Nos reunímos el 7 de mayo, miércoles, en restaurante Albalat para comentar el libro “Entre visillos” de Carmen Martín Gaite.
Estuvimos Maite F., Isa Mari, Emi, Bea, Emma, Rosalía, Rosa C., Verónica y yo (Mjosé). Pedimos unas entradas para compartir y cenamos bien. Estuvimos muy a gusto y no faltaron risas,
echamos de menos a las que faltaron, para la próxima nos vemos.
Comenzamos hablando de temas de actualidad relevantes como la reunión del del cónclave para elegir el nuevo Papa, que por cierto, salió al día siguiente, León XIV, y también del famoso apagón días antes en la Península Ibérica.
Después pasamos a comentar el libro, a todas nos había gustado, se lee bien, una prosa sencilla y ágil, novela simple con mucho trasfondo, y hemos comentado la vida aburrida de las mujeres jóvenes sin hacer nada.
Entre visillos fue Premio Nadal en 1957, Pablo Klein vuelve a la ciudad donde había pasado su infancia para ser profesor de alemán en el instituto.
Allí entabla relación con distintas personas de la ciudad, fundamentalmente jóvenes, y con las alumnas del Instituto, sobre todo con Natalia.
El ambiente y el conservadurismo en una ciudad de provincias española de mediados del siglo pasado,en la posguerra, aunque no la nombra las historias transcurren en Salamanca, describe perfectamente sus barrios.
Las conversaciones aparentemente banales entre las jóvenes protagonistas de esta novela nos irán dando a conocer sus angustias, su miedo a quedarse solteras, la monotonía de sus vidas, el arraigo a las tradiciones, sus paseos y primeros novios, los bailes en el casino y esa tristeza que se oculta tras el aburrimiento y la falta de imaginación de jóvenes aburguesados La llegada del nuevo y atractivo profesor de alemán provocará en las protagonistas el deseo de liberarse del conformismo y de esa atmósfera opresiva.
Después de varias propuestas de libros para la próxima cena de escritores fallecidos recientemente, hemos elegido La hojarasca, de Gabriel García Márquez.
Será el próximo 11 de Junio y le toca organizar a Julia.
Mª José Martín Andrada