Cuando sea vieja, vestiré de morado,
con un sombrero rojo que ni haga juego,
ni me quede bien,
y me gastaré el dinero de mi jubilación
en coñac y guantes de verano,
y sandalias de raso.
Y diré que no hay dinero para mantequilla.
Me sentaré en el pavimento
cuando esté cansada
y devoraré muestras de las tiendas
y oprimiré los botones de alarma
y rasparé con mi bastón los barandales de las calles.
Y compensaré la austeridad de mi lejana juventud.
Saldré a caminar bajo la lluvia en zapatillas,
y arrancaré flores de jardines ajenos
y aprenderé a escupir…
Pero, tal vez debiera practicar un poco todo eso desde ahora.
Así la gente que me conoce no se asombrará,
ni se escandalizará al ver que, de pronto,
soy vieja y me empiezo a vestir de morado.Jenny Joseph ( Birmingham, Inglaterra, 1932). Periodista y poeta.
domingo, 30 de junio de 2013
jueves, 20 de junio de 2013
MÁS SOBRE LA AUTORA DE “PERDIDA” (EL PAIS) Por: Juan Carlos Galindo | 16 de marzo de 2013
Gillian Flynn, hija bastarda de Jerry Seinfeld y Patricia Highsmith
Cuesta mucho encontrarse con un libro
que responde en calidad e intensidad a los elogios, desmedidos o no,
que suelen aparecer en las contraportadas con motivo de su publicación y
con los que las editoriales se esfuerzan por competir con las mejores
armas en este complicado universo. En el caso de Perdida, que Mondadori publica el próximo 21 de marzo,
el reto era complicado. Kate Atkinson: “La trama lo tiene todo. No
tengo la menor duda de que en un año estaré diciendo “esta fue mi novela
favorita de 2012”. Brillante”. Tana French: “Uno de los mejores libros
que he leído jamás”.
Escojo estos dos testimonios porque son de mujeres escriben novela negra de éxito. Es decir, competencia directa de Glliam Flynn (Kansas City, 1971), la autora que con Perdida se ha convertido, con razón, en un fenómeno editorial en EE UU, donde ha vendido ya más de dos millones de ejemplares y ha sido aclamada por la crítica. En este artículo publicado hoy por EL PAÍS cuento más sobre esta historia.
Que nadie se acelere. Aquellos que crean que el elogio es desmedido
son libres de hacerlo. Después de leer la novela y de hablar con la
autora y con Rodrigo Fresán, director de la colección Roja y Negra en
la que se publica y a quien ‘robo’ la definición del titular, aquí
están las razones por las que creo que el libro es sobresaliente.
Sin desvelar nada de un argumento lleno de giros y trepidante, Perdida (traducida con ritmo y estilo por Óscar Palmer) es la historia de una pareja, Amy y Nick, que lo tiene todo y cuya vida transcurre entre el triunfo profesional y la comodidad económica hasta que la situación empieza a deteriorarse. La pérdida del trabajo, el posterior traslado de Nueva York al pequeño pueblo de Misouri donde nació el protagonista y la desaparición de Amy en el quinto aniversario de su matrimonio desencadenan una trama tan bien ensamblada que roza lo imposible. “La historia es extrema. Era mi intención desde el principio llevar la historia tan lejos como pudiese y mostrar a gente extraordinaria de manera creíble” me cuenta la propia Flynn en conversación telefónica desde su casa en Chicago.
A Flynn le gustan los personajes femeninos poderosos. Ya los usó en Sharp Objects y Dark Places (sus dos primeras novelas, no publicadas en España) pero aquí hay un giro más: la protagonista no tiene una infancia marcada por la violencia y ha vivido una vida en la que no le ha faltado nada.
En una historia de personajes extremos, Amy destaca sobre los demás. Dulce y atractiva, inteligentísima, ruin y déspota, violenta y despiadada si hace falta, la mujer de Nick es la antagonista de las mujeres víctimas que tanto proliferan en la novela negra. “Muchos autores se sienten cómodos escribiendo de la violencia masculina, que es un tema muy común en la literatura hasta el punto de que mucha gente considera normal las historias de agresiones, psicópatas y demás. Quería luchar contra la idea de que las mujeres son inherentemente buenas , maternales y todas esas otras asunciones que se hacen sobre las mujeres”, nos cuenta.
Nick también juega un papel esencial en una novela en la que el cambio de perspectiva lleva al lector a pensar en una cosa y después en otra completamente distinta sin que la narración chirríe. Con un dominio de los géneros, Flynn consigue mezclar el trhiller con los diarios íntimos, la acción con la comedia romántica, oscura y siniestra pero comedia y romántica al fin y al cabo. Su dominio del lenguaje más ligero del periodismo y su fuerza visual, no en vano se declara fan de Alfred Hitchcock desde pequeña, crean una prosa con un estilo inquietante y original. El humor, sin el que la historia naufragaría, completa un panorama que atrapa desde el principio.
El escritor argentino Rodrigo Fresán, gran lector, mejor conversador y director de la colección Roja y Negra en la que Mondadori publica Perdida (en España se publicará también en catalán en RBA- La Magrana) me atendió amablemente por teléfono. Resumo parte de sus enseñanzas: “Si cambias los rostros, es una intriga decimonónica. Una historia femenina, ácida, al estilo de Dorothy Parker y con lo mejor y lo más turbulento de Patricia Highsmith”. Lean, juzguen y disfruten.
Sin desvelar nada de un argumento lleno de giros y trepidante, Perdida (traducida con ritmo y estilo por Óscar Palmer) es la historia de una pareja, Amy y Nick, que lo tiene todo y cuya vida transcurre entre el triunfo profesional y la comodidad económica hasta que la situación empieza a deteriorarse. La pérdida del trabajo, el posterior traslado de Nueva York al pequeño pueblo de Misouri donde nació el protagonista y la desaparición de Amy en el quinto aniversario de su matrimonio desencadenan una trama tan bien ensamblada que roza lo imposible. “La historia es extrema. Era mi intención desde el principio llevar la historia tan lejos como pudiese y mostrar a gente extraordinaria de manera creíble” me cuenta la propia Flynn en conversación telefónica desde su casa en Chicago.
A Flynn le gustan los personajes femeninos poderosos. Ya los usó en Sharp Objects y Dark Places (sus dos primeras novelas, no publicadas en España) pero aquí hay un giro más: la protagonista no tiene una infancia marcada por la violencia y ha vivido una vida en la que no le ha faltado nada.
En una historia de personajes extremos, Amy destaca sobre los demás. Dulce y atractiva, inteligentísima, ruin y déspota, violenta y despiadada si hace falta, la mujer de Nick es la antagonista de las mujeres víctimas que tanto proliferan en la novela negra. “Muchos autores se sienten cómodos escribiendo de la violencia masculina, que es un tema muy común en la literatura hasta el punto de que mucha gente considera normal las historias de agresiones, psicópatas y demás. Quería luchar contra la idea de que las mujeres son inherentemente buenas , maternales y todas esas otras asunciones que se hacen sobre las mujeres”, nos cuenta.
Nick también juega un papel esencial en una novela en la que el cambio de perspectiva lleva al lector a pensar en una cosa y después en otra completamente distinta sin que la narración chirríe. Con un dominio de los géneros, Flynn consigue mezclar el trhiller con los diarios íntimos, la acción con la comedia romántica, oscura y siniestra pero comedia y romántica al fin y al cabo. Su dominio del lenguaje más ligero del periodismo y su fuerza visual, no en vano se declara fan de Alfred Hitchcock desde pequeña, crean una prosa con un estilo inquietante y original. El humor, sin el que la historia naufragaría, completa un panorama que atrapa desde el principio.
El escritor argentino Rodrigo Fresán, gran lector, mejor conversador y director de la colección Roja y Negra en la que Mondadori publica Perdida (en España se publicará también en catalán en RBA- La Magrana) me atendió amablemente por teléfono. Resumo parte de sus enseñanzas: “Si cambias los rostros, es una intriga decimonónica. Una historia femenina, ácida, al estilo de Dorothy Parker y con lo mejor y lo más turbulento de Patricia Highsmith”. Lean, juzguen y disfruten.
“PERDIDA” Gillian Flynn
Y la novela negra tumbó a Grey
Gillian Flynn protagoniza un fenómeno editorial con una mezcla de intriga y drama de costumbres 'Perdida' es el tercer libro electrónico más vendido de la historia
"Todavía estoy intentando acostumbrarme. Me gustaba mucho el libro,
pero nunca se sabe. No creía que fuese tan superior a los dos anteriores
como para decir: ‘oh, dios, esto me hace millonaria’. Es genial.
Salvaje". Así resume Gillian Flynn (Kansas City, 1971) su historia de amor con el éxito literario, durante una conversación telefónica desde su casa de Chicago.
Flynn habla con esa franqueza y jovialidad tan propias del centro de EE UU, encanto y orígenes que comparte con Nick, el protagonista de Gone Girl, la obra que le ha granjeado el elogio unánime de la crítica y de sus compañeros de profesión. La novela, que en España se titulará Perdida (y publicará Mondadori la semana que viene), ha vendido dos millones de ejemplares en EE UU desde su publicación en junio y hasta finales de 2012. Y lo que es más importante: ya es el tercer libro electrónico más despachado de todos los tiempos. En diciembre, tras ocho semanas en la lista de los más vendidos de The New York Times, desbancó a Tom Clancy, Michael Connelly o la todopoderosa E. L. James (y sus sombras de Grey) para alcanzar el primer puesto. El éxito se ha extendido a Reino Unido y Portugal, los dos países europeos donde ya se ha publicado y donde también ha arrasado.
Perdida es la historia de Amy y Nick, un matrimonio de dos jóvenes y atractivos profesionales del periodismo que ven cómo su vida cambia con la pérdida de su trabajo, su traslado de Nueva York a Misuri y la desaparición de Amy el día del quinto aniversario de boda. A partir de ahí se desarrolla un thriller apasionante, mezcla magistral de géneros y puntos de vista que consigue combinar lo mejor de lo más turbulento de Patricia Highsmith y un retrato de la clase media que recuerda a John Updike.
Y esa es la novedad: la mezcla de estilos: ¿Dónde está la clave del éxito? “Perdida es una historia de amor, muy particular, truculenta, pero una historia de amor al fin y al cabo. Amy y Nick se usan y se odian, se necesitan pero no se pueden ver y se vuelven adictos a esa dinámica en la que cada uno utiliza todo lo que sabe del otro para hacerle la vida más complicada. “El enemigo en casa”, responde la autora. “Creo que la razón por la que el libro ha funcionado tan bien es porque todo el mundo se siente de una u otra manera un poco identificado. Por eso trabajé especialmente duro para dotarles de sentido del humor y de un punto de vista particular. Para hacerles sentir como gente real y pegarles tanto a la realidad como fuera posible, de manera que pudiesen ser alguien que conoces”.
El escritor argentino Rodrigo Fresán, que dirige la colección Roja y Negra de Mondadori dentro de la que se publica esta historia, da algunas claves: “La novela negra, y esta lo es, es novela social y realista y eso funciona muy bien en tiempos de crisis. Flynn, como ya hicieron otros clásicos del género como James M. Cain o David Goodis, indaga en cómo se criminaliza a gente común y aparentemente honesta. Un atractivo que comparte, por ejemplo, con la serie televisiva Breaking Bad”.
Como ya ocurrió con sus dos anteriores obras, Dark Places y Sharp Objects, no publicadas en España, los personajes femeninos de Flynn están alejados de cualquier tópico, son crueles, violentos si es necesario y atractivos cuando es útil serlo. No podía ser menos siendo hijos de una escritora que a los siete años ya había visto Bonnie and Clyde o Alien y que comentaba con su padre, profesor universitario, las claves de las películas de terror que veían: “Era una niña a la que le gustaba ser asustada. Vivía en un contexto muy tranquilo, en una familia feliz, y creo que de ahí nace mi fascinación por el lado oscuro”.
Feminista por la vía de los hechos, explica por qué no le gustan los personajes femeninos que sólo son víctimas. “Hay muchas mujeres que luchan tanto como los hombres por ser buenas, pero que no pueden. Hacen el mal y son violentas. Yo quería hablar sobre ello. Todavía existe un contexto dominado por estereotipos y culturalmente seguimos pensando que las mujeres no hacen esa clase de cosas, que son más amables y mucho menos proclives a la violencia. La realidad no es así”.
El humor negro, pero humor, es otra de las claves del éxito de esta escritora que ha sido descrita como la hija bastarda de Jerry Seinfeld y Patricia Highsmith. “En este caso era necesario porque Nick y Amy hacen tantas cosas desagradables, horribles e imperdonables que la mejor manera de que eso pase es el humor. Sin humor un thriller no funciona igual”.
Periodista, crítica de prestigio de Entertainment Weekly antes de ser despedida víctima de la crisis e iniciar su carrera de escritora, Flynn añora su antigua profesión, el trabajo con más gente, la vida ajetreada, pero no volvería al periodismo. Es lo que tiene el éxito.
Flynn habla con esa franqueza y jovialidad tan propias del centro de EE UU, encanto y orígenes que comparte con Nick, el protagonista de Gone Girl, la obra que le ha granjeado el elogio unánime de la crítica y de sus compañeros de profesión. La novela, que en España se titulará Perdida (y publicará Mondadori la semana que viene), ha vendido dos millones de ejemplares en EE UU desde su publicación en junio y hasta finales de 2012. Y lo que es más importante: ya es el tercer libro electrónico más despachado de todos los tiempos. En diciembre, tras ocho semanas en la lista de los más vendidos de The New York Times, desbancó a Tom Clancy, Michael Connelly o la todopoderosa E. L. James (y sus sombras de Grey) para alcanzar el primer puesto. El éxito se ha extendido a Reino Unido y Portugal, los dos países europeos donde ya se ha publicado y donde también ha arrasado.
Perdida es la historia de Amy y Nick, un matrimonio de dos jóvenes y atractivos profesionales del periodismo que ven cómo su vida cambia con la pérdida de su trabajo, su traslado de Nueva York a Misuri y la desaparición de Amy el día del quinto aniversario de boda. A partir de ahí se desarrolla un thriller apasionante, mezcla magistral de géneros y puntos de vista que consigue combinar lo mejor de lo más turbulento de Patricia Highsmith y un retrato de la clase media que recuerda a John Updike.
Y esa es la novedad: la mezcla de estilos: ¿Dónde está la clave del éxito? “Perdida es una historia de amor, muy particular, truculenta, pero una historia de amor al fin y al cabo. Amy y Nick se usan y se odian, se necesitan pero no se pueden ver y se vuelven adictos a esa dinámica en la que cada uno utiliza todo lo que sabe del otro para hacerle la vida más complicada. “El enemigo en casa”, responde la autora. “Creo que la razón por la que el libro ha funcionado tan bien es porque todo el mundo se siente de una u otra manera un poco identificado. Por eso trabajé especialmente duro para dotarles de sentido del humor y de un punto de vista particular. Para hacerles sentir como gente real y pegarles tanto a la realidad como fuera posible, de manera que pudiesen ser alguien que conoces”.
El escritor argentino Rodrigo Fresán, que dirige la colección Roja y Negra de Mondadori dentro de la que se publica esta historia, da algunas claves: “La novela negra, y esta lo es, es novela social y realista y eso funciona muy bien en tiempos de crisis. Flynn, como ya hicieron otros clásicos del género como James M. Cain o David Goodis, indaga en cómo se criminaliza a gente común y aparentemente honesta. Un atractivo que comparte, por ejemplo, con la serie televisiva Breaking Bad”.
Como ya ocurrió con sus dos anteriores obras, Dark Places y Sharp Objects, no publicadas en España, los personajes femeninos de Flynn están alejados de cualquier tópico, son crueles, violentos si es necesario y atractivos cuando es útil serlo. No podía ser menos siendo hijos de una escritora que a los siete años ya había visto Bonnie and Clyde o Alien y que comentaba con su padre, profesor universitario, las claves de las películas de terror que veían: “Era una niña a la que le gustaba ser asustada. Vivía en un contexto muy tranquilo, en una familia feliz, y creo que de ahí nace mi fascinación por el lado oscuro”.
Feminista por la vía de los hechos, explica por qué no le gustan los personajes femeninos que sólo son víctimas. “Hay muchas mujeres que luchan tanto como los hombres por ser buenas, pero que no pueden. Hacen el mal y son violentas. Yo quería hablar sobre ello. Todavía existe un contexto dominado por estereotipos y culturalmente seguimos pensando que las mujeres no hacen esa clase de cosas, que son más amables y mucho menos proclives a la violencia. La realidad no es así”.
El humor negro, pero humor, es otra de las claves del éxito de esta escritora que ha sido descrita como la hija bastarda de Jerry Seinfeld y Patricia Highsmith. “En este caso era necesario porque Nick y Amy hacen tantas cosas desagradables, horribles e imperdonables que la mejor manera de que eso pase es el humor. Sin humor un thriller no funciona igual”.
Periodista, crítica de prestigio de Entertainment Weekly antes de ser despedida víctima de la crisis e iniciar su carrera de escritora, Flynn añora su antigua profesión, el trabajo con más gente, la vida ajetreada, pero no volvería al periodismo. Es lo que tiene el éxito.
martes, 11 de junio de 2013
Convocatoria de la cena del dia 13 de Junio
Transcribo el mensaje de Emi:
Atención! Cena del Libro el jueves 13 de junio a las 9.30 en el hotel V Centenario. Si hace bueno será en la terraza y si el tiempo no acompaña, cenaremos dentro. Aconsejo llevar pasminas.
Ruego confirmación
Un saludo a todas y hasta el jueves !!
Atención! Cena del Libro el jueves 13 de junio a las 9.30 en el hotel V Centenario. Si hace bueno será en la terraza y si el tiempo no acompaña, cenaremos dentro. Aconsejo llevar pasminas.
Ruego confirmación
Un saludo a todas y hasta el jueves !!
lunes, 3 de junio de 2013
ALEX CAPUS
Periodista,
novelista, antropólogo que escribe en alemán, Alex Capus (Normandía,
1961) saltó a la fama internacional el año pasado por su novela Léon y Louise. Finalista del Deutscher Buchpreis uno de los premios literarios más importantes en Alemania,
la obra se basa en la vida de Léon le Gall, el abuelo del autor, y
Louise Janvier, la mujer que conoció en su juventud y de la que estuvo
enamorado toda su vida. Léon y Louise se conocen muy
jóvenes, durante el verano de 1918. Una noche emprenden un viaje juntos
hasta la playa más cercana, con la mala suerte de encontrarse cara a
cara con uno de los últimos combates de la Gran Guerra. Los dos jóvenes
acaban heridos. Dados por muertos, no se vuelven a ver hasta diez años
más tarde, en París. Sus vidas han evolucionado. Léon está casado con
Yvonne y tiene varios hijos, Louise sigue soltera, pero ninguno de los
dos parece haberse olvidado de su amor.
La novela desarrolla de forma fragmentada la historia de esta pareja,
separada por las dos guerras mundiales. Además de la historia de amor
entre Léon y Louise, estructurada a través de los desencuentros que no
conseguirán separarlos, la novela descubre, con mucha precisión, la vida
conyugal de Léon y su mujer Yvonne. El tema de la fidelidad, llevado
motu proprio al extremo por los personajes, es tanto más chocante
cuanto que Léon, además, jamás escondió a Yvonne el amor que le
inspiraba Louise. Las dos mujeres llegarán a conocerse y aceptar el rol
que cada una desempeñará en la vida de Léon. Hay que mencionar que el
autor dedica en la novela un espacio importante a la historia de
Francia; las vivencias de Léon y su familia en el París ocupado, por
ejemplo, representan un testimonio excepcional.
El estilo depurado de este autor no oculta la profundidad de los
sentimientos que subyacen entre los tres personajes. A través de sus
relaciones, Alex Capus avanza un paso más en el conocimiento del amor y
demuestra que el amor verdadero se asienta en la duración, la fidelidad y
la franqueza, conceptos que, por otra parte, van completamente a
contracorriente de la actual situación social.
Novela basada en la memoria del escritor, el estilo y el argumento de Léon y Louise se asemeja a la tendencia que desde hace unos años causa furor entre muchos novelistas.
Siguiendo la misma línea que Delphine de Vigan, Emmanuel Carrère, o
Nicole Krauss, esta novela de Capus también se asienta en una historia
real que el escritor reconstruye, por medio de retazos, manuscritos,
confidencias y recuerdos familiares.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)