones políticas, ha asegurado con
rotundidad que hubiera rechazado «igual» el Premio Nacional de Narrativa
«con Zapatero en el Gobierno».
La decisión de una «persona independiente»
«Creo que el Estado no debe darme nada por efectuar mi tarea de escritor», ha argumentado, para después explicar que llevaba madurando esta decisión desde 1995.
«Durante todo este tiempo he esquivado a las instituciones del Estado
independientemente del partido que gobernara. Me considero una persona
independiente y no quería verme vinculado a cualquier partido político o al poder», ha dicho Marías.
El escritor confía, además, que su
postura «no se tome ni como un feo, agravio o desagradecimiento».
Asimismo, ha manifestado que, en parte, esta decisión viene motivada por
que su padre, Julián Marías, nunca fue galardonado con un Premio Nacional: «Si mi padre no había merecido un Premio Nacional, yo tampoco», ha dicho.
Por su parte, el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, ha mostrado esta tarde su respeto por «la decisión personal» de Javier Marías. Lassalle, que ha inaugurado la feria Estampa Arte Múltiple
en Madrid, ha manifestado su conformidad con la decisión del jurado por
mostrar «independencia, criterio y objetividad para valorar la obra de
Marías».
Comunicado de Javier Marías sobre el Premio Nacional de Narrativa 2012:
Ante la noticia de que mi novela Los
enamoramientos ha sido distinguida con el Premio Nacional de Narrativa
de este año, quisiera agradecer profundamente, antes de nada, la
gentileza y la generosidad de los miembros del jurado por haberla tenido
en tanta consideración.
Al ser este un galardón institucional, oficial y estatal,
otorgado por el Ministerio de Cultura, no me es posible, sin embargo,
aceptarlo. Lamentaría que esta postura mía se viera como un desdén hacia
nadie. No lo es. Se trata solamente de una cuestión de consecuencia. Es
decir, de mi deseo de ser consecuente.
Desde hace muchos años no he aceptado ninguna invitación
de los Institutos Cervantes, ni del Ministerio de Cultura, ni siquiera
de las Universidades públicas o de Televisión Española. Durante todo ese
tiempo he esquivado a las instituciones del Estado, independientemente
de qué partido gobernara, y he rechazado toda remuneración que
procediera del erario público.
También he dicho, en no pocas ocasiones, de palabra o por
escrito, que, en el caso de que se me concediera, no podría aceptar
premio oficial alguno. No se había dado el caso hasta ahora (con las
excepciones del Premio Nacional de Traducción en 1979, en época del
Presidente Adolfo Suárez, nada menos, y del Premio de la Comunidad de
Madrid, en 1998). Y, ahora que sí se da el caso (e insisto en mi
agradecimiento), sería aprovechado e inconsecuente por mi parte
desdecirme de lo manifestado y aceptarlo.
Confío en que no se tome mi postura como un feo o un
agravio, o como un desagradecimiento. Todo escritor agradece el aprecio
por su obra, y así lo hago yo también ahora. Y en verdad lamento no
poder aceptar lo que en otras épocas habría sido tan sólo motivo de
alegría.
Muchas gracias por su atención,
Javier Marías
25-10-2012
Javier Marías, Premio Nacional de Narrativa
El escritor ha sido galardonado por su novela «Los
enamoramientos»
ABC.ESabc_cultura / MADRID
Día
25/10/2012 - 19.24h
GONZALO CRUZ
El escritor Javier Marías
(Madrid, 1951) ha sido galardonado con el Premio Nacional de Narrativa
2012 por su novela «Los
enamoramientos» (Alfaguara), una novela sobre la cara más oscura del
amor. El galardón, concedido por el Ministerio de Cultura,
está dotado con 20.000 euros.
Javier
Marías es autor de «Los dominios del lobo», «Travesía del horizonte», «El
monarca del tiempo», «El siglo», «El hombre sentimental» (Premio Ennio
Flaiano), «Todas las almas» (Premio Ciudad de Barcelona), «Corazón tan
blanco» (Premio de la Crítica, Prix l'Oeil et la Lettre, IMPAC Dublin Literary
Award), «Mañana en la batalla piensa en mí» (Premio Fastenrath, Premio
Rómulo Gallegos, Prix Femina Étranger, Premio Mondello di Palermo), «Negra
espalda del tiempo», de los tres volúmenes de «Tu rostro mañana» (Premio
Salambó) y de «Los enamoramientos» (Premio Qué Leer).
Nómina de galardones
En 1997
recibió el premio Nelly Sachs, en Dortmund; en 1998, el Premio Comunidad de
Madrid; en 2000, los Premios Grinzane Cavour, en Turín, y Alberto Moravia, en
Roma; en 2008 los Premios Alessio, en Turín, y José Donoso en Chile; en 2010
The American Award, en Estados Unidos; en 2011, el Premio Nonino, en Udine, y
el Premio de Literatura Europea de Austria; y, en 2012, el Premio Terenci Moix,
todos ellos por el conjunto de su obra.
Entre sus traducciones
destaca «Tristram Shandy» (Premio Nacional de Traducción 1979). Fue profesor en
la Universidad de Oxford y en la Complutense de Madrid. Sus obras se han
publicado en 42 lenguas y en 52 países, con más de seis millones de ejemplares
vendidos. Es miembro de la Real Academia Española.
Javier Marías, Premio Nacional de Narrativa 2012, en una
imagen de archivo
El jurado que ha seleccionado la obra del autor madrileño ha estado presidido por María Teresa Lizaranzu e integrado, entre otros, por Clara Sánchez, Soledad Gallego-Díaz, Fernando Rodríguez Lafuente, Javier Cercas y Marcos Giralt Torrente, ganador de la pasada edición del galardón por su libro «Tiempo de vida».
El jurado que ha seleccionado la obra del autor madrileño ha estado presidido por María Teresa Lizaranzu e integrado, entre otros, por Clara Sánchez, Soledad Gallego-Díaz, Fernando Rodríguez Lafuente, Javier Cercas y Marcos Giralt Torrente, ganador de la pasada edición del galardón por su libro «Tiempo de vida».
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