domingo, 29 de marzo de 2009

REGRESO DE LLERENA


Una vez más, el reencuentro con las amigas de " Hoy Libro ", en Llerena ha merecido la pena.

"La historia del señor Sommer" de Patrick Süskind generó debate, el señor Sommer ¿tenía un pasado y de alguna forma era víctima de él?, o ¿sólo era fruto de la imaginación del niño ?. Algunas tenían muy claro la existencia de Sommer incluso su pasado, mientras que otras consideraban que no era real, tan sólo formaba parte de los sueños y pesadillas del niño que se despidió de él cuando ya no lo necesitaba para crecer. Por otra parte, muchas identificabamos experiencias de nuestra infancia en las vivencias del niño sin nombre, sus miedos, sus frustraciones y su inocencia podrían formar parte de nuestra propia historia. Nos reimos con algunos pasajes de la historia especialmente con la clase de piano.
En fin fue una tertulia agradable y enriquecedora, no continuo para que las quince que hemos vivido la experiencia de Llerena vayamos entre todas narrando todo lo vivido.

3 comentarios:

Beatriz dijo...

Qué alegría ver algo ya resumido!! hoy me resulta imposible, casi no veo las teclas... un fin de semana genial y muy movidito. Prometo añadir algo más mañana y espero ver las fotos de la III Cumbre colgadas por algún lado.
Que descanseis y hasta mañana.

Verónica R. dijo...

Gracias Isamari por resumir el III encuentro Sevilla-Cáceres, solo añadir que cuando volvíamos de la Capilla Sixtina de Extremadura (Ermita de la Virgen de Ara) se nos apareció el Sr Sommer !qué pena que no estuviéramos ágiles para inmortalizar su presencia! En fin, un reencuentro maravilloso que ha hecho que ya en el camino de vuelta hayamos pensado en el siguiente. Por cierto para las que no habeis podido acudir: el IV encuentro será el 20 de marzo de 2010 en Zafra (Hotel Dulce Chacón)y leeremos como no podía ser de otra manera "Cielos de Barro" de nuestra queridísima y recordada Dulce.

Cristina dijo...

"Aquella noche, en la cama, repasé los cuentos que quería contarle para hacerla reir...
Encendí la luz, saqué del cajón de la mesita de noche un destornillador que era uno de mis tesoros más preciados y lo puse en la cartera, para regalárselo al día siguiente...
Nunca se había preparado una cita con más esmero, y finalmente me abandoné al sueño..."