Cuando sea vieja, vestiré de morado,
con un sombrero rojo que ni haga juego,
ni me quede bien,
y me gastaré el dinero de mi jubilación
en coñac y guantes de verano,
y sandalias de raso.
Y diré que no hay dinero para mantequilla.
Me sentaré en el pavimento
cuando esté cansada
y devoraré muestras de las tiendas
y oprimiré los botones de alarma
y rasparé con mi bastón los barandales de las calles.
Y compensaré la austeridad de mi lejana juventud.
Saldré a caminar bajo la lluvia en zapatillas,
y arrancaré flores de jardines ajenos
y aprenderé a escupir…
Pero, tal vez debiera practicar un poco todo eso desde ahora.
Así la gente que me conoce no se asombrará,
ni se escandalizará al ver que, de pronto,
soy vieja y me empiezo a vestir de morado.Jenny Joseph ( Birmingham, Inglaterra, 1932). Periodista y poeta.
jueves, 1 de junio de 2017
Acta de la cena del día 27 de abril de 2017
Acta de la cena del día 27 de abril de 2017
Lo primero pedir disculpas por la tardanza, gracias Pilar por recordarlo.
Nos reunimos pocas pero muy bien avenidas, a las que faltaron, por varios motivos, un recuerdo muy grande.
Me alegró ver a todas, sobre todo a Emma, con mucha vitalidad, energía y guapísima, eso como siempre. Y agradecer a Rosalía, que aun estando mala, acudió a la cena.
Nos reunimos en alBalat, en el antiguo Rafa, el comedor solo para nosotras, la mesa redonda, el servicio muy bueno y la comida excelente, tomamos 3 tapas: ensalada de perdiz, taco de merluza y solomillo con queso del Casar y un surtido de postres.
Después de hablar de diversos temas pasamos al libro en cuestión, Tú no eres como otras madres de Angelika Schrobsdorff (apellido impronunciable). La autora nació en 1927 y vive aún. Estuvo casada con Claude Lanzmann, autor de Shoah, la mítica película del Holocausto.
La novela se trata de unas gentes privilegiadas (la madre judía de la autora, su padre ario, los amantes de su madre, los amigos, casi siempre bajo el mismo techo) viven la locura feliz de los años veinte. Lo tienen todo (juventud, salud, dinero; un paraíso en el que no faltan chóferes, casas de campo y fiestas al servicio de una geometría amorosa que explora sin noción de pecado, para eso es un paraíso, en toda clase de triángulos y paralelepípedos mientras Alemana ha empezado a devorarse a sí misma en un incendio devastador y centrípeto), y sólo cuando empiezan a perderlo se dan cuenta de su propia responsabilidad en el desastre.
Gustó sobre todo la segunda parte de la novela. Se creó un debate sobre la libertad sexual ya que la protagonista, liberada de prejuicios, rechazó a un aburrido y anodino prometido judío, socio de su padre, y se casó en secreto con Fritz, un bohemio poeta alemán, con el que tuvo su primer hijo. Aquellos años vivió casi en la miseria pues sus padres le retiraron por ello todo apoyo aunque con el tiempo volvieran a acogerla. Sin embargo, Fritz le fue infiel y ella puso sus normas. Seguirían juntos, pero la relación se basaría a partir de entonces en la libertad sexual mutua. Fiestas y juergas, diversos amantes, viajes, una existencia disoluta y despreocupada... hasta la llegada de Hitler.
En el libro, Premio de los Libreros de Madrid al mejor del año, Schrobsdorff muestra cómo su madre y muchos de los que la rodeaban ignoraron el acoso del nazismo, no quisieron ver el Holocausto que se avecina y continuaron viviendo en su burbuja. Incluso, tras la Noche de los cristales rotos, a uno de los personajes, la familia le califica de insensato e irresponsable por querer abandonar Alemania. Else y sus hijos se salvaron de milagro, no así otros miembros de la familia, que acabaron en campos como Terezin, pero porque burlar el régimen y esconderse en Bulgaria.
La próxima cena la organiza Carmina el día 22 de junio (gracias) y el libro es Tres días y una vida de Pierre Lemaitre.
Os recuerdo que está la feria del libro en el parque del Retiro de Madrid.
Lo primero pedir disculpas por la tardanza, gracias Pilar por recordarlo.
Nos reunimos pocas pero muy bien avenidas, a las que faltaron, por varios motivos, un recuerdo muy grande.
Me alegró ver a todas, sobre todo a Emma, con mucha vitalidad, energía y guapísima, eso como siempre. Y agradecer a Rosalía, que aun estando mala, acudió a la cena.
Nos reunimos en alBalat, en el antiguo Rafa, el comedor solo para nosotras, la mesa redonda, el servicio muy bueno y la comida excelente, tomamos 3 tapas: ensalada de perdiz, taco de merluza y solomillo con queso del Casar y un surtido de postres.
Después de hablar de diversos temas pasamos al libro en cuestión, Tú no eres como otras madres de Angelika Schrobsdorff (apellido impronunciable). La autora nació en 1927 y vive aún. Estuvo casada con Claude Lanzmann, autor de Shoah, la mítica película del Holocausto.
La novela se trata de unas gentes privilegiadas (la madre judía de la autora, su padre ario, los amantes de su madre, los amigos, casi siempre bajo el mismo techo) viven la locura feliz de los años veinte. Lo tienen todo (juventud, salud, dinero; un paraíso en el que no faltan chóferes, casas de campo y fiestas al servicio de una geometría amorosa que explora sin noción de pecado, para eso es un paraíso, en toda clase de triángulos y paralelepípedos mientras Alemana ha empezado a devorarse a sí misma en un incendio devastador y centrípeto), y sólo cuando empiezan a perderlo se dan cuenta de su propia responsabilidad en el desastre.
Gustó sobre todo la segunda parte de la novela. Se creó un debate sobre la libertad sexual ya que la protagonista, liberada de prejuicios, rechazó a un aburrido y anodino prometido judío, socio de su padre, y se casó en secreto con Fritz, un bohemio poeta alemán, con el que tuvo su primer hijo. Aquellos años vivió casi en la miseria pues sus padres le retiraron por ello todo apoyo aunque con el tiempo volvieran a acogerla. Sin embargo, Fritz le fue infiel y ella puso sus normas. Seguirían juntos, pero la relación se basaría a partir de entonces en la libertad sexual mutua. Fiestas y juergas, diversos amantes, viajes, una existencia disoluta y despreocupada... hasta la llegada de Hitler.
En el libro, Premio de los Libreros de Madrid al mejor del año, Schrobsdorff muestra cómo su madre y muchos de los que la rodeaban ignoraron el acoso del nazismo, no quisieron ver el Holocausto que se avecina y continuaron viviendo en su burbuja. Incluso, tras la Noche de los cristales rotos, a uno de los personajes, la familia le califica de insensato e irresponsable por querer abandonar Alemania. Else y sus hijos se salvaron de milagro, no así otros miembros de la familia, que acabaron en campos como Terezin, pero porque burlar el régimen y esconderse en Bulgaria.
La próxima cena la organiza Carmina el día 22 de junio (gracias) y el libro es Tres días y una vida de Pierre Lemaitre.
Os recuerdo que está la feria del libro en el parque del Retiro de Madrid.
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