Cuando sea vieja, vestiré de morado,
con un sombrero rojo que ni haga juego,
ni me quede bien,
y me gastaré el dinero de mi jubilación
en coñac y guantes de verano,
y sandalias de raso.
Y diré que no hay dinero para mantequilla.
Me sentaré en el pavimento
cuando esté cansada
y devoraré muestras de las tiendas
y oprimiré los botones de alarma
y rasparé con mi bastón los barandales de las calles.
Y compensaré la austeridad de mi lejana juventud.
Saldré a caminar bajo la lluvia en zapatillas,
y arrancaré flores de jardines ajenos
y aprenderé a escupir…
Pero, tal vez debiera practicar un poco todo eso desde ahora.
Así la gente que me conoce no se asombrará,
ni se escandalizará al ver que, de pronto,
soy vieja y me empiezo a vestir de morado.Jenny Joseph ( Birmingham, Inglaterra, 1932). Periodista y poeta.
martes, 30 de noviembre de 2010
Ana María Matute - Contadora de historias
por VIRGINIA HERNÁNDEZ
Parece que las abuelas no tienen un lugar demasiado especial en los cuentos a no ser como lobo trasvestido. Sin percatarnos de que su función va más allá. Ellas son las narradoras, las transmisoras de todo ese conocimiento encerrado en historias de castillos o bosques. Las mismas que entusiasman a Ana María Matute (Barcelona, 1925). Porque ¿quién lee los relatos a sus nietos? Con ojos vivarachos, melena muy blanca y porte bien elegante, la autora es la abuela de libro aunque no tenga nietos. Y lo es porque desde que la castigaban en el cuarto oscuro empezó a conocer a los personajes fantásticos que han poblado sus novelas más aplaudidas. Una que no supo (ni quiso) despedir de sí a la niña que fue. Y que no se fía ni un ápice de quien sí lo ha hecho. «Tal vez la infancia es más larga que la vida», dijo la escritora cuando presentó su última obra, 'Paraíso inhabitado' (2008), una novela que, por sus achaques, le costó ocho años ver en las librerías.
La nueva Premio Cervantes, un galardón con el que no contaba a pesar de ser candidata en cada edición («intuición femenina», decía sin resquemor alguno y agradeciendo todos los reconocimientos recibidos en su larga carrera), supo que quería ser escritora antes siquiera de poder descifrar las letras. En su discurso de entrada a la Real Academia de la Lengua ['En el bosque', que leyó el 18 de enero de 1998], Ana María Matute se describía como «una contadora de historias» e invitaba a cruzar el espejo como la Alicia de Carroll («uno de los [cuentos] más mágicos de la historia de la literatura, quizá el que ofrece un mito más maravilloso y espontáneo: el deseo de conocer otro mundo, de ingresar en el reino de la fantasía a través, precisamente, de nosotros mismos»). Su descubrimiento, su otro mundo, eran los bosques que son los libros: «'Cuando yo sea mayor —pensaba— haré esto'. Ni siquiera sabía que 'esto' era participar del mundo imaginario de la literatura. Después, cuando ya había aprendido a descifrar esos signos misteriosos, la primera vez que leí la palabra bosque en un libro de cuentos, supe que siempre me movería dentro de ese ámbito [...]. Jamás había experimentado, ni volvería a experimentar en toda mi vida, una realidad más cercana, más viva y que me revelara la existencia de otras realidades tan vivas y tan cercanas como aquella que me reveló el bosque, el real y el creado por las palabras».
En sus ramas y con una infancia marcada por la guerra, la mala salud, por la fría relación con su madre y por su tartamudez, la niña empezó a crear sus mundos. Tenía cinco años al inventar su primer cuento que también ilustró. A los 17, escribió su primera novela, 'Pequeño teatro' (1954), Premio Planeta, que vendió a la editorial Destino y que no se llegó a publicar hasta que la autora no despuntó por 'Los Abel' (1948). El Nadal, por 'Primera memoria' (1959), hizo popular su nombre mientras estaba casada con el también escritor Eugenio de Goicochea, una relación infeliz que rompió pocos años después. La decisión le costó muy cara: la separación no estaba bien vista y menos si quien la pedía era una mujer. Él se quedó con la custodia de su hijo, Juan Pablo, y ella terminó marchándose como lectora a dos universidades de EEUU. Recuperó al niño tres años después. Su segundo marido, Julio Brocaral, fallecido en 1990, fue su verdadero amor.
'Los hijos muertos' (1959), 'Los soldados lloran de noche' (1964) o 'La torre del vigía' (1971) fueron algunos de los títulos de aquellos años, que concluyeron con una depresión que acalló su pluma demasiado tiempo. Una época que esta optimista declarada («yo soy de las que piensa que la botella está medio llena. Pero soy consciente de que está vacía») prefiere no recordar y que no sólo supo vencer sino que remató con 'Olvidado rey Gudú' (1996), la novela medieval que siempre tuvo en mente y que la aupó en las listas de éxitos. Fue el año, además, de su elección para ocupar el sillón 'K' de la RAE en sustitución de otra mujer, Carmen Conde. «Para mí, escribir no es una profesión, ni una vocación siquiera, sino una forma de ser y de estar, un largo camino de iniciación que no termina nunca», dijo en ese discurso. Por eso promete seguir. Porque esta Alicia prefirió quedarse al otro lado del espejo.
# FECHAS CLAVE
26.07.1925. Nace en Barcelona. 1930. Grave enfermedad de riñón. 1931. Escribe e ilustra su 1er cuento. 1934. Se traslada con sus abuelos a un pueblo de Logroño por una dolencia. 1941. Escribe su 1ª novela, 'Pequeño teatro', y la vende a Destino por 3.000 pts. 1952. Premio Café Gijón y boda con el escritor Eugenio de Goicochea. 1954. Nace su hijo, Juan Pablo. 1959. Premio Nadal por 'Primera memoria'. 1963. Separación. 1965. Premio Lazarillo por 'El polizón de Ulises'. 1976. Candidata al Nobel. 1991. Fallece el amor de su vida, Julio Brocaral. 1996. Después de 15 años de silencio, publica 'Olvidado rey Gudú' y es elegida para la RAE. 2007. Premio Nacional de Literatura. 2010. Premio Cervantes.
Foto
La escritora
* DECÁLOGO DEL ESCRITOR, SEGÚN MATUTE
* «El escritor nace, no se hace: es una cuestión de ser o no ser»
* «Escribir es también una forma de protesta. Casi todos los escritores comparten el malestar con el mundo»
* «Mientras haya un poeta, la poesía existirá»
* «Maestros, estudios nunca estorban; pero no crean»
* «Escribir es muy difícil, sobre todo hacerlo de forma sencilla»
* «Lo 'políticamente correcto' casi nunca es literario»
* «No hay universidad que enseñe lo que enseña la vida»
* «Escribir es una forma de ser y de estar»
* «Un libro no existe en tanto alguien no lo lea»
* «El día que piense que he escrito algo perfecto, estaré muerta»
* MÁS INFORMACIÓN
* «He escrito toda mi vida, me lo pide el cuerpo»
* 'Paraíso inhabitado', dedicado para ti
* «La ilusión por la vida nos hace soportar la proximidad de la muerte» | La escritora de la fantasía
* Encuentro digital (diciembre 2008)
* Premio Nac. de las Letras | «Los premios sólo hacen lectores»
* Encuentro digital (julio 2002) | Entrevista Magazine (1998)
* Su página oficial
miércoles, 24 de noviembre de 2010
lunes, 22 de noviembre de 2010
FECHA PRÓXIMA CENA
Ya nos dirá Emi el lugar y hora.
Besos para todas como siempre.
martes, 16 de noviembre de 2010
Otra forma de leer a Cervantes
El primer enlace es el auténtico libro. El otro, explica el proyecto.
http://quijote.bne.es/libro.html
Sukkwan Island.
Sukkwan Island.
Autor: David Vann.
Editorial: Alfabia.
SUKKWAN ISLAND, la aclamada novela de debut de David Vann, acaba de ganar el Prix Médicis Étranger 2010, imponiéndose a obras de autores como Pynchon, Oksanen, Tavares, etc. A esta excelente noticia se le ha sumado otra: tras haber agotado todos los ejemplares del libro en apenas una semana, antes siquiera de que hayan aparecido entrevistas o reseñas (prueba de la expectación que ha levantado esta perturbadora historia), ya tenemos en marcha la segunda edición, que en breve llegará a librerías.
Escrito con sobriedad y músculo, este libro tan inquietante como claustrofóbico (pese a lo abierto y luminoso que resulta el lugar donde se desarrolla), tiene un par de giros magistrales que golpean al lector hasta dejarle sin aliento. Y no es fácil recuperarse de una lectura así, tan precisa, despiadada y triste. Todo un placer, todo un descubrimiento.
En octubre llega el momento del gran fenómeno David Vann y su sorprendente novela Sukkwan Island. La obra le ha valido al autor merecidas comparaciones con Cormac McCarthy (en especial con La carretera) y no para de recibir premios, tanto de parte de la crítica como de los lectores. En Francia, sin ir más lejos, lleva más de un año entre los libros más vendidos.
Una isla salvaje en el sur de Alaska, a la que solamente puede accederse en barco o hidroavión, repleta de frondosos bosques húmedos y montañas escarpadas. Este será el inhóspito decorado donde Jim decidirá fortalecer las relaciones con su hijo Roy, a quien apenas conoce. Doce meses por delante, viviendo en una cabaña apartada de todo y de todos: parece una buena oportunidad para estrechar lazos y recuperar el tiempo perdido. Pero la situación, poco a poco, deviene clautrofóbica, asfixiante, insostenible. La díficiles condiciones de supervivencia y la olla a presión emocional a la que se ven abocados padre e hijo acaban por conformar una postal de pesadilla.
(Yo no la he leído, pero me la han recomendado varias personas)
RESUMEN CENA DEL 28 DE OCTUBRE
Hola a todas.
Perdonad la tardanza, pero entre otras cosas necesitaba la aprobación de Pilar Bacas para mandar este pequeño resumen por razones que creo os resultaran obvias cuando lo leáis.
Es posible que se me haya olvidado anotar algo importante o algún detalle significativo. Si fuera así, por favor adjuntar vuestra contribución. También es posible que el preámbulo os sobre, pero yo necesitaba comentarlo, je,je.
Besos y de nuevo disculpas.
Teresa
Principios de octubre 2010
Mientras hacemos recados y paseamos plácidamente por la ciudad, mi amiga Pilar Bacas me comenta que le toca a ella organizar la cena del libro del mes y que si a mí se me ocurre algún sitio agradable para hacer la reunión.
Voy a sugerirle alguno de los sitios que conozco cuando me aclara, antes de que me dé tiempo de hacerme ningún plan, que yo no voy a ser su invitada porque en lugar de invitarme a mí van a invitar a C.M.
-¡Ah! -le digo yo un poco contrariada pero, por eso del amor propio, disimulando bastante mi decepción.
-Es que la invitada en esta ocasión probablemente sea la que redacte el acta, y yo ya sabes que igual no puedo estar durante toda la cena ¿sabes? -Me dice Pilar a la vez que me mira como si todo estuviese clarísimo.
-¡Ah! -vuelvo a repetir yo sin entender gran cosa-
-Vamos a ver; es que yo he dicho, que la Corco mejor que no, porque habla mucho, y claro no está tan atenta a lo que pasa como para tomar notas -Me aclara Pilar- y dicho esto, mi amiga(?) se queda tan oronda.
Mediados de Octubre 2010
De regreso de Palencia mi amiga(?) Pilar Bacas me dice que C.M les ha dicho que muchas gracias pero que no irá a la cena porque lamentablemente está muy atareada y no puede.
Yo me hago un poco la loca y entonces mi amiga(?) Pilar Bacas me dice que si quiero ir yo...
Tendría que haberme hecho de rogar un poco, ¿no creéis? Si hubiera tenido un pelín más de dignidad tendría que haber dicho que no, que yo no soy una segunda opción y que lo sentía pero que no que no iba a ir. Sí, quizás eso fuera lo que tendría que haberle dicho pero justo dije todo lo contrario, hice con que me lo pensaba un segundo y dije:
-En principio creo que sí que podré ir pero espero no tener que ser yo la que tome notas de la reunión más que nada por tener que redactarlas después.
Pilar ni se inmuta. No me responde ni sí, ni no, ni nada que se le parezca.
Creo que volví a cometer un gran error. Hubiera tenido que haberle dicho algo al respecto, pero de nuevo me perdió mi orgullo e ignoré aparentemente su silencio.
Así que, aquí estoy; redactando estas notas tres semanas casi después de la cena y pidiendo con este preámbulo disculpas, ya que yo no estaba preparada para esta redacción.
Pero allá va y espero poder reflejar al menos parte de lo que pasó en la agradable cena que compartí con vosotras.
28 de octubre:
Camino del Corregidor, el aire es húmedo y hace una temperatura agradable.
Al llegar veo la cafetería llena de conocidos. “Es increíble la cantidad de gente que sale los jueves”, me digo. Al principio de la barra; un grupo de médicos amigos, un poco más allá, un grupo heterogéneo de músicos, pintores y maestros, también conocidos y hacia el medio, perdidas entre las voces que llegan del fondo de la barra están Pilar Bacas y Pilar Galán.
Después de saludos y presentaciones, pedimos unas cañas y comentamos lo raro que nos parecía que no estuvierais las demás. Al cabo de un buen rato charlando, el camarero que luego resultó el chef, nos pidió disculpas diciéndonos “¡Ay!, lo siento. Se me ha olvidado que les tenía que avisar que las demás están ya arriba desde hace tiempo”....
Con nuestras cervezas en la mano subimos al comedor. Rosalía, Maite, Beatriz, Emma, Isa Mari y quizás alguna más, no recuerdo muy bien quiénes. Nos echáis una pequeña bronca.
-Pero, ¿dónde estabais? -nos preguntáis.
Aclaramos que abajo, que si patatín, que si patatán, y empieza la reunión con algarabía, cañas, risas, besos, saludos a las rezagadas, y ganas de fumar, porque más de una y de dos de las que normalmente no lo hacemos nos lanzamos como posesas al paquete de tabaco que alguna ha llevado para todas las fumadoras reprimidas. (Que conste que yo también había llevado un paquete de emergencia, pero que estaba para tirarlo por antiguo y reseco). Rosa ante esa avalancha de fumadoras protesta un poco, pero no se le hace mucho caso aunque abrimos una ventana.
En medio de todo esto, Pilar Bacas con su proverbial y envidiable actividad, nos empieza a encomendar tareas a diestro y siniestro ya que tiene que irse casi inmediatamente sin cenar. Su madre, centenaria y admirable, está ingresada en el hospital y ella va a pasar la noche a su lado.
A Maite F. le da una bolsa de plástico con los libritos que ha encuadernado y “editado” de nuestro relato encadenado, así como otros dos paquetitos sorpresa, que no son otra cosa que dos ejemplares del Peluquero de Dios de Antonio Crespo. Y a mí me dice que si tengo una libreta y algo para escribir porque “ya sabes, te toca a ti hacer el resumen” Emma, que ve mi cara de perplejidad, me dice que no me apure que ella me ayudará, y en vista de que tampoco Emma tiene dónde escribir Isa Mari y Verónica nos dan unas hojitas de unas libretitas que tienen y yo hago con que me quedo más tranquila...¡Ay Señor!
Como Pilar B. se tiene que marchar, nos hacemos la foto del grupo antes de cenar. En esta ocasión Maite F. no ha traído su cámara porque al día siguiente se va a Berlín y quería dejarla junto con el equipaje. Menos mal que Rosalía tiene la cámara del móvil a mano. (Hay que aclarar que tiene la cámara tan preparada en el momento oportuno porque nos tiene que enseñar la foto de su nieta que es una preciosidad y que en la foto mira a su abuela con mucha atención.)
Una vez hecho el trámite de la foto grupal nos sentamos a la mesa y el chef nos dice que nos va a detallar el menú, no sin antes contarnos que hacia unos días que otro grupo había cenado allí y que también había leído La sal de la vida, de Anna Gavalda que es uno de los libros que nosotras llevamos en esta ocasión. También nos comenta que están pensado poner en el restaurante una biblioteca con los libros que leamos los diferentes grupos de lectura que nos reunamos allí.
Y ya sí, ya pasa a detallarnos el menú, relatándolo con minuciosidad y profusión de diminutivos y adjetivos, que yo soy incapaz de repetir fidedignamente, pero que intentaré resumir.
De entrada; mousse o paté de patatera, con salsa de mostaza. De primero; “verduritas”(!!!) a la plancha y una témpura de no sé qué. De segundo, pescados, a elegir entre lubina o dorada preparada de varias maneras, aunque la mayoría elegimos a la manera donostiarra, faltaría más. Y carnes, a elegir entre chuletillas de cabrito o carrilleras de ibérico. Para terminar, un postre que no recuerdo en qué consistió, aunque si sé que iba en una copita de cristal, era cremoso y me gustó.
Mientras unas y otras decidimos qué vamos a tomar, las conversaciones siguen siendo dispersas.
Alguien habla del blog de la cena del libro y de que algunas no entran con frecuencia.
Bea recuerda el link de los cortos, puesto por Maite F, y pregunta si hemos votado.
Rosa comenta que ha traído miel para darnos, pero que no ha traído para todas porque no tenía botes suficientes.
Todas hablamos entre nosotras de una y mil cosas, hasta que después de todos estos preámbulos decidimos que ya es hora de hablar de los libros, y empezamos.
El primero del que hablamos es La sal de la vida.
Pilar G inicia la charla y dice que no le ha gustado. Que empezó leyéndolo con mucho interés por la temática del mismo ya que a ella la relación que parecía que podía darse entre los hermanos le interesaba mucho, pero que le ha decepcionado, porque no le ha parecido creíble. Los personajes le parecían que se movían en un escenario y que la que hablaba era la escritora más que la “protagonista” del libro.
Algunas piensan lo mismo y creen que el único personaje que merece la pena es la cuñada. Para ellas el papel de esta es el más creíble.
Otras opinan que sí que les ha gustado, y a otras nos ha gustado pero con algunas restricciones.
Las de este, llamemos “grupo de opinión favorable” comentamos que nos ha gustado porque alguna de las situaciones que parece que ha vivido la protagonista, nosotras las compartimos. Ponemos ejemplos de situaciones incomodas en una boda, o en una comida, o en reuniones con nuestras familias políticas, así como complicidades y códigos compartidos con nuestros hermanos o nuestra familia.
También se comenta que la novela tiene dos partes, para mí, claramente diferenciadas, una que va desde el principio hasta la boda y otra después de la misma. La primera parte resulta bastante creíble y próxima a situaciones vividas, no así la segunda.
En general, al hablar de esta novela comentamos más las situaciones que describe la novela que el estilo de la misma, aunque sí se habla algo del lenguaje utilizado. En este apartado, aprovecho para transmitir la opinión de Pilar B, a la que tampoco le ha gustado la novela, y que cree que el lenguaje utilizado por la autora es efímero y muy coyuntural. Pilar G. dice que eso a ella no le importa tanto en una novela, como que el lenguaje no permita que te olvides de quién lo está escribiendo. Dice que en muchas otras novelas te olvidas de quién está escribiendo y realmente escuchas a los personajes y pone como ejemplo Un día perfecto para el pez plátano de J. D. Salinger, pero sin embargo en esta novela se ve continuamente a la autora, y eso resta credibilidad a los mismos.
Seguimos haciendo diferentes comentarios y reflexiones que nos ha sugerido la lectura del libro, tales como si los críticos ven las obras de manera virgen o no, también hablamos de las figura del padre de la protagonista y de la madre, de si sus personajes están desdibujados o no… y finalmente pasamos a puntuar la novela.
Las puntuaciones fueron:
Seis personas - 8
Dos personas - 7
Dos personas - 6
Dos personas - 5
Antes de hacer la valoración media nos damos cuenta de que no hemos llamado a Pilar Bacas como habíamos quedado con ella y entonces lo hacemos. La llamamos. para que nos dé su puntuación, pero como no contesta no insistimos. Es tarde y está en el hospital, así que nos parece oportuno no seguir insistiendo ya que podríamos molestar a alguien.
Por lo que la valoración final es de 7
Una vez hecha esta puntuación media, decidimos que el Libro de Pilar Galán no lo vamos a votar porque alguna se puede sentir incómoda. Pilar aclara que a ella no le importa y que cualquier crítica positiva o negativa la recibirá con agrado.
Esto nos lleva a entretenernos un rato hablando sobre lo que en lenguaje coloquial denominamos falsa modestia, o cómo nuestra educación nos lleva a no saber aceptar las alabanzas o los comentarios positivos con la misma naturalidad que los negativos. Creemos que esta actitud la extendemos incluso a cuando nos hablan de nuestros hijos que a veces nos sentimos incómodas si los tenemos que valorar delante de la gente. Con respecto este tema todas terminamos diciendo que es algo que deberíamos aprender a cambiar y pasamos a hablar de “Grandes Superficies”.
Isa Mari, dice que el libro le ha parecido muy triste y pesimista. Creo recordar que a Rosa y a Emi también se lo ha parecido, sin embargo a Rosalía y Maite F, no les ha dado esa impresión. Les parece un libro real e incluso optimista. Las opiniones de Carmina, Maite, Vero, Bea y Emma las mezclo un poco y no recuerdo con precisión lo que dijisteis cada una aunque sí recuerdo que había opiniones diversas al respecto. (Perdonad, mi despiste.)
Lo que sí puedo decir es que a algunas el libro nos ha parecido muy humano y divertido. A otras, triste y depresivo. Algunas nos lo hemos leído de un tirón, y otras han tenido incluso que dejarlo en ocasiones porque les producía mucha amargura. A alguna el lenguaje le ha parecido excesivamente simbólico (?) y a otras nos has parecido sin embargo cercano y gracioso en muchas ocasiones
Pilar G. dice que ella con esta novela quería contar una historia alegre y no cree que la cajera sea prepotente como ha sugerido alguna de nosotras sino que es la que está fuera de lugar y es la que observa a los clientes en sus compras porque los artículos que compran definen en gran medida, no sólo su situación económica si no también sus gustos o su situación anímica y personal.
Dice que escribe porque no sabe contar oralmente con la misma fluidez las cosas que ocurren a su alrededor y que muchas de las situaciones que cuenta de la protagonista con su padre las ha sacado de cosas que realmente le han pasado a ella durante la enfermedad del suyo. Situaciones estrambóticas, chocantes y en ocasiones hilarantes si no fuera porque Pilar dice que las vivía desde el dramatismo de la enfermedad y el dolor.
Se habla también y por lo tanto de la necesidad de distanciarse en ocasiones de la enfermedad para ver lo que rodea al enfermo y a los que le cuidan. La vida sigue su curso…
Se vuelve a retomar la novela y algunas siguen opinando que el libro les resulta un poco desmoralizante porque incluso da un aspecto pesimista de la relaciones de pareja ya que la protagonista refleja un cierto hastío o cansancio en su relación.
Tomamos este “apasionante” tema del cansancio en las relaciones y vemos que de alguna manera es algo bastante cotidiano, aunque sin dramatismo
Comentamos también que muchas de las cosas que ocurren en la novela son de la actualidad más rabiosa. Por ejemplo trabajar en algo muy diferente de aquello para lo que la gente joven se ha preparado en sus estudios . Ponemos ejemplos de cómo muchas de nuestras alumnas, después de haber estudiado magisterio, educación social u otras carreras, acaban de cajeras o dependientas de Carrefour, Erosky, Zara o cualquier otro cadena comercial y de la frustración que esto debe producir, así como del desclasamiento, no como prepotencia sino como desubicación, caso de la cajera de grandes superficies.
En general, a la conclusión a la que llegamos es que desde luego todas vemos ahora las cajeras de los supermercados de otra manera, o al menos nos fijamos en ellas de manera diferente.
En fin y para acabar, llega el momento de los sorteos y regalos.
El lote de cremas de Maite F en esta ocasión creo que fue a parar a Beatriz. Eso sí Maite repartió como siempre muestras y botecitos a todas las demás.
Rosa dejó encima de la mesa sus botes con miel, que por cierto tengo que decir que está bien buena. Lo sé porque yo fui de las que cogí uno inmediatamente Los libritos de nuestro relato encadenado, encuadernados por Pilar, se repartieron entre aquellas que aún no lo tenían y de los dos ejemplares del “Peluquero de Dios” le correspondieron uno a Isa Mari y a otro a Emi
Como la cena ya va tocando a su fin se fija la fecha de la próxima que será el día 2 de diciembre.
Se proponen varios libros para su lectura y creo recordar que Pilar G. habla de
La cena de Herman Koch y El asesino ciego de Margaret Atwood.
Emi, vuelve a recordar a los clásicos y propone que definitivamente se lea Matar a un ruiseñor de Harper Lee
Finalmente Rosalía propone Cena de gatos-Madrid 1936 de Eduardo Mendoza.
Y en votación (creo recordar) se decide que sea este último el que se lea. Aclarando que para la siguiente cena se le dará gusto a Emi y se leerá Matar a un ruiseñor *
*(He visto en los comentarios que tenéis en el blog, que parece que con este tema hay ciertas dudas al respecto, pero esto que he escrito más arriba es lo que yo tengo en mis anotaciones, igual equivocadamente, no sé.)
jueves, 11 de noviembre de 2010
Próximamente leeremos......
Aunque la novela trata sobre temas serios como la violación y desigualdad racial, también es alabada por su calidez y humor. El padre de la narradora, Atticus Finch, ha servido como ejemplo de moral para muchos lectores y como modelo de integridad para los abogados. Un crítico explicaba el impacto de la novela diciendo, "En el siglo XX, Matar un ruiseñor es el libro más leído sobre el tema racial en Norteamérica, y su protagonista, Atticus Finch, es el personaje de ficción más destacado de heroismo racial."[1]
Siendo una novela gótica sureña y un Bildungsroman, los temas principales de Matar un ruiseñor comprenden la injusticia racial y la destrucción de la inocencia. Los estudiosos también han hecho notar que Lee también toca temas de clase, coraje y compasión, y de roles de género en el Sur norteamericano. El libro se utiliza ampliamente en las escuelas de países angloparlantes, junto con lecciones que enfatizan la tolerancia y condenan los prejuicios.
sábado, 6 de noviembre de 2010
Riña de Gatos - Madrid 1936
Una novela de espías que tiene como protagonistas a José Antonio Primo de Rivera y a un experto en arte inglés ha conquistado al jurado: 'Riña de Gatos. Madrid 1936'.
Su novela llegará a las tiendas el 5 de noviembre, pero pocos son los españoles que aún no han oído hablar de ella. ?Riña de Gatos. Madrid 1936? ha sido galardonada con uno de los premios más prestigiosos de la literatura, el Premio Planeta.
Mendoza describe su último trabajo como serio, muy documentado y lleno de dilemas morales para el lector, aunque asegura que el humor está presente en cada página.
En una entrevista publicada por la razón, ha confesado que le gusta ?leer y ser leído con absoluta inocencia?, sin tener ni idea del contenido, para evitar los juicios de valor.
Es por eso que hemos tardado en conocer a los protagonistas de la trama: Un experto en arte inglés y José Antonio Primo de Rivera. La historia, que podría considerarse de espías, está ubicada en el Madrid de 1936, en los días previos a la Guerra Civil.
El ganador del Premio Planeta tiene muy claro lo que hará con el premio. Considera que el dinero compra lo más importante: liberta y tiempo: Además de pagar los recibos, podrá permitirse el lujo de no publicar en un tiempo; una tranquilidad que ayuda mucho a la hora de escribir.
La entrevista completa en LARAZÓN.es