Cuando sea vieja, vestiré de morado,
con un sombrero rojo que ni haga juego,
ni me quede bien,
y me gastaré el dinero de mi jubilación
en coñac y guantes de verano,
y sandalias de raso.
Y diré que no hay dinero para mantequilla.
Me sentaré en el pavimento
cuando esté cansada
y devoraré muestras de las tiendas
y oprimiré los botones de alarma
y rasparé con mi bastón los barandales de las calles.
Y compensaré la austeridad de mi lejana juventud.
Saldré a caminar bajo la lluvia en zapatillas,
y arrancaré flores de jardines ajenos
y aprenderé a escupir…
Pero, tal vez debiera practicar un poco todo eso desde ahora.
Así la gente que me conoce no se asombrará,
ni se escandalizará al ver que, de pronto,
soy vieja y me empiezo a vestir de morado.Jenny Joseph ( Birmingham, Inglaterra, 1932). Periodista y poeta.
miércoles, 19 de junio de 2019
lunes, 10 de junio de 2019
Acta Reunión 13 de mayo. La cocinera de Castamar
Nos reunimos el jueves 23 de Mayo, para comentar nuestro libro La
cocinera de Castamar, al final no pudo ser el día 9 porque iríamos muy
pocas y decidimos cambiar la fecha, nos juntamos nueve, echamos de menos
a Marga, Carmina, Julia, Emi y Pilar.
Un abrazo a todas y en especial a Maite Fernández, por su
entereza, por dar ejemplo y estar ahí con nosotras y darnos una gran
lección, espero le sirvamos de gran apoyo ahora con nuestras cenas, es
nuestra pequeña aportación.
Pilar se salió con la suya, no pudo venir, ya nos había comentado que
el libro no le gustaba y estaba empachada de tanta receta, al final se
libró. Estará con nosotras, D.m., en la próxima cena el 20 de junio que
además le toca organizar y espero que nos
veamos algunas más de las que no pudieron estar para comentar el libro
que propusimos, Lluvia fina de Luis Landero.
Organicé la cena en el restaurante Big House, donde alguna otra vez
habíamos estado y nos gusta su comida asiática, y a pesar de ser una
sala muy grande tiene sus apartados y hay una acústica perfecta y es muy
acogedor, con la música japonesa de fondo.
Llegamos bastante puntuales, pero tuvieron que prepararnos la mesa
cuadrada porque di por hecho que cabríamos en una redonda y no lo
advertí de antemano, pero se solucionó con rapidez y dio el tiempo justo
de llegar a todas. Lo pasamos muy bien y estuvimos
muy agusto.
Como ya sabemos, hay una gran variedad de menús, motivo por el cual
fuimos pidiendo sobre la marcha. De entrada unas ensaladas (Big House,
de espinacasThai...) salteado de berenjenas con salsa de tomate picante,
langostinos fritos con sésamo, Ja-Kao (pasta
rellena con gambas al vapor) y como no podían faltar arroces orientales
y tallarines típicos de este tipo de restaurantes pues también pedimos.
La mesa empezó a llenarse rápidamente de muy diferentes platos y ya
sabemos el buen servicio y rápido de este lugar, aún nos quedaban los
segundos.
En algún momento me parecía ser un personaje de la novela, cuando se
sentaban los comensales y empezaba a llegar la servidumbre con mucha
rapidez a servirles la cena del aniversario de Don Diego, duque de
Castamar, con su esposa Doña Alba, fallecida en
accidente con su caballo, que desde entonces vive estancado y
atormentado en la pena de hace diez años pero que siguen celebrando en
el ducado de Castamar (Madrid) donde acude la realeza y los más grandes
de la España del siglo XVIII.
Vamos comentando el libro y todas coincidimos que nos ha gustado
mucho y se lee muy fácil a pesar de las más de 700 páginas que tiene,
nos engancha a seguir la vida diaria de Castamar, donde se plasman las
diferentes jerarquías del mundo de los nobles y
de los criados, personalmente me recordaba a Arriba y Abajo y a
Downtown Abbey, el autor está muy bien documentado sobre las recetas de
la época incluso de otros países, dichos recetarios que se mencionan se
encuentran en internet.
Se cuentan las intrigas palaciegas entre nobles donde hay una historia de amor además de odios, venganzas, ambición...
Continúan trayendo más platos y nos trasladamos a 1720 como si
hubieran ido a "cazar los patos" y preparar varios guisos del recetario
de la nueva y joven cocinera, la señorita Clara Belmonte, que al morir
su padre médico y de buena familia, se pone a trabajar
tomando este oficio, afición heredada de su madre, mal vista entre las
clases altas, y que cambiaría su vida y la de Don Diego.
Otro personaje principal será el hermano adoptivo del duque y los
criados, Doña Úrsula y Don Melquiades, en quienes Don Diego deposita su
confianza y deja el cargo de la casa. Don Enrique, el marqués, hace
amistad con la madre de Don Diego, Doña Mercedes,
es el personaje malo y vengativo de esta novela, tan bien ambientada
en la época y que no podía faltar para darle más intriga.
Vamos comentando y siguen trayendo platos a nuestra mesa, pato con
mango, pato a la naranja, pato asado pequinés, ternera con
pimientos...si no habíamos quedado llenas leyendo el libro con tantos
platos diferentes pues ahora la realidad estaba superando a
la ficción, sobró hasta algo de carne, tanto fue así que no pedimos ningún postre, yo creo que por primera vez.
Tomamos infusiones algunas temiendo hacer mala digestión, pero no, no sé
qué llevará la comida oriental que resulta bastante digestiva, alguna
especia secreta que no nos cuentan.
La novela tiene final feliz a pesar de todo los avatares que han ido sucediendo de asesinatos, envidias y mentiras.
Fueron felices y comieron perdices...
Nos vemos el 20 junio en nuestra cena de despedida que coincide con
el curso escolar para reencontrarnos en septiembre y con los deberes
hechos del libro ya mencionado.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)